El 11-M del juez Berm¨²dez
La mujer del magistrado publica un libro donde reflexiona junto a su marido sobre el juicio a los autores de la matanza
Elisa Beni, periodista y jefa de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, est¨¢ casada con Javier G¨®mez Berm¨²dez, el presidente del tribunal que juzg¨® el 11-M y ponente de la sentencia. Beni ha escrito un libro, La soledad del juzgador. G¨®mez Berm¨²dez y el 11-M (Temas de Hoy), en el que reflexiona, en ocasiones con ayuda de su marido, sobre diversos aspectos de uno de los juicios m¨¢s importantes en la historia de Espa?a. Lo que sigue son algunos de los episodios m¨¢s destacados del libro.
El juez, a la fiscal: "Chiquilla, olv¨ªdate de lo que publica la prensa"
[Sobre la tertulia de la Cope]: "Resume todos los elementos de presi¨®n posibles"
- Del Olmo y el secreto de sumario en el 11-M. "La imposibilidad moral de conseguir que la poblaci¨®n permaneciera ajena a los datos que se iban acumulando en la investigaci¨®n sobre el mayor trauma colectivo vivido por este pa¨ªs, al menos desde la Guerra Civil, propici¨® ese llenado informativo del que habl¨¢bamos. En mi condici¨®n de comunicadora no puedo por menos que considerar que una pol¨ªtica comunicativa diferente, con mayor transparencia hasta donde lo jur¨ªdico lo hubiera soportado, y una menor patrimonializaci¨®n del sumario por parte de las ¨²nicas personas que ten¨ªan acceso a ¨¦l, hubiera producido condiciones menos proclives a la proliferaci¨®n de teor¨ªas alternativas, dudas sobre las condiciones del procedimiento e, incluso, posteriores juicios paralelos. M¨¢xime teniendo en cuenta que todos los finalmente procesados fueron detenidos en los primeros d¨ªas tras los atentados (...). Del Olmo no es un hombre amante de la prensa. Ni de los periodistas. Un recelo que ya ten¨ªa en sus primeros d¨ªas en la Audiencia Nacional cuando a¨²n estaba en comisi¨®n de servicio y que le costaba dejar caer incluso cuando la relaci¨®n era puramente personal (...). La sociedad tiene derecho a conocer c¨®mo marchan sus asuntos".
- Tres etarras citados como testigos: "Filfa para el procedimiento". "Patata caliente medi¨¢tica y pol¨ªtica. Filfa para el procedimiento. ?sa era la realidad desde el principio, al menos para quien hubiera querido verla. La admisi¨®n de la testifical de tres etarras s¨®lo respond¨ªa a la l¨®gica procesal. Hab¨ªan sido solicitados por un abogado de la defensa, Jos¨¦ Luis Abascal, y el tribunal los hab¨ªa aceptado en nombre del sacrosanto derecho de defensa. Tambi¨¦n algunas acusaciones particulares hab¨ªan pedido que testificaran estos y otros miembros de ETA. Se les deneg¨®. La l¨®gica procesal no se mueve en cauces muy distintos de la l¨®gica normal (...)". "Preservar el derecho de defensa es fundamental, por lo que es dif¨ªcil que se rechacen testificales solicitadas por los defensores (...). Sin embargo, carece de l¨®gica procesal que una parte que ha presentado un escrito en el que acusa y pide pena para los 29 encausados o que dirija la misma hacia personas distintas de las que ella misma est¨¢ acusando. Por ese motivo se rechazaron los testimonios de otros etarras solicitados por la acusaci¨®n ejercida en nombre de ?ngeles Pedraza, la AVT o la Asociaci¨®n de Ayuda a las V¨ªctimas del 11-M. En concreto, los de los etarras Harriet Iragui, Venta Larrondo, Fernando Iracula y Jorge Garc¨ªa Sertucha (...). Resultaba claro para cualquier conocedor del funcionamiento del sistema jur¨ªdico que tales testimonios no iban a tener ninguna relevancia".
