Noel Coward, el dramaturgo 007

Aclamado dramaturgo, actor, director, compositor... y esp¨ªa. El autor ingl¨¦s Noel Coward (1899- 1973) obtuvo en vida el reconocimiento de sus contempor¨¢neos, pero la faceta de la que ¨¦l mismo estaba m¨¢s orgulloso no ha salido a la luz hasta 34 a?os despu¨¦s de su muerte. El autor de Vidas privadas (1930), Esta noche a las ocho y media (1935) o Breve encuentro, que adapt¨® para el cine en uno de los cl¨¢sicos de la filmograf¨ªa brit¨¢nica, fue reclutado por los servicios de inteligencia de su pa¨ªs en 1938. Coward hizo de la causa antinazi su bandera secreta, espi¨® a sus colegas y critic¨® a aquellos actores que se volcaron en su carrera de Hollywood en lugar de hacer frente com¨²n contra la Alemania de Hitler.

"No creo que morir por la patria o luchando por aquello en lo que uno cree sea peor que morir en la cama o a consecuencia de una enfermedad", escrib¨ªa a su madre en plena conflagraci¨®n, una carta que se incluye en la dilatada correspondencia que mantuvo con familiares, amigos y colegas y de la que la prensa brit¨¢nica ha revelado algunos extractos.

En su papel de esp¨ªa, Coward ve¨ªa compensada la frustraci¨®n de no haber podido servir en la Gran Guerra, a causa de la tuberculosis y de una herida en la cabeza que sufri¨® durante unos ejercicios de entrenamiento. Las m¨¢s de 500 cartas que datan de aquellos a?os, en su mayor¨ªa in¨¦ditas, se conservaron durante tres d¨¦cadas en dos maletas depositadas en un banco de Suiza. El que fuera compa?ero sentimental de sus ¨²ltimos a?os, Cole Lesley, ha facilitado el material a Barry Day, experto en la obra de Coward que publicar¨¢ su compilaci¨®n el pr¨®ximo d¨ªa 12 (Las cartas de Noel Coward).

En pleno apogeo de la II Guerra Mundial, Winston Churchill, al¨¦rgico a la homosexualidad del escritor y a su estilo de vida, disuadi¨® a Jorge VI de que le condecorara como caballero del reino. El entonces primer ministro despreciaba a Coward como exponente de la decadencia de una cierta clase privilegiada, aunque sus ra¨ªces estaban en un suburbio londinense de clase modesta, Teddington. Las tendencias sexuales del dramaturgo eran un secreto a voces, como revela una carta que le remiti¨® Greta Garbo en 1936, donde la divina bromea pidi¨¦ndole que se case con ella, "aunque ya s¨¦ que eres inmune a cualquier encanto femenino".

El intercambio epistolar de Coward -quien guardaba copia de las cartas que enviaba- contradice su propia versi¨®n de que fue fichado por los servicios de inteligencia s¨®lo en v¨ªsperas de la guerra. Fue sir Robert Vansittart, un funcionario del Foreign Office que recelaba de la inicial pol¨ªtica brit¨¢nica de conciliaci¨®n con Alemania, quien a principios de 1938 reclutaba a Noel Coward como "agente" encubierto en Europa. Le encomend¨® la misi¨®n de informar sobre el clima que reinaba en varios pa¨ªses de Europa, utilizando como tapadera su aureola de autor de ¨¦xito, y de reportar todo lo que o¨ªa. Al principio de la guerra, fue enviado a Par¨ªs para crear una oficina de propaganda, en colaboraci¨®n con la Comisar¨ªa Francesa de Informaci¨®n.

Sus actividades a partir de 1940, a?o en que sus servicios fueron requeridos por el enlace de la seguridad brit¨¢nica en Nueva York, inclu¨ªan espiar a estrellas de Hollywood a las que personalmente despreciaba, como Errol Flynn, sospechoso de simpatizar con los nazis. Su contacto era el famos¨ªsimo Cary Grant, nacido brit¨¢nico y cuyos lazos con los servicios de inteligencia a los dos lados del Atl¨¢ntico est¨¢n documentados.