?De qu¨¦ se r¨ªe Rembrandt?
Un supuesto autorretrato del pintor sale a subasta por 1.100 euros y es comprado por tres millones
Rembrandt ha vuelto a hacerle un gui?o al mercado internacional del arte. En la subasta de cuadros m¨¢s cara registrada fuera de Londres, un supuesto autorretrato del maestro holand¨¦s del Siglo de Oro acaba de ser vendido por 3,1 millones de euros. El hecho de que la obra, titulada El joven Rembrandt como Dem¨®crito, el fil¨®sofo sonriente, se le atribuya a un colega sin identificar del siglo XIX no merm¨® el entusiasmo del comprador. En una re?ida puja registrada en la localidad brit¨¢nica de Cirencester, al sureste de Inglaterra, el nuevo due?o, que permanece en el anonimato, alcanz¨® la millonaria cifra despu¨¦s de vencer a un tenaz rival. Una haza?a, porque el precio m¨¢ximo de salida de la obra era de 1.100 euros.
Un experto holand¨¦s llevaba varios d¨ªas en vela por culpa del cuadro
Como en toda buena historia de misterios art¨ªsticos que se precie, el autorretrato decor¨® durante varios a?os el domicilio de un sencillo ciudadano brit¨¢nico. Aunque antes de ponerlo a la venta ¨¦ste se inform¨® sobre sus or¨ªgenes, y los expertos apuntaron una mano posterior a Rembrandt como posible autora, la casa de subastas Moore Allen & Innocent decidi¨® indagar por su cuenta. Phillip Allwood, el subastador, pidi¨® consejo al Rijksmuseum de ?msterdam, cuyos expertos centraron la obra en la ¨¦poca del maestro sin atribu¨ªrsela. Para no inducir a errores, el cat¨¢logo de la venta p¨²blica la describ¨ªa como salida del pincel de un "seguidor", pintada al ¨®leo sobre cobre y con el monograma HL en su superficie.
A pesar del celo puesto en todos los detalles, la puja definitiva result¨® electrizante, y tanto el comprador como su contrincante no cejaron hasta poseerla. En palabras del propio Allwood, "se mostraron seguros de la autor¨ªa de Rembrandt y muy relajados a la hora de gastar el dinero".
Lo que la casa de subastas no sab¨ªa en el momento de la venta, celebrada el pasado viernes, es que un experto holand¨¦s llevaba varios d¨ªas en vela por culpa del cuadro. Se trata de Jan Six, un historiador del arte que acaba de ser nombrado director de la casa de subastas Sotheby's en Holanda y est¨¢ acostumbrado a contemplar rembrandts tambi¨¦n en su tiempo libre. Como descendiente directo de otro Jan Six que fuera alcalde de ?msterdam en el siglo XVII, el retrato de su antepasado es uno de los m¨¢s famosos del pintor y cuelga en el domicilio familiar. En un gesto sin precedentes, su padre, llamado a su vez Jan Six, lo ha cedido a la galer¨ªa Mauritshuis para una muestra que se celebra estos d¨ªas en La Haya. Pues bien, el Jan Six experto en arte recibi¨®, el pasado martes, una imagen del cuadro subastado "y se qued¨® sin habla de lo hermoso que es", seg¨²n ha declarado al rotativo holand¨¦s De Volkskrant. En su opini¨®n, podr¨ªa tratarse de un aut¨¦ntico rembrandt pintado en 1629, poco antes de que el artista se trasladara desde Leiden, su ciudad natal, a ?msterdam.
Es m¨¢s, el monograma del cobre no ser¨ªa un simple HL, sino RHL. Esta nueva combinaci¨®n de letras podr¨ªa brindarle un brillante futuro econ¨®mico al nuevo due?o. La R responder¨ªa al nombre propio del maestro, Rembrandt; la H es de Harmensz o hijo de Harmen, el padre del artista, y la L es por Leidensis, la villa de Leiden. Seg¨²n las pesquisas de Jan Six, el autorretrato aparecer¨ªa asimismo en uno de los tratados de Historia del arte m¨¢s se?alados de su clase. Se trata de la Iconograf¨ªa Batava, del historiador del arte Ernst Wilhelm Moes. Publicada en 1897, lo describe como "una pieza perdida". Por todo ello, no se descarta que el comprador sea un marchante dispuesto a restaurar la obra y ponerla de nuevo a la venta. De ser as¨ª, y de establecerse la autor¨ªa de Rembrandt, podr¨ªa obtener hasta 10 millones de euros con una operaci¨®n que de momento parece una arriesgada apuesta.