- La exhumaci¨®n de cad¨¢veres: "Pura cartucher¨ªa medi¨¢tica". "Al comprar la prensa, un titular saltaba desde la portada de El Mundo. En ¨¦l se avanzaba la intenci¨®n de solicitar la exhumaci¨®n de v¨ªctimas de la masacre del 11-M para comprobar el explosivo 'que utilizaron los terroristas islamistas'. En p¨¢ginas interiores el verbo utilizado era 'podr¨ªan pedir' al tribunal que se procediera a tal exhumaci¨®n para analizar los restos de explosivo que hubieran quedado adheridos a sus cuerpos o sus ropas... Yo, particularmente, me qued¨¦ de piedra. Me sub¨ª al coche y le mostr¨¦ el titular al juez:
- Ya sabes que a m¨ª me dejan fr¨ªo esos avances procesales en prensa. Si alguna vez sucede que se pida, ya resolveremos...
Creo que nunca crey¨® que nadie plantear¨ªa en serio tal cuesti¨®n al tribunal (...). Aunque el juez ten¨ªa siempre previstos los escenarios, sospecho que a ¨¦ste no le dedic¨® mucho esfuerzo.
Ese alejamiento de la realidad period¨ªstica que siempre mantuvo Berm¨²dez a veces no es f¨¢cil de conseguir. El no hacerlo creo que le ha jugado a Olga S¨¢nchez malas pasadas en ocasiones. Esa misma noche, el tel¨¦fono de G¨®mez Berm¨²dez son¨® hacia las nueve, cuando ya est¨¢bamos en Madrid. Era Olga.
Olga S¨¢nchez (fiscal del 11-M). Javier, estoy preocupad¨ªsima con el tema que he visto hoy en prensa, esa burrada de que se pidan exhumaciones...
Javier G¨®mez Berm¨²dez. Chiquilla, olv¨ªdate de todo lo que publique la prensa. Tienes que tom¨¢rtelo todo con un poco de tranquilidad...
Olga S¨¢nchez. Es que dicen que lo van a solicitar los peritos que est¨¢n realizando la pericial de explosivos.
G¨®mez Berm¨²dez. Olga, como bien sabes, los peritos no pueden pedir nada, se limitan a hacer lo que les ha solicitado el tribunal. T¨®matelo con calma porque no puedes estar al pairo de todo lo que a alguien se le ocurra publicar...
O algo por el estilo. Yo s¨®lo o¨ª una parte de la conversaci¨®n. Efectivamente, los peritos no eran parte habilitada para hacer ninguna solicitud al tribunal, ¨¦sta deb¨ªa venir de una acusaci¨®n particular o de una defensa. El juez sospechaba que ninguna har¨ªa efectiva tal petici¨®n y, en efecto, as¨ª fue. El tema de las exhumaciones se qued¨® en pura cartucher¨ªa medi¨¢tica aunque, eso s¨ª, se mantuvo en cartel al menos dos semanas. Con la indignaci¨®n de gran parte de las v¨ªctimas.
Al final todo qued¨® en nada, pero es sencillo imaginar la angustia que debieron de sentir los familiares de muchas v¨ªctimas s¨®lo de pensar en que tal decisi¨®n se adoptara.
- La primera entrevista al juez en EL PA?S. "Hasta ese momento, la postura del diario frente al magistrado -y ¨¦sa es la palabra, frente- hab¨ªa sido bastante beligerante. Yo, como comunicadora, entiendo r¨¢pidamente la situaci¨®n y la posibilidad de que explique su postura en la edici¨®n de m¨¢s tirada del medio m¨¢s hostil; eso s¨ª, la entrevista debe hacerse sobre la marcha.
La entrevista, como en su d¨ªa le dije al propio periodista, un directo al h¨ªgado detr¨¢s de otro. A pesar de ello, creo que el juez qued¨® bien parado".
- El adelanto de la sentencia. "[El 27 de julio] Cinco d¨ªas antes de irnos a C¨¢diz, EL PA?S y El Peri¨®dico de Catalunya hab¨ªan publicado una versi¨®n seg¨²n la cual las deliberaciones estaban totalmente concluidas, 'aunque quedan algunos flecos menores'. Utilizando esa premisa -que daban por buena- deduc¨ªan el titular: 'Los 19 principales acusados del 11-M ser¨¢n condenados al menos a siete a?os de c¨¢rcel'. No es que no se entienda la base t¨¦cnica de la especulaci¨®n, pero lo cierto es que dar por hecho que las deliberaciones de este procedimiento se hab¨ªan concluido en los nueve d¨ªas que mediaron antes de que el juez Garc¨ªa Nicol¨¢s se fuera de vacaciones [el 12 de julio], era dar demasiado por hecho. Supongo que pensar¨ªan que, como en ocasiones hacen algunos tribunales, hab¨ªan ido efectuando deliberaciones parciales durante el juicio. Este dato era totalmente inexacto y, por tanto, la especulaci¨®n fallaba por la base.
