Un pu?ado de d¨®lares
La destituci¨®n de Stanley O'Neal de la presidencia de Merrill Lynch es una historia ejemplar en muchos aspectos. Es decir, nos ofrece un buen ejemplo de c¨®mo se fabrican las decisiones en las grandes empresas estadounidenses y quiz¨¢ de todo el mundo. Apenas ocho meses atr¨¢s, O'Neal era un h¨¦roe en Merrill, porque hab¨ªa multiplicado por tres los beneficios de uno de los portaaviones de la banca de inversi¨®n estadounidense. Pero se cruz¨® en su trayectoria la crisis de las hipotecas subprime -la misma que se va a llevar por delante al presidente de Citigroup, el mayor banco de EE UU- y Merrill le ha transformado en un villano, aunque, eso s¨ª, muy bien indemnizado. Se llevar¨¢ a casa 115 millones de euros en compensaciones.
La interpretaci¨®n m¨¢s sorprendente del caso es que O'Neal fue un h¨¦roe y ha sido destituido exactamente por la misma raz¨®n: acept¨® el desaf¨ªo de mercadear con productos de riesgo -las subprime y titulizaciones concomitantes- a sabiendas de que en los mercados de inversi¨®n el triunfo o el fracaso se deciden en unas pocas d¨¦cimas de diferencial de rentabilidad con la competencia. As¨ª que meti¨® de hoz y coz a Merrill, un banco con una gran red de oficinas aunque con una banca de inversi¨®n poco sofisticada, en la carrera por encontrar ese plus de rentabilidad en las inversiones de alto riesgo. Mientras funcion¨®, un gran ejecutivo; cuando los valores de riesgo se desplomaron, un proscrito. Es m¨¢s, hay quien asegura que si O'Neal no se hubiese equivocado con estr¨¦pito en su pron¨®stico de las provisiones obligadas por el hundimiento de los activos contaminados -anunci¨® 3.800 millones de euros y finalmente tendr¨¢ que cubrir 5.500 millones-, todav¨ªa presidir¨ªa Merrill.
La lecci¨®n principal es que por un diferencial de d¨¦cimas sobre la rentabilidad de la renta fija, Merrill tiene un problema grave y O'Neal ya no tiene la presidencia; la segunda moraleja es que O'Neal ha sido despedido, pero con condiciones de propietario. La cuant¨ªa de sus compensaciones parece indicar que la compa?¨ªa no le ha pagado una indemnizaci¨®n por despido, sino que le ha comprado sus stock options y el derecho a gestionar la empresa. Ya se sabe que en seg¨²n qu¨¦ niveles no hay fracaso que no est¨¦ bien pagado.
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