Fraga atribuye a "un sue?o" la construcci¨®n de la Cidade da Cultura
El ex presidente admite que Madrid no debi¨® decidir el rumbo del 'Prestige'
La Cidade da Cultura naci¨® de un sue?o. El sue?o del entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que quer¨ªa convertir el complejo cultural del Gai¨¢s en el s¨ªmbolo de Galicia. "Una obra que va a ser de las que van a quedar de este tiempo", subray¨®.
La esperada comparecencia de Fraga en la comisi¨®n parlamentaria que investiga la gesti¨®n de la Xunta en la Cidade da Cultura no aport¨® gran informaci¨®n sobre el proyecto, pero s¨ª algunos rasgos acerca de c¨®mo se gest¨® la idea. El que todav¨ªa presidente fundador del PP lleg¨® a la comisi¨®n apoyado en un bast¨®n y acompa?ado en todo momento por sus correligionarios.
El fundador del PP niega que quisiese hacer del proyecto su "mausoleo"
"La Cidade da Cultura es, evidentemente, un sue?o", asegur¨® Fraga. Una de esas obras "muy criticadas" en sus or¨ªgenes, como "la Torre Eiffel", pero que finalmente "son la admiraci¨®n del mundo". Del mismo modo que Gelm¨ªrez promovi¨® la catedral, a pesar de que "cab¨ªa todo Santiago all¨ª dentro", porque "sab¨ªa que aquello iba a potenciar el n¨²mero de peregrinos, hab¨ªa que hacer algo en este tiempo para coronar las muchas razones que tenemos para atraer gente a Galicia". Del mismo modo que en el siglo XII se construy¨® la bas¨ªlica rom¨¢nica y en el XVII la plaza del Obradoiro.
Para precisar su sue?o, Fraga recurri¨® a Fernando VI. El monarca, narr¨® el ex presidente, ante la imposibilidad de ser enterrado en el Escorial junto a su esposa, B¨¢rbara de Braganza, hizo levantar el convento que hoy sirve de sede al Tribunal Supremo.
"Ese convento", explic¨® Fraga, "encontr¨® muchos cr¨ªticos, como pasa con la Cidade da Cultura, y hubo quien hizo este juego de palabras: 'B¨¢rbara reina, b¨¢rbara obra, b¨¢rbaro gusto, b¨¢rbaro gasto'. Pues bien, yo digo lo mismo". "Que digan lo que quieran, pero esa es una gran idea, y el d¨ªa que est¨¦ acabada ir¨¢n muchos a decir que dijeron que era b¨¢rbara pero que no lo era". "Naturalmente", explic¨®, "cuando se desarrolla un sue?o hay que ser decidido y tirar para adelante".
"Los sue?os", insisti¨® el anterior presidente, "son sue?os, y los sue?os sue?os son". Y a?adi¨®, a modo de explicaci¨®n final: "Hubo unos can¨®nigos en la catedral de Sevilla que, cuando se reform¨®" el edificio "dijeron: 'Hagamos un templo tal y tan grande que los venideros nos tengan por locos". "No fue lo que yo pens¨¦", precis¨® Fraga, para quien Galicia "tiene suficiente" para liberarse de "la fama que tiene por ah¨ª de regi¨®n menos desarrollada y que es capaz de dar un ejemplo de la categor¨ªa", que pretende el complejo cultural del Gai¨¢s. El d¨ªa que est¨¦ acabado, aventur¨®, Galicia "tendr¨¢, adem¨¢s del P¨®rtico de la Gloria y las torres barrocas de la plaza [del Obradoiro], algo que sera capaz de sonar en todo el mundo" y que va "a promover una cantidad de turismo, de visitas y de investigadores; una fuente de riqueza especialmente importante".
El ex presidente neg¨® que su intenci¨®n fuese hacerse "un mausoleo, como se ha dicho de forma injusta e inadecuada". Su intenci¨®n es ser enterrado junto a su esposa en el cementerio de Perbes, donde tiene "un nicho peque?ito, de estos que hacen los gallegos de forma tradicional". "No tiene ning¨²n ornamento especial. Ese es mi mausoleo y nadie me podr¨¢ acusar de haber buscado ning¨²n otro", agreg¨®.
Fraga no se extendi¨® mucho m¨¢s en sus explicaciones y evit¨® responder a las cuestiones m¨¢s concretas que le plantearon los portavoces del PSdeG y del BNG, Carlos Aymerich e Ismael Rego. La mayor parte del tiempo sigui¨® el gui¨®n de argumentos que le pasaron del grupo parlamentario del PP, el mismo que acababa de usar su sucesor al frente del partido, Alberto N¨²?ez Feij¨®o. Se acord¨®, eso s¨ª, de precisar que ni ¨¦l ni Feij¨®o intervinieron "especialmente" en la gesti¨®n del proyecto, que estaba en manos de los conselleiros de Cultura y Hacienda. Aunque ¨¦l mismo hizo "lo posible por coordinar", por lo que asume "la responsabilidad de los fallos".
Fraga, en la misma l¨ªnea de sus colaboradores, justific¨® el incremento de coste de la Cidade da Cultura en que "el tiempo pasa y las cosas tienden a subir". "Cambiar de nombre a los edificios es f¨¢cil, pero lo que est¨¢ claro es que al final va a costar m¨¢s", advirti¨®.
Al margen de la Cidade da Cultura Fraga aport¨® una opini¨®n relevante en torno a la cat¨¢strofe del Prestige. "Ahora resulta que ten¨ªamos raz¨®n los que quer¨ªamos la competencia sobre ciertas zonas del mar". "Desde Madrid", admiti¨® el presidente, "dif¨ªcilmente se pod¨ªa saber cu¨¢l era la mejor disposici¨®n, sacarlo o meterlo" en una de las r¨ªas.
Los diputados del PP despidieron a Fraga de la comisi¨®n con una cerrada ovaci¨®n.
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