EL PA?S explicaba pertinentemente su deducci¨®n: '(...) ya ha concluido sus deliberaciones en lo fundamental y no ha emitido ning¨²n auto de libertad (...), si el tribunal hubiera apreciado que no exist¨ªan pruebas suficientes contra alguno de los imputados presos y que finalmente tendr¨ªan que ser absueltos, estar¨ªa obligado a acordar su inmediata puesta en libertad, como ha ocurrido en tantas ocasiones'. No obstante, a lo que no est¨¢ obligado un tribunal es a tenerlo claro desde el primer momento. Lo que el periodista explicaba, que era cierto, se debe a la afectaci¨®n del derecho a la libertad que puede producirse pero, por ejemplo, si un procesado estuviera adem¨¢s preso por otra causa, no se producir¨ªa esa afectaci¨®n. Vamos, que la casu¨ªstica era m¨¢s compleja que un blanco-y-en-botella.
A esas alturas, no s¨®lo hab¨ªa una l¨ªnea de sentencia puesta, sino que el juez pensaba todav¨ªa repasar todo el sumario. Las fuentes de las que bebieron estos periodistas deb¨ªan de conocer poco la forma de trabajar de G¨®mez Berm¨²dez porque el juez no delibera jam¨¢s durante los juicios. No le gusta. Entiende que para valorar la prueba de forma conjunta -m¨¢xime en procesos complejos y con muchos matices- es preciso tenerla toda sobre la mesa. Cada cosa tiene su momento. Y cada cuesti¨®n, el suyo para ser contada". [Algunas p¨¢ginas despu¨¦s, Beni se refiere a otra informaci¨®n de un diario econ¨®mico, en los d¨ªas previos a la sentencia, sobre supuestas discrepancias de los tres magistrados en los ¨²ltimos d¨ªas de octubre y la posibilidad de que existan votos particulares. La mujer del juez lo aclara]. "Teniendo en cuenta que los jueces no hab¨ªan vuelto a verse ni a hablar desde mediados de julio y que todo lo deliberado lo hab¨ªa sido por unanimidad, la cosa resultaba pasmosa".
- Tertulia de la Cope: "Un regalo envenenado".
Federico Jim¨¦nez Losantos. "Las carreras de ellos dependen, como dec¨ªa Pedro J... El hecho es que han probado el halago. No es lo mismo haber recibido de Prisa s¨®lo bofetadas... Ahora es que la derecha no se queja y la izquierda nos ama. Es una tentaci¨®n notable. Ha conseguido, como el gran actor que es House -aparte de buen juez-, que diga lo que diga se puede permitir hacer justicia porque se ha legitimado...".
Pedro J. "S¨ª, pero si la sentencia no le gusta al PSOE, este se?or, que hace tiempo que ha hecho m¨¦ritos para ello , no llegar¨¢ a la Sala Penal del Tribunal Supremo hasta el borde de la jubilaci¨®n y... Es decir, que la realidad... Yo estoy convencido de que estamos hablando de una persona que tiene ideales, pero seguro que habr¨¢ a su alrededor familiares, amigos que le dir¨¢n '?oye!, ?pero no seas tonto!...".
"Una conversaci¨®n meritoria porque resume pr¨¢cticamente todos los elementos de presi¨®n posibles; a saber, la represalia, la regal¨ªa, el halago, la opini¨®n p¨²blica y los medios de comunicaci¨®n y, por ¨²ltimo, el regalo envenenado: si lo que haces no me gusta, ser¨¢ porque alguno de los anteriores ha hecho efecto. Un c¨ªrculo diab¨®lico porque ante todo el c¨²mulo de presiones que, seg¨²n se exhibe y se argumenta, puede realizar la otra parte, s¨®lo una soluci¨®n que avale mis posturas implicar¨¢ la bondad ¨¦tica, profesional y personal de los jueces. Y ¨¦sa es, evidentemente, otra forma de presi¨®n".
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