El Levante es un chollo

No es que el Villarreal realizara ayer un acto sublime de f¨²tbol. Simplemente no hall¨® oposici¨®n en un Levante que va camino de r¨¦cord. Negativo, por supuesto, consecuencia l¨®gica de una plantilla confeccionada con mal gusto. En su aterrizaje en la Liga, De Biasi acumula unos registros espantosos. Y al ritmo que lleva, el club valenciano va a tener tiempo de sobra para planificar la temporada pr¨®xima en Segunda Divisi¨®n. En la noche de la Halloween, el Levante se pas¨® el encuentro persiguiendo fantasmas ante un Villarreal pulcro y galante, como en ¨¦l es habitual. Claro que esta vez ten¨ªa enfrente a un simulacro de equipo.

Se quiera o no, las diferencias en la clasificaci¨®n las marcan el hacer de los jugadores sobre el campo. El Levante, tres minutos despu¨¦s de dar comienzo el encuentro, no hab¨ªa comprobado a¨²n si el esf¨¦rico estaba duro o blando y ya iba por detr¨¢s del marcador. Hay equipos que flojean en un determinado aspecto en el global del juego. El justo medio, el equilibrio entre la defensa y el ataque, hace de un conjunto bueno o malo. El Levante no domina ninguna faceta del juego. Ni la defensa, ni el ataque, ni el juego entre l¨ªneas. Los jugadores est¨¢n desesperados y los t¨¦cnicos no saben d¨®nde meterse. Y su posici¨®n en la tabla no es m¨¢s que un fiel reflejo de lo que acontece en el tapiz. Que te marquen dos veces en sendos lanzamientos de falta laterales resulta esclarecedor de lo ruinoso que resulta el grupo azulgrana.

Al cuarto de hora, el conjunto amarillo ya mandaba con dos goles de ventaja

Los equipos menores suelen construirse a partir de un buen sistema defensivo. Tal vez por ello, el Levante ha puesto su confianza, destituido Abel Resino, en De Biasi, un t¨¦cnico italiano, para que d¨¦ consistencia a un grupo excesivamente blando en defensa y obtuso en ataque. Los 20 goles encajados hasta ayer no son producto de ninguna casualidad. El ex preparador del Torino ya prepar¨® la cama antes de la cita de anoche, advirtiendo que el Villarreal no es un rival de su Liga. Ni, al parecer, del mismo mundo tampoco. Las jornadas pasan y, o cambia de manera radical, o el Levante no se salva ni visitando con frecuencia el santuario de Lourdes.

Pronto se dio cuenta el Villarreal que ayer tocaba divertirse. Su m¨¢xima preocupaci¨®n deb¨ªa centrarse en no recibir alguna patada producto de la desesperaci¨®n del condenado. Nada como un contrincante amigo para aliviar la pena de la derrota sufrida en Zaragoza tres d¨ªas atr¨¢s. Al cuarto de hora de dar comienzo el choque, el grupo de Pellegrini ya contaba con dos goles a favor. El primero, por mediaci¨®n de Guille Franco al adelantarse a la defensa azulgrana, que se qued¨® mirando y aplaudiendo la acci¨®n. Jugada que se repiti¨® en el tercer gol, con Cygan de finalizador.

Entre las buenas noticias que rodean al Villarreal en el arranque de esta temporada est¨¢ la aportaci¨®n de Guille Franco. El delantero argentino, nacionalizado mexicano, ha tardado a?o y medio en hacer m¨¦ritos para actuar en el dulce Villarreal. Que Pellegrini deje en el banquillo a Nihat y Tomasson resulta sintom¨¢tico. Franco ejerce de referencia v¨¢lida en el ataque castellonense, mientras la movilidad de Rossi y la extraordinaria t¨¦cnica y creatividad de los centrocampistas hacen f¨¢cil lo aparentemente dif¨ªcil. Anoche, en la medular del Villarreal se situaron Cazorla y Mat¨ªas Fern¨¢ndez, que jugaron como si lo hiciesen en el patio del colegio. En la suplencia qued¨® Pir¨¨s y Cani en la grada. Hubiese dado igual los cromos que utilizara Pellegrini. El Levante es un suave pastelito para cualquiera a estas alturas. Mucho m¨¢s para un Villarreal que se encontr¨® con una pachanga oficial que le redimi¨® de su ¨²ltimo tropiezo.

Villarreal 3 - Levante 0