Visto para sentencia
El cambio clim¨¢tico queda ya en manos de los pol¨ªticos - Ignorarlo ser¨ªa "una irresponsabilidad criminal" - El informe de los cient¨ªficos de la ONU reunidos en Valencia abre la era pos-Kioto
Los cient¨ªficos han hablado y han dejado el cambio clim¨¢tico visto para sentencia. Ellos no tienen dudas de que est¨¢ causado por el hombre -as¨ª lo pone de manifiesto el informe final que el grupo de la ONU ultima desde ayer en Valencia- y ahora le toca a los pol¨ªticos actuar. No hacer nada "ser¨ªa criminal", seg¨²n Naciones Unidas, pero nadie ser¨¢ juzgado por ello. No habr¨¢ excusas porque el texto es contundente y plantea medidas radicales. Aun as¨ª, los gobiernos comenzaron ayer a debatir el texto palabra por palabra.
Espa?a critica que el borrador haya sido suavizado en la ¨²ltima redacci¨®n
Las emisiones se sit¨²an un 35% sobre las de 1990, el a?o base de Kioto
El IPCC calcula que hay que invertir el 0,1% del PIB para frenar el cambio
Las inundaciones y sequ¨ªas provocar¨¢n desplazamientos masivos
Los delegados de los gobiernos llegaron, se alegraron con el buen tiempo de Valencia y se acomodaron en la Ciudad de las Artes. Situadas por orden alfab¨¦tico, las delegaciones fueron ocupando sus puestos. Sud¨¢n era un solo se?or, Sur¨¢frica varios y Estados Unidos cinco o seis. Mientras desplegaban sus ordenadores port¨¢tiles escucharon con cort¨¦s atenci¨®n la hora larga de protocolarios discursos (de Francisco Camps al presidente de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial) y cuando las autoridades salieron, comenz¨® la faena: discutir l¨ªnea por l¨ªnea el ¨²ltimo informe de s¨ªntesis del Grupo Intergubernamental del Cambio Clim¨¢tico de la ONU.
La discusi¨®n comenz¨® a la una y a las seis y cuarto, m¨¢s de cinco horas despu¨¦s, los progresos eran notables: los delegados hab¨ªan pactado el texto de dos p¨¢ginas. "Ha habido una discusi¨®n de m¨¢s de una hora sobre si en la segunda p¨¢gina, donde dice cambios en el hielo y la lluvia deb¨ªa decir reducciones", explic¨® uno de los presentes. Al final dejaron "cambios" que era el texto redactado por los cient¨ªficos. La segunda p¨¢gina es en realidad un gran gr¨¢fico as¨ª que no hubo mucho que debatir.
?Qu¨¦ tiene este informe para que 450 adultos de m¨¢s 130 pa¨ªses se enzarcen palabra por palabra sobre su contenido? En teor¨ªa, no es una gran novedad en los datos, ya que sintetiza los informes previos que el IPCC ha aprobado este a?o. Esos informes que han disipado finalmente las dudas sobre la actividad del hombre tras el calentamiento de la Tierra y que le han supuesto el premio Nobel de la Paz. Est¨¢n colgados en Internet y son conocidos.
Eso, en teor¨ªa. Pero en la pr¨¢ctica este es el texto que durante los pr¨®ximos a?os marcar¨¢ la agenda pol¨ªtica sobre el cambio clim¨¢tico, la referencia mundial sobre el estado de la cuesti¨®n, el documento por el que los pa¨ªses han retrasado la crucial cumbre de Bali para comenzar a acordar un acuerdo que sustituya al protocolo de Kioto. Y ah¨ª, cada palabra s¨ª es importante.
Espa?a ha presentado una enmienda denunciando que "este borrador es m¨¢s suave que el anterior" especialmente en la predicci¨®n sobre c¨®mo ser¨¢ el clima en el futuro y los impactos del cambio clim¨¢tico. Estados Unidos da una de cal y otra de arena: aunque en general "aplaude los esfuerzos del informe de s¨ªntesis, considera que no refleja una s¨ªntesis equilibrada" de los hallazgos. La Administraci¨®n de Bush ya no es lo que era.
El Reino Unido pide que se introduzcan m¨¢s datos sobre la preocupante p¨¦rdida de permafrost (la capa de hielo permanente del suelo de la tundra) y critica que no mencione que los oc¨¦anos se est¨¢n acidificando, lo que reduce su capacidad para absorber CO2. Nueva Zelanda hace correcciones de estilo y se?ala las comas que est¨¢n de m¨¢s en el texto.
