El sur de Europa, m¨¢s proclive a la depresi¨®n

Los tiempos cambian deprisa y los estereotipos, tambi¨¦n. Los resultados de la ¨²ltima encuesta llevada a cabo por el proyecto europeo SHARE desmienten la idea de que los habitantes de los llamados "pa¨ªses de la Europa latina" -Espa?a, Francia e Italia- sean m¨¢s alegres y despreocupados, y se?ala que, al contrario de lo que se cre¨ªa, los s¨ªntomas de depresi¨®n son mucho m¨¢s altos en estos pa¨ªses entre personas mayores de 50 a?os que entre sus equivalentes en los pa¨ªses "germ¨¢nicos", esto es, Suecia, Dinamarca, Alemania, Austria, Suiza y Holanda. Y, curiosamente, m¨¢s que Grecia.

El estudio SHARE ha llegado a estas conclusiones tras analizar las respuestas de m¨¢s de 22.000 personas. El proyecto, financiado por la Uni¨®n Europea, pretende hacer un seguimiento, a trav¨¦s de encuestas regulares sobre cuestiones econ¨®micas y de salud en las personas mayores de estos 10 Estados europeos.

Unas 2.000 personas, elegidas como muestra por su capacidad de representar todos los estatus sociales de cada pa¨ªs, fueron sometidas a las mismas preguntas durante aproximadamente 90 minutos. La edad, el g¨¦nero, la educaci¨®n y las funciones cognitivas fueron tomados en cuenta. Los resultados obtenidos siguiendo la llamada escala de EURO-D, un cuestionario de 12 preguntas que mide la depresi¨®n, revelaron que los factores relacionados con ¨¦sta aparec¨ªan de forma m¨¢s significativa en Espa?a, Francia e Italia, donde las posibilidades de padecer esta afecci¨®n eran el doble de altas que en otros lugares de Europa.

Los factores relacionados con la depresi¨®n se agruparon en dos: aquellos llamados de sufrimiento afectivo, que se manifiestan en sentimientos fuertemente relacionados con la depresi¨®n, como la tristeza, la culpabilidad, los impulsos suicidas o los sentimientos de que la vida no merece la pena, y los relacionados con la ausencia de motivaci¨®n, que implica una desgana y falta de inter¨¦s y una incapacidad de proyectarse en el futuro.

Las mujeres obtuvieron en general resultados m¨¢s altos relacionados con el sufrimiento afectivo en los 10 pa¨ªses y las respuestas ofrecidas por espa?oles, franceses e italianos fueron consistentemente m¨¢s altas en las dos categor¨ªas.

Uno de los factores culturales que el estudio puso de manifiesto fue el hecho de que la poblaci¨®n mayor de 50 a?os en estos pa¨ªses ten¨ªa un nivel menor de educaci¨®n, variable que fue tenida en cuenta en el estudio y rectificada. Sin embargo, este menor nivel de formaci¨®n acad¨¦mica en relaci¨®n con sus vecinos del norte podr¨ªa contener la clave de una posible explicaci¨®n.

El profesor Martin Prince, coordinador del estudio y profesor del centro de salud mental del Instituto de Psiquiatr¨ªa del King's College de Londres, se?ala que una de las posibles cuestiones a tener en cuenta es la situaci¨®n econ¨®mica. "Uno de los factores a considerar son los recursos financieros de las personas mayores y su nivel de independencia. Si la gente mayor en Espa?a o Francia tiene un nivel menor de educaci¨®n y, por tanto, ha tenido menos posibilidades de conseguir un buen trabajo o poder ahorrar o construir unas reservas financieras s¨®lidas a lo largo de su vida, la dependencia econ¨®mica de la familia o amigos es mucho mayor".

"Pa¨ªses como Espa?a", prosigue, "han vivido s¨®lo recientemente situaciones de mayor bonanza econ¨®mica y puede que estas personas se encuentren en situaciones en las que dependen de sus hijos o no tengan hijos. Esto significar¨ªa que para una minor¨ªa importante la seguridad financiera es escasa, lo que puede llevar a estados de angustia, preocupaci¨®n y ansiedad".

Para el profesor Prince, la desintegraci¨®n de la fuerte estructura familiar tambi¨¦n podr¨ªa ser otra de las razones que une en la desgracia a los tres pa¨ªses latinos. "Tradicionalmente, la familia ha cumplido el papel del soporte y red social en los pa¨ªses del sur de Europa. Sin embargo, cada vez hay m¨¢s personas que no tienen hijos, o cuyos hijos se desplazan a vivir a otros lugares del pa¨ªs, y tambi¨¦n aumenta la tasa de divorcios. Esto puede suponer un problema, especialmente si los Gobiernos no son capaces de intervenir para suplantar el papel cubierto tradicionalmente por la familia, dejando a muchas personas en una situaci¨®n muy vulnerable" apunta Prince.