Mientras esta parte de la historia se aclara, el autorretrato descansa en una entidad bancaria brit¨¢nica envuelto en papel de embalaje y una capa de pl¨¢stico protector, adem¨¢s de una manta, tal y como lo dejaron tras la subasta. "Ah¨ª estar¨¢ hasta que el dinero de la compra sea ingresado en una cuenta bancaria. Seguramente, la pr¨®xima semana", dijo ufano el subastador Phillip Allwood, que se?al¨® poco despu¨¦s del evento la originalidad de la obra. "Es uno de los pocos retratos de Rembrandt en los que aparece riendo. Y es tambi¨¦n el primero de su clase vendido en esta parte del mundo", dijo. Lo segundo quedar¨¢ sin duda para los anales de Moore Allen & Innocent. La sonrisa es otra cosa y se presta a m¨²ltiples interpretaciones. Si de verdad el maestro holand¨¦s se pint¨® as¨ª en recuerdo del fil¨®sofo presocr¨¢tico griego, conocido por su extravagancia. Algo sin duda atractivo para un artista que en 1629, fecha apuntada para el cuadro, tendr¨ªa 23 a?os y entraba en tromba en el panorama art¨ªstico.
Cuadros de quita y pon
El supuesto autorretrato de Rembrandt reci¨¦n subastado en Inglaterra tiene a su favor el trazo valiente propio del maestro holand¨¦s. En contra de su posible atribuci¨®n oficial figurar¨ªa la ejecuci¨®n del cabello, distinta a la suya. Una restauraci¨®n poco delicada podr¨ªa resultar tambi¨¦n enga?osa a la hora de averiguar si el artista se mir¨® al espejo en 1629 y leg¨® a la posteridad un pedazo de cobre titulado El joven Rembrandt como Dem¨®crito, el fil¨®sofo sonriente.
Ninguno de estos detalles es ajeno a los problemas de autor¨ªa de la obra del pintor, que trabaj¨® en un gran taller rodeado de alumnos que pintaban con su estilo. Rembrandt trabaj¨® mucho a lo largo de sus 63 a?os de vida, sobre todo en retratos, pero no todos los cuadros salidos de su entorno llevaban su firma. Por eso, y porque entre tener un rembrandt o poseer una tela de un pupilo puede haber diferencias multimillonarias, se cre¨® en Holanda en 1968 el denominado Proyecto Rembrandt.
Dedicado a establecer la autor¨ªa de la obra del artista, sus expertos han profundizado en el estilo, m¨¦todos de trabajo y contexto hist¨®rico del Siglo de Oro. Para los que creyeron tener un tesoro y no ser as¨ª, el trabajo de Ernst van de Wetering, responsable del Proyecto, resulta temible. Es el caso, por ejemplo, de un autorretrato del pintor propiedad de la galer¨ªa brit¨¢nica Walker Art, de Liverpool. Fechado en 1630 y valorado en su d¨ªa en unos 10 millones de euros, el equipo de Van de Wetering le arrebat¨® la deseada firma rembrandtiana. Por el contrario, la reina Isabel II puede congratularse. Despu¨¦s de analizar las sucesivas capas de pintura a?adidas en los siglos XVIII y XIX, un autorretrato de la colecci¨®n real de Windsor fue devuelto al grupo de obras aut¨¦nticas.
Para los admiradores del maestro, de todos modos, el sube y baja de la cotizaci¨®n de las pinturas resulta secundario. O como rezaba en 2006 el lema de su 400 aniversario: "Rembrandt vive. Viva Rembrandt".
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