Los padrinos negros
Coinciden en EE UU dos filmes que glorifican la mafia de Harlem de los setenta
"Desde que tuve uso de raz¨®n, siempre quise ser un g¨¢nster". As¨ª arrancaba el cl¨¢sico de Martin Scorsese Uno de los nuestros. Pero estas palabras que pronunciaba Ray Liotta podr¨ªan pertenecer a la biograf¨ªa de la mayor¨ªa de los mafiosos, reales o ficticios, desde Tony Soprano a Al Capone. Odiados y mitificados por igual, sus vidas turbulentas siempre han sido suculento material dram¨¢tico para Hollywood, que acaba de a?adir dos nuevos nombres a su larga lista de homenajeados: Frank Lucas y Nicky Barnes. Estos dos g¨¢nsteres de raza negra, que reinaron en el barrio neoyorquino de Harlem en los setenta, coinciden en las pantallas estadounidenses en dos pel¨ªculas tan opuestas como similares: el largometraje American gangster y el documental Mr. Untouchable.
La primera es una de las producciones m¨¢s caras, violentas y comerciales del a?o. Dirigida por encargo por Ridley Scott y protagonizada por Denzel Washington y Russell Crowe, American gangster (se estrena en Espa?a el 28 de diciembre) es el biopic de Frank Lucas, un chico de pueblo que consigui¨® avanzar en la escala social del crimen como protegido de Ellsworth Bumpy Johnson (inspiraci¨®n para el gran mafioso negro de Shaft) hasta convertirse en uno de los grandes traficantes de hero¨ªna del decadente Nueva York de los setenta.
?Su haza?a? Importar la droga directamente de Vietnam... en los cofres de los soldados estadounidenses que ca¨ªan como chinches en aquella guerra e incluso en el avi¨®n de Henry Kissinger (esto han preferido ignorarlo en el filme). ?Su error? El de todo mafioso, ser insaciable. Uno de los escasos polic¨ªas no corruptos de aquel Nueva York, Richie Roberts, infaustamente c¨¦lebre entre sus colegas por haberse encontrado un mill¨®n de d¨®lares y haberlo devuelto, fue el responsable de hacerlo caer. El duelo Washington-Crowe no ha sido especialmente alabado por la cr¨ªtica pero al p¨²blico no le ha importado: la pel¨ªcula fue la m¨¢s vista el fin de semana de su estreno. "Poder, dinero, drogas, sexo y personajes al margen de la ley siguen siendo infalibles para las taquillas. En la vida de los mafiosos se mezclan las ansias de triunfar en los negocios con los problemas familiares. Ambas cosas afectan a la gente corriente, por eso el p¨²blico tiende a identificarse con ellos", asegura Steven Zaillian, guionista del filme y tambi¨¦n de La lista de Schindler y Gangs of New York.
Mr. Untouchable, en cambio, es un modesto documental dirigido por el veterano Marc Levin centrado en Nicky Barnes, otro traficante de Harlem al que en 1977 The New York Times retrat¨® en la portada de su dominical bajo el titular Mister Intocable. El mafioso pos¨® para el peri¨®dico con sus gafas de Gucci como si fuera una estrella de rock, vanaglori¨¢ndose de la incapacidad de la polic¨ªa para atraparle. "Vaya manera de llamar la atenci¨®n", coment¨® Frank Lucas en la revista New York hace a?os. Lucas y Barnes se odiaban entonces y hoy. Curiosamente, ambos est¨¢n no s¨®lo vivos sino tambi¨¦n libres, pese a que fueron condenados a cadena perpetua.
La silueta a contraluz de Nicky Barnes y su voz rota puebla parte del metraje de Mr. Untouchable, dedicada a analizar su ascenso y su ca¨ªda y en la que ¨¦l mismo narra c¨®mo consigui¨® reducir su condena: "Fue una venganza. Me di cuenta de que mis socios estaban haciendo negocios a mis espaldas y, lo que es peor, uno de ellos se estaba follando a mi amante. Eso es imperdonable. Conmigo no se juega. Espero que les haya quedado claro a todos que si me joden yo les jodo m¨¢s". "Todos" son sus colaboradores m¨¢s cercanos y el c¨ªrculo de decenas de trabajadores con los que Barnes distribu¨ªa hero¨ªna en Nueva York y a quienes decidi¨® delatar, un pecado imperdonable en las sociedades criminales.
Polic¨ªas corruptos
Arrogante, ex yonqui, hoy a¨²n disfruta del dinero que gan¨® entonces pero vