Arte expoliado por los nazis se subasta para pagar deudas

El primer destino de las obras de arte expoliadas por los nazis a los coleccionistas holandeses durante la II Guerra Mundial fue penoso. Deb¨ªan engrosar el museo ideado por Hitler para el Tercer Reich y acabaron en dep¨®sitos secretos hallados por los aliados tras la contienda. La segunda etapa del largo viaje de vuelta a sus due?os leg¨ªtimos result¨® m¨¢s serena.

El coleccionista ten¨ªa obras de Rembrandt, Rubens, Tintoretto o Lippi

Custodiadas temporalmente por el Estado, miles de piezas decoraron durante decenios los museos nacionales. La tercera y ¨²ltima estaci¨®n, al menos en el caso de la familia de Jacques Goudstikker, el marchante m¨¢s se?alado del pa¨ªs, ha resultado parad¨®jica. Despu¨¦s de recuperar el pasado a?o 202 cuadros "por razones morales", han subastado la mitad para pagar a los abogados que les ayudaron a conseguirlos.

El caso Goudstikker es muy significativo porque su heredera, Marei von Saher, es la nuera y no mencion¨® las elevadas minutas de los letrados al saludar en 2006 una restituci¨®n hist¨®rica que afect¨® a los fondos de 14 museos estatales. Sin embargo, menos de un a?o despu¨¦s de hacerse legalmente con los cuadros, aseguraba que la subasta de la mitad de una colecci¨®n "que hubiera preferido conservar" evitar¨ªa ser demandada por sus propios asesores legales. Dicho y hecho. La venta fue organizada a escala internacional por la casa Christie's en tres capitales, Nueva York, Londres y ?msterdam, con grupos de telas escogidos en funci¨®n de su val¨ªa. Los m¨¢s importantes para las dos primeras citas. El resto fue para la capital holandesa, donde ayer concluy¨® el largo camino recorrido por los cuadros, en su mayor¨ªa del siglo XVII y de pintores tan reconocidos como Salom¨®n van Ruysdael o Jan van Goyen. Seg¨²n c¨¢lculos de la propia Christie's, la triple venta ha reportado a la familia 12,4 millones de euros.

Con los cuadros no vendidos, que Marei von Saher ha elegido en funci¨®n de las "sensaciones que le produc¨ªa contemplarlos", piensa organizar exposiciones itinerantes. El inesperado giro dado por la colecci¨®n Goudstikker podr¨ªa explicarse, al menos en parte, por lo prolongado de la pugna jur¨ªdica protagonizada por las autoridades holandesas y los descendientes del marchante. Due?o de una selecta tienda en ?msterdam, en su agenda de ventas resaltaban las firmas de Rembrandt, Rubens, Tintoretto, Lippi, Cranach, Giotto o Hans Memling. Su esposa, D¨¦sir¨¦e, muri¨® sin recuperar las obras, vendidas a los nazis, a pesar de haberle pedido al Estado holand¨¦s en 1947 que restableciera las que hubieran sido salvadas. En 1952 lleg¨® a un acuerdo sobre un grupo de cuadros y las autoridades consideraron cerrado el caso. Fue un final a medias que s¨®lo la tenacidad de Marei von Saher y los trabajos de la Comisi¨®n holandesa para la Restituci¨®n de Obras de Arte, que aconsej¨® la devoluci¨®n, consiguieron cerrar. El golpe definitivo, de todos modos, lo han dado los subastadores.