Sanidad pide asistencia para identificar a qui¨¦n debe 1.200 millones de euros

Gerardo Camps, vicepresidente y consejero de Hacienda, desliz¨® el lunes que ha cerrado un acuerdo con el Gobierno central para sacar del caj¨®n del consejero de Sanidad las facturas impagadas a lo largo de 2005 y a?os anteriores, cuyo montante asciende a 1.200 millones de euros -seg¨²n apunt¨® en su d¨ªa la Sindicatura de Comptes- sin alterar el plan de estabilidad.

Camps dio el acuerdo por cerrado: "Negociamos con los proveedores, los bancos nos anticipan el dinero y el ¨²nico problema reside en la forma de consignar esos pagos en la contabilidad oficial", dijo. El responsable de Hacienda apunt¨® que los 20 millones de euros destinados al cap¨ªtulo de gastos financieros en el presupuesto de Sanidad para 2008 corresponden a los intereses de las liquidaciones acordadas con proveedores y anticipadas por entidades financieras. Cuentas saneadas. Problema resuelto.

Pero a la hora de desempolvar las facturas acumuladas desde hace a?os en los cajones de Sanidad para negociar uno a uno con los acreedores ha surgido un nuevo problema. El concurso p¨²blico firmado hace unos d¨ªas por Eloy Jim¨¦nez, director general de Recursos Econ¨®micos de la Consejer¨ªa de Sanidad, revela el calibre de la situaci¨®n. Sanidad pide "asistencia t¨¦cnica para la elaboraci¨®n de una base de datos que comprenda la clasificaci¨®n, indexaci¨®n y ordenaci¨®n de reclamaciones de intereses de demora en v¨ªa administrativa y judicial y el equipo humano necesario para la gesti¨®n y mantenimiento de dicha bases de datos". El tenor del concurso revela hasta qu¨¦ punto la imagen de las facturas acumuladas en el caj¨®n es real. Sanidad ofrece 135.000 euros por el servicio en un concurso convocado con car¨¢cter urgente.Una vez elaborada la base de datos que recoja la procedencia, fecha e importe exacto de las facturas que Sanidad guard¨® en el caj¨®n durante a?os por falta de cr¨¦dito para pagarlas en su d¨ªa, Hacienda podr¨¢ empezar a negociar con sus acreedores los pagos pendientes. Las facturas impagadas se cargan con unos intereses que, a partir de cierta antig¨¹edad, se sit¨²an siete puntos por encima del Eur¨ªbor. La mayor¨ªa de los acreedores de las facturas en cuesti¨®n tienen derecho legal a cobrar unos intereses de demora de entre el 11% y el 20%. El propio consejero de Hacienda admite que los grandes proveedores, capaces de soportar impagos de la Generalitat durante a?os, prefieren mantener viva la deuda. Ninguna entidad financiera ofrece semejante inter¨¦s.

Gerardo Camps confiesa que los peque?os y medianos proveedores, los que se ven ahogados por los impagos, s¨ª se muestran dispuestos a renunciar a buena parte de los intereses que legalmente podr¨ªan reclamar con tal de liquidar sus facturas.

Un t¨¦cnico vinculado a Sanidad apunta incluso que varios despachos se han apresurado a comprar facturas a los acreedores de la Generalitat porque constituyen una inversi¨®n segura y de alt¨ªsima rentabilidad.

El mismo t¨¦cnico asegura que Hacienda ha cerrado un acuerdo con el BBVA para resolver el problema. La entidad financiera pagar¨¢ a los acreedores que est¨¦n dispuestos a asumir un inter¨¦s de demora m¨¢ximo del 5%.

La Consejer¨ªa de Sanidad pagar¨¢ los intereses derivados de esos anticipos y el BBVA cobrar¨¢ el pr¨¦stamo acumulado en ocho vencimientos que asumir¨¢ el Instituto Valenciano de Finanzas a lo largo de los pr¨®ximos ocho a?os.

Un portavoz del BBVA evit¨® cualquier precisi¨®n al respecto alegando que los clientes son los clientes. Solo asumi¨® que tales operaciones son habituales.

La ventaja que obtiene Hacienda al convertir en deuda con una entidad financiera los impagos a los proveedores de Sanidad reside en el tipo de inter¨¦s que debe afrontar. Las entidades financieras suelen trabajar en condiciones ventajosas con las instituciones, de modo que la Generalitat asumir¨¢ un tipo muy pr¨®ximo al Eur¨ªbor en lugar de pagar intereses gravados con siete puntos por encima tipo de referencia.

En cualquier caso, los 1.200 millones de euros no se esfumar¨¢n, se transformar¨¢n en deuda p¨²blica, como admiti¨® el propio Camps.