Filtraci¨®n filtrada
El esp¨ªa no vino del fr¨ªo. Emergi¨® al calor de la propia batalla interna que el alcalde de M¨¢laga, Francisco de la Torre, mantuvo con el presidente de su propio partido, Joaqu¨ªn Ram¨ªrez, en la pasada legislatura. Un asunto que termin¨® con un equipo de gobierno dividido; con un bando, apoyando al alcalde y el otro, soportando al primer edil. Sin ese desencuentro, no hubiera existido el caso Ag¨¹era: la redacci¨®n y posterior filtraci¨®n de un informe realizado por un escolta sobre las actividades de la concejal del PP, Rosa Ag¨¹era, y en el que se inclu¨ªan aspectos de su intimidad que nada ten¨ªan que ver con su seguridad. Nada m¨¢s trascender, se inici¨® una campa?a para deslegitimar pol¨ªtica y personalmente a esta edil por parte de algunos de sus propios compa?eros, y fue de tal magnitud que ¨¦sta acab¨® sus d¨ªas como cargo p¨²blico apartada de su propio grupo y en la m¨¢s absoluta irrelevancia. No est¨¢ de m¨¢s recordar lo que en plena pol¨¦mica dijo el propio presidente del PP: "En el caso Ag¨¹era hay mala intenci¨®n".
Sin duda no fue el asunto m¨¢s grave ocurrido en la pasada legislatura, pero si el m¨¢s bochornoso. El pasado jueves se inici¨® en la Audiencia de M¨¢laga la vista oral por estos hechos y en el banquillo de los acusados s¨®lo se sent¨® una persona: el supuesto autor de la filtraci¨®n, un intendente mayor de la Polic¨ªa Local que se enfrenta a una pena de tres a?os de prisi¨®n acusado de un delito de relevaci¨®n de secreto y que lo ha negado todo. El caso Ag¨¹era quedar¨¢ visto para sentencia dentro de unas semanas -la vista se suspendi¨® y se reanudar¨¢ a finales de este mes- pero seguir¨¢ sin conocerse lo esencial.
Desde el inicio de este esc¨¢ndalo, el gobierno de Francisco de la Torre se preocup¨® mucho por conocer el autor de la filtraci¨®n, pero demostr¨® escaso inter¨¦s en averiguar qui¨¦n encarg¨® tan innecesario informe y con qu¨¦ motivos. Es m¨¢s, apenas censur¨® que un escrito que cuestionaba la capacidad de trabajo de un miembro del consistorio y revelara su privacidad personal pasara por las manos de toda la escala de mando de la jefatura de la Polic¨ªa Local sin que ni uno s¨®lo de sus responsables decidiera tirarlo a la basura. Los mismos responsables policiales que demostraron luego su manifiesta incapacidad para velar por la custodia del propio informe, que ten¨ªa el car¨¢cter de confidencial y adem¨¢s atentaba contra el derecho a la intimidad de una persona.
Tampoco la Audiencia Provincial de M¨¢laga determinar¨¢ por qu¨¦ se hizo un informe as¨ª. Este tribunal, aunque resulta poco entendible, no admiti¨® el escrito de acusaci¨®n presentado por la defensa de Ag¨¹era contra el oficial de la Polic¨ªa Local que redact¨® el documento, por lo que transcurrido dos a?os de lo sucedido y a punto ser juzgado los hechos lo esencial parece ser que nunca se va a aclarar. En el juicio lo ¨²nico que se ha puesto en evidencia es el enfrentamiento interno que se vive en el seno de la Polic¨ªa Local de M¨¢laga, donde las fuertes diferencias sindicales se han trasladado a la c¨²pula de mando y en ella se premian descaradamente determinadas afiliaciones. Las mismas siempre, desde que el PP se hizo con la alcald¨ªa.
El caso Ag¨¹era es un desagradable ejemplo de que en pol¨ªtica tu peor enemigo lo tienes a veces al lado. Y de que todo vale para desprestigiar a tu adversario, m¨¢s a¨²n cuando tu adversario es tu compa?ero de filas. La filtraci¨®n del informe puso en solfa el trabajo de esta edil, sin que nadie se sorprendiera de lo verdaderamente relevante: que el fin nunca justifica los medios. Aqu¨ª nadie ha estado a la altura, tampoco Ag¨¹era en la defensa de su presunta dignidad. Est¨¢ a¨²n por determinar qui¨¦n realiz¨® la filtraci¨®n. Pero una certeza tenemos ya. Nadie se ha preocupado por buscar respuesta a esta pregunta: ?Qui¨¦n fue el autor intelectual del caso Ag¨¹era?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.