Pero aunque el texto puede cambiar en sus matices, el fondo ya est¨¢ claro. El calentamiento global es "inequ¨ªvoco" y ciertos impactos del cambio clim¨¢tico ya no podr¨¢n evitarse en este siglo. La temperatura subir¨¢ entre 1,8 y 4 grados cent¨ªgrados a finales de siglo; el mar subir¨¢ entre 18 cent¨ªmetros y 59 cent¨ªmetros y un 20% de las especies se ver¨¢n abocadas a la extinci¨®n.
El informe inicial (y los 22 folios del borrador del texto de s¨ªntesis) destaca que "11 de los ¨²ltimos 12 a?os (entre 1995 y 2006) est¨¢n entre los m¨¢s calurosos en las estad¨ªsticas de temperatura desde 1850", que "los datos de sat¨¦lite desde 1978 muestran que el hielo ¨¢rtico se ha reducido entre un 2,7% y un 3,3% por d¨¦cada" y que en los ¨²ltimos 100 a?os la temperatura ha subido 0,74 grados.
Y lo m¨¢s importante: "La mayor¨ªa del aumento de temperatura observada mundialmente desde mediados del siglo XX es muy probablemente [esto implica m¨¢s de un 90% de probabilidades] debido al incremento observado de la concentraci¨®n de gases de efecto invernadero antropog¨¦nico".
Eso significa, como explic¨® ayer el secretario ejecutivo de Naciones Unidas para el Cambio Clim¨¢tico, Yvo de Boer, a EL PA?S que "ya no hay lugar para el escepticismo. Las dudas se han desvanecido. El calentamiento es un hecho y est¨¢ causado por el hombre. Ahora toca actuar".
El informe ha sido realizado con colaboraci¨®n de m¨¢s de 2.500 cient¨ªficos, los mejores de cada campo, y ahora los delegados de los gobiernos lo discuten para hacerlo suyo. En la reuni¨®n, que se celebra a puerta cerrada, hay presentes ONG como WWF/Adena, Greenpeace o Greenfacts, dispuestas a denunciar cualquier rebaja.
Los pa¨ªses presentan enmiendas al texto para resaltar una u otra cuesti¨®n que les beneficia. Espa?a har¨¢ hincapi¨¦ en la gravedad del aumento previsto de sequ¨ªas e incendios y de la vulnerabilidad de la costa por la subida del nivel del mar.
Con esas previsiones en un estudio aprobado por los gobiernos, no hacer nada ser¨ªa "un acto de irresponsabilidad criminal porque amenaza la vida de miles de personas y ser¨ªa un ataque directo a los m¨¢s pobres", proclama De Boer. Los pa¨ªses han decidido que basar¨ªan sus decisiones sobre el post Kioto en este documento. El presidente del IPCC, el indio Rajendra Pachauri, confi¨® ayer en que la cumbre de Bali "no pierda la oportunidad" para aplicar los mensajes del informe. Pachauri hizo una introducci¨®n muy plana, para no generar malentendidos (recuerden, cada frase cuenta), pero s¨ª destac¨® la solidez cient¨ªfica del estudio.
Actuar supone un reto may¨²sculo. "Se puede crecer econ¨®micamente sin que la econom¨ªa se vea mermada. La Uni¨®n Europea se ha comprometido a reducir sus emisiones entre un 20% y un 30% en 20 a?os y mantener su crecimiento econ¨®mico. ?se es el modelo", a?ade De Boer.
Puede parecer que reducir las emisiones un 20% en un periodo tan largo es un objetivo alcanzable, pero es mucho m¨¢s ambicioso que el del Protocolo de Kioto. En 1998, los pa¨ªses industrializados acordaron en la ciudad japonesa reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 5,2% en el periodo 2008-2012 sobre el nivel de 1990. La mayor¨ªa de los firmantes cumple -no Espa?a- pero ni Estados Unidos ni Australia lo han ratificado y el acuerdo no incumbe a pa¨ªses en desarrollo pero que son grandes emisores, como China, Brasil o India.
El resultado es que la concentraci¨®n de CO2 en la atm¨®sfera es la mayor en 650.000 a?os. En este periodo oscil¨® entre 200 y 280 partes por mill¨®n la atm¨®sfera va ya por 381 partes por mill¨®n. Ha crecido en los ¨²ltimos a?os un 70% entre 1970 y 2004. En 2006, se emitieron a la atm¨®sfera 9.900 millones de toneladas de carbono, un 35% m¨¢s que en 1990, cuando se puso el contador a cero del protocolo de Kioto. Desde 2000, la acumulaci¨®n de CO2 en la atm¨®sfera ha sido un 35% m¨¢s r¨¢pida de la esperada. En parte por el aumento de las emisiones y en parte porque el suelo y los oc¨¦anos absorben cada vez menos di¨®xido de carbono.
