De estudiantes 'sin papeles' a trabajadores legales y cualificados

"Las mujeres chinas, dedicadas prioritariamente a la hosteler¨ªa, pueden asistir a clase entre las 16 horas y las 18 horas; las senegalesas, dedicadas al comercio en el mercado, despu¨¦s de las 15 horas; las magreb¨ªes, dedicadas en su mayor parte a las tareas dom¨¦sticas; a partir de las 17 horas...". Y as¨ª, hasta lograr cuadrar una franja horaria para estudiar que "respete los horarios laborales" de los distintos grupos que integran un aula de adultos, procedentes de una treintena de pa¨ªses de los cinco continentes, con sus diferencias de estatus jur¨ªdico y econ¨®mico.

Los centros de FPA forzaron al Consell a legalizar las clases de 'irregulares' en 1999

?sta fue la primera tarea -m¨¢s que compleja- que tuvo que abordar el curso 1998-1999 el Centro de Formaci¨®n de Personal Adultas Vicent Ventura, impulsado hace ya 12 a?os por CC OO, al amparo de la Ley de Formaci¨®n de Personas Adultas (FPA) aprobada por las Cortes en 1995. "Un a?o en el que", como recuerda el director, Francisco L¨®pez, "el centro vivi¨® un gran salto, pasando de 15 alumnas extranjeras a 221 adultos procedentes, en su mayor¨ªa, de pa¨ªses del Este de Europa". Los "nuevos alumnos" -canalizados por el Centro de Acogida de Refugiados de Mislata y ONG como Valencia Acoge- eran fundamentalmente "mujeres con un bajo nivel de formaci¨®n y graves dificultades de lecto-escritura".

"El aumento vertiginoso de inmigrantes hacia nuestro pa¨ªs, con el consiguiente incremento de la demanda de clases de espa?ol, hizo que la confederaci¨®n estatal integrara el proyecto a la iniciativa europea Integra", sostienen Teresa Hermoso y Jos¨¦ Beltr¨¢n Llavador de la Universitat de Val¨¨ncia y autores del estudio Nosotros como los otros.

Al estar sujeto a normativa europea de formaci¨®n, el centro se enfrent¨® a nuevos retos de "car¨¢cter organizativo y burocr¨¢tico", explican. "De hecho, mientras la normativa exig¨ªa que un 75% de los estudiantes fueran legales, la realidad demostraba que la mayor parte eran sin papeles, lo que dificultaba la evaluaci¨®n externa de la formaci¨®n, para lo cual hab¨ªa que lograr la regularidad de la asistencia a las clases", apuntan. Este contexto forz¨® que el centro -y la coordinadora de centros de FPA de Valencia- instaran a la Generalitat a legalizar "el acceso a la formaci¨®n de los inmigrantes" mediante el decreto 220/99.

La iniciativa europea aport¨®, pues, al centro otra visi¨®n. Logr¨®, adem¨¢s de abrirse a las actividades de Formaci¨®n Profesional y la incorporaci¨®n de profesorado espec¨ªfico, revertir una situaci¨®n dram¨¢tica: la inserci¨®n profesional de los inmigrantes. Y con ello, el reto de pasar de estudiantes sin papeles, a trabajadores legales y cualificados.