Bertovisi¨®n

Alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que plantear con seriedad acad¨¦mica si existe o no existe el humor catal¨¢n y en qu¨¦ consiste ese estilo que se distingue a simple vista, por ejemplo, del famoso club de la comedia madrile?a, o factor¨ªa Contreras, y que ante todo consiste en carcajearse sin autocomplacencia de los propios catalanes y sus c¨¦lebres man¨ªas nacionalistas. Esta misma semana, por ejemplo, le han dado un premio Ondas al programa Pol¨°nia, de TV-3, cuyos mejores gags ya circulan con ¨¦xito por las pantallas globales de YouTube, y en el plat¨® de Buenafuente, Josep Llu¨ªs Carod, seguramente contagiado por el genial Follonero, demostr¨® que tambi¨¦n es capaz de re¨ªrse de Josep Llu¨ªs y con bastante m¨¢s gracia que los tradicionales "chistes espa?olistas".

Sobre el humor se han escrito toneladas de filosof¨ªa y literatura, generalmente tediosas, pero hay una regla de oro: todo empieza y triunfa cuando se ironiza sobre uno mismo y con m¨¢s humor que los dem¨¢s, pero todo fracasa cuando s¨®lo se trata de burlarse de los dem¨¢s. Ah¨ª, exactamente, est¨¢ la frontera entre el verdadero humor y las burlas o sainetes c¨®micos. Y esta frontera, hoy por hoy, pasa por Pol¨°nia y Buenafuente. Los mejores momentos del plat¨® barcelon¨¦s de Andreu son los que se r¨ªe de s¨ª mismo desde el Follonero, y en su nueva temporada ha inventado a un verdadero crack del autocachondeo y de paso, de la televisi¨®n espa?ola: su sobrino Berto, la nueva versi¨®n de Pocoy¨®. Ahora que todas las columnas de este peri¨®dico tienen que ser m¨¢s cortas y s¨®lo me quedan 14 palabras: no se pierdan las intervenciones de Berto (Bertovisi¨®n) en el programa del tito Andreu.