El di¨®xido de carbono, y en menor medida otros gases de efecto invernadero, se acumulan en la atm¨®sfera y retienen parte del calor que emite la Tierra.
La vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, insisti¨® en la idea de que el reto es asumible: "S¨ª se puede crecer econ¨®micamente y reducir las emisiones. Espa?a el a?o pasado las redujo un 4% y creci¨® econ¨®micamente".
El mensaje estaba claramente destinado a los pa¨ªses en desarrollo, que ven con recelo los llamamientos a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Tradicionalmente, estos gases, principalmente procedentes del petr¨®leo y el carb¨®n, est¨¢n asociados al crecimiento econ¨®mico. La energ¨ªa son coches, camiones, f¨¢bricas, riqueza y, por lo tanto, emisiones. De la Vega, candidata del PSOE por Valencia, no dijo que Espa?a emite actualmente un 50% m¨¢s que en 1990 aunque el acuerdo de la UE para cumplir Kioto s¨®lo le permit¨ªa aumentar sus emisiones un 15%.
Los cient¨ªficos del IPCC consideran que hay que evitar por todos los medios que la temperatura media del Planeta aumente dos grados m¨¢s. Para eso es necesario que las concentraciones de CO2 no superen los 550 partes por mill¨®n, algo que, seg¨²n el informe, costar¨ªa entre 0,12% y un 0,06% del PIB mundial.
Eso es lo necesario para, entre otras cosas, cambiar parte del sistema de producci¨®n de electricidad a fuentes renovables, para lo que habr¨ªa que invertir 21 billones de euros. Mientras que el informe inicial hac¨ªa tres menciones a la energ¨ªa nuclear como una de las medidas que pod¨ªan paliar el cambio clim¨¢tico, la palabra ha desaparecido del borrador del informe de s¨ªntesis. Seg¨²n los expertos, la energ¨ªa nuclear no tendr¨¢ un gran peso en la reducci¨®n de emisiones en el mundo y tiene riesgos que limitan su uso. Adem¨¢s de la electricidad, los gobiernos deben actuar mejorando la edificaci¨®n, reduciendo la deforestaci¨®n, mejorando la eficiencia de los veh¨ªculos y promoviendo un cambio en los h¨¢bitos de vida.
Si en Bali los gobiernos salen sin acuerdo, si Kioto no tiene una continuaci¨®n en un acuerdo a¨²n m¨¢s ambicioso, los pol¨ªticos tendr¨¢n que explicar por qu¨¦ no hicieron caso al IPCC.
Porque si invertir 30 billones de d¨®lares suena mal, peor suena el aviso lanzado ayer por Yan Hong, secretario general de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial: "El cambio clim¨¢tico tiene tambi¨¦n implicaciones en la paz mundial porque aumentar¨¢ el riesgo de hambrunas y sequ¨ªas que obligar¨¢n a miles de personas a desplazarse".
De seguir el ritmo actual de emisiones, los impactos ser¨¢n devastadores, especialmente en pa¨ªses m¨¢s pobres: la falta de agua, las sequ¨ªas y las inundaciones por la subida del nivel del mar desplazar¨ªan a millones de personas. El calentamiento tambi¨¦n afectar¨¢ a la salud, con un aumento de la mortalidad por las olas de calor, y a la producci¨®n de alimentos, con un aumento de las hambrunas, la malnutrici¨®n y las enfermedades infecciosas. Los cambios en los ecosistemas, en caso de que no se intervenga, prev¨¦n que un 30% de las especies est¨¦n en riesgo de extinci¨®n y que desaparezcan hasta un 30% de los humedales costeros.
En Valencia hubo unanimidad en que es un reto mundial e inexcusable, pero la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, pidi¨® que los informes se hagan "sin alarmismo ni demagogia". El presidente valenciano, Francisco Camps, destac¨® que la clave es la educaci¨®n y que su comunidad es pionera en medio ambiente.
Los ecologistas no lo ven tan claro. Mientras Greenpeace desplegaba sobre el edificio obra del arquitecto Santiago Calatrava una pancarta gigante pidiendo acciones para salvar el planeta, Ecologistas en Acci¨®n recib¨ªa a los delegados con una pancarta: "Bienvenidos a Valencia, capital de la insostenibilidad". Sindicatos, ecologistas y asociaciones han convocado para el jueves un simb¨®lico apag¨®n de cinco minutos para que no se olviden ni se rebajen las conclusiones del informe de Valencia.
De ello depende en parte la agenda de la pol¨ªtica mundial para los pr¨®ximos a?os. Porque con este texto el calentamiento global ya no es un asunto cient¨ªfico, sino pol¨ªtico.
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