Sombrereros locos del jazz
Los virtuosos Chick Corea y Bela Fleck unen sus fuerzas improvisadoras
El escenario para la entrevista es, cuanto menos, ex¨®tico: los camerinos del Circo Price, en Madrid. Chick Corea, un seguidor confeso del Cirque du Soleil, se encuentra en su elemento: "El circo es una de mis pasiones". Bela Fleck, a su lado, no puede esperar a dar la gran noticia que involucra a la m¨ªtica banda con la que su compa?ero de escenario se dio a conocer a principios de los setenta: "?Sabe ya que Return to Forever van a regresar el a?o que viene?".
El d¨²o menos convencional del jazz contempor¨¢neo colg¨® el martes el "no hay billetes" en la sesi¨®n estrella del XXIV Festival de Jazz de Madrid. Fueron dos horas y media de improvisaciones vertiginosas en torno al repertorio que compone el primer disco que ambos acaban de grabar, The enchantment (Universal). Si la propuesta, desconocida para la mayor¨ªa, pudo coger a m¨¢s de uno en fuera de juego, la situaci¨®n de relativa incertidumbre dur¨® lo que tard¨® Bela Fleck en demostrar que no hay nada que no pueda hacer con un banjo entre las manos. De ah¨ª, a la apoteosis final, con el p¨²blico puesto en pie y los protagonistas de la noche enganchando un bis tras otro.
La cuesti¨®n: ?qu¨¦ hace un m¨²sico de jazz como Chick Corea junt¨¢ndose con un int¨¦rprete de bluegrass como Bela Fleck? Responde el primero: "No tengo ni idea. Un d¨ªa me levant¨¦ y ah¨ª estaba ¨¦l delante de m¨ª, y le dije: 'Bela, ?qu¨¦ pasa contigo, t¨ªo?'. Y Bela me dijo: 'Hola, ?qu¨¦ tal si nos vamos de gira?". Para ¨¦ste, el afamado pianista es algo m¨¢s que un colega de escenario. "Para m¨ª, Chick es como el sombrerero loco que est¨¢ constantemente sac¨¢ndose un conejo de la chistera. Puedo tocar lo que sea, por dif¨ªcil que sea, y me encuentro con ¨¦l respondi¨¦ndome del mismo modo al piano", asegura Fleck. El suyo es un amor compartido. "Lo que me atrajo de Bela", manifiesta Corea, "fue su creatividad, no el banjo en s¨ª, aunque cada vez me gusta m¨¢s el instrumento tal y como ¨¦l lo toca. ?A veces le escucho a trav¨¦s de las paredes de la habitaci¨®n del hotel mientras ensaya y suena exactamente como un piano!".
En el disco, como en directo, la pareja se presenta a pecho descubierto. "Desde un principio tuvimos claro que la idea era ¨¦l y yo solos", aclara Fleck. "La din¨¢mica es muy distinta cuando tocas a d¨²o. Si tienes una secci¨®n r¨ªtmica detr¨¢s puedes escaquearte de vez en cuando y dejarles a ellos, pero aqu¨ª, la secci¨®n r¨ªtmica somos nosotros mismos, y tambi¨¦n los instrumentos solistas". Aunque deba partir de cero cada vez que se sube a un escenario para tocar jazz, Fleck se muestra feliz y contento con el papel que le ha tocado en suerte. "Al final, los estereotipos en torno al bluegrass y el banjo juegan a mi favor porque consiguen que la gente se quede absolutamente sorprendida cuando hago algo que no es bluegrass. Como cuando gan¨¦ dos premios Grammy con un disco en el que interpretaba piezas de Bach, Beethoven y Chopin. Si yo hubiera sido un violinista o un pianista seguro que no habr¨ªa pasado nada".
Si en algo coinciden uno y otro es en su absoluto desd¨¦n por las etiquetas. "No nos hab¨ªamos parado a pensar si lo que hacemos es jazz o bluegrass u otra cosa hasta que hace tres d¨ªas recibimos una llamada diciendo que nuestro disco hab¨ªa ganado el premio al mejor disco instrumental en los Grammy latinos", dice Corea. Una recompensa altamente llamativa para un disco que ni el m¨¢s optimista de los cr¨ªticos calificar¨ªa como latino. "Yo dir¨ªa que The Enchantment es un ba¨²l lleno de sorpresas en el que cabe un poco todo: jazz, m¨²sica ragtime, vodevil, polca...", apunta Fleck.
Chick Corea y Bela Fleck act¨²an hoy en Barcelona (Palau de la Musica) y el 17, en Logro?o (Auditorio de La Rioja).
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