Banquillos felices en San Mam¨¦s
Athletic y Betis dan un recital de trabajo s¨®lo comparable a la ausencia de f¨²tbol
Athletic y Betis pod¨ªan asistir juntos a un congreso de autoayuda. Sus problemas son tan similares que requieren el mismo tratamiento a id¨¦ntico diagn¨®stico. Juegan distinto, su car¨¢cter es distinto, la actitud es parecida y su problema es ¨²nico. El gol es su asignatura pendiente. El Betis juega bonito, hasta de tac¨®n; el Athletic, con el alma m¨¢s que con la puntera, pero ambos atacan con lo justo, con lo puesto y a veces medio desnudos. Los dos tienen casi siempre m¨¢s jugadores por detr¨¢s del bal¨®n que por delante. En esas condiciones, hay que tener mucha clase para encontrar el agujero por el que se ve el gol. Al Betis le cuesta tanto soltar el bal¨®n como al Athletic tenerlo. El f¨²tbol entonces se convierte en una soflama: trabajo, t¨¢ctica, disciplina, entrega, voluntad, bla, bla, bla. Nada de arte, nada de regate, nada de improvisaci¨®n, nada de ilusi¨®n. Fiel reflejo de ambos banquillos.
ATHLETIC 0 - BETIS 0
Athletic: Iraizoz; Iraola, Ocio, Amorebieta, Koikili; Susaeta (David L¨®pez, m. 72), Orbaiz, Javi Mart¨ªnez, Gabilondo; Etxeberria (Llorente, m. 77) y Aduriz (V¨¦lez, m. 85). No utilizados: Aranzubia; Ustaritz, Zubiaurre y Mu?oz.
Betis: Ricardo; Dami¨¢, Melli, Rivas, Fernando Vega; Juande, Capi (Somoza, m. 76); Xisco (Edu, m. 66), Fernando, Sobis (Rivera, m. 81); y Babic. No utilizados: Doblas; Odonkor y Pavone.
?rbitro: Lizondo Cort¨¦s. Amonest¨® a Babic, Javi Mart¨ªnez, Iraola, Juande, Etxeberria, Capi, Aduriz y Fernando Vega.
38.000 espectadores en San Mam¨¦s.
Lo que ocurri¨® en San Mam¨¦s tuvo mucho de circunstancial. Un libre directo de Xisco, otro de Gabilondo, un gilicorner ensayado (pero no aprendido) y cosas por el estilo que resaltaban el desorden futbol¨ªstico que imperaba en el c¨¦sped. Ser¨ªa el estado de necesidad, el influjo de San Mam¨¦s, o cualquier otro asunto colateral, lo cierto que en ausencia de f¨²tbol el Athletic se creci¨®. Falto del mando natural de Orbaiz, prevalecieron el f¨ªsico de Javi Mart¨ªnez, los desmarques de Etxeberria, la voluntad inagotable de Aduriz y la seguridad de Amorebieta.
As¨ª, tirando de f¨ªsico, (hoy por hoy el ¨²nico valor rojiblanco) disfrut¨® el Athletic de una segunda mitad a su merced, con el Betis encerrado y enredado en la defensa, sin ¨¦xito alguno. La pelea con el gol parece algo m¨¢s que un accidente y se asemeja a un problema estructural. Etxeberria se enred¨® en el ¨¢rea peque?a y Llorente, un futbolista bajo sospecha en la Catedral, dej¨® en un par de minutos los dos ¨²nicos detalles t¨¦cnicos que se vieron. Ambos acabaron igual: lejos de la red.
As¨ª que el p¨²blico, carente de emociones las busc¨® con un ¨¢rbitro tarjetero, centro de atenci¨®n en ausencia de f¨²tbol. En pleno desierto, Lizondo fue el oasis para recuperar el aliento. Su mayor error fue no sancionar con juego peligroso un plantillazo de Ricardo a Aduriz dentro del ¨¢rea. Pero era pedirle demasiado cuando los jugadores daban tan poco a cambio, tan poca imaginaci¨®n, tan poca clase. Mucho sudor, mucho trabajo, mucho desgaste... Y poco f¨²tbol, pocas ocasiones, poca emoci¨®n. Es decir, banquillos contentos. Chicos bien, moral alta..., y todo eso.
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