El reino de la buler¨ªa

Ha vuelto a cantar Juan Moneo Lara, El Torta. Despu¨¦s de un tiempo en que no lo hac¨ªa, ha grabado un disco en directo titulado Momentos y lo present¨® en este concierto. Ha dejado su Jerez natal y vive en Cercedilla con el prop¨®sito de reconducir su trayectoria personal, parece que gravemente da?ada desde hace ya tiempo por determinadas adicciones. Lo de decir que present¨® el disco es muy relativo, pues cant¨® lo que se le ocurr¨ªa en cada momento, pues, seg¨²n dijo, no ensaya nunca. Pero le o¨ªmos cantar, que era de lo que se trataba. Y lo hizo bastante bien, a veces muy bien.

Fue, de todas maneras, un concierto irregular, hecho en su habitual estado de nerviosismo, ya que no pod¨ªa parar quieto ni un momento, y a medida que fue avanzando en el cante fue creciendo su estado de nervios. Empez¨® -nos pareci¨®- bastante coartado, como si la timidez le retuviese, y sin embargo en la primera parte fue cuando mejor cant¨®: tientos y tangos, soleares, alegr¨ªas, buler¨ªas por sole¨¢, buler¨ªas. Cant¨® como ¨¦l sabe, en enorme tensi¨®n, lo que dio grandeza al cante. A veces alcanz¨® El Torta el grado de trascendencia de sus mejores tiempos, cuando era uno de los primeros cantaores del escalaf¨®n flamenco. Lo sigue siendo, pero acusa mayores irregularidades quiz¨¢s por falta de pr¨¢ctica.

En la segunda parte, m¨¢s suelto y tambi¨¦n m¨¢s euf¨®rico, hubo de todo: bueno, malo y regular. Cant¨® sobre todo por buler¨ªas, pues no olvidemos que El Torta es un maestro indiscutible en ese palo. Tiene con las buler¨ªas un especial entendimiento, que le lleva a bordarlas muchas veces. Fue, puede decirse, el reino de las buler¨ªas. Cant¨®, tambi¨¦n, por siguiriyas, sinti¨¦ndose, doli¨¦ndose de manera ejemplar. Fue un cante no modelo, pues hubo momentos en que se le fue el grito, pero de notable importancia.

Su sobrino Jos¨¦ Manuel Moneo le acompa?¨® muy bien, y no era f¨¢cil por la t¨®nica general del cantaor. Conoce a su t¨ªo a fondo y se nota. En el concierto, le sigui¨® en todo momento con precisi¨®n, con p¨¢ginas que dejaron bien patente ese acuerdo. El p¨²blico ovacion¨® largamente, muy largamente, a El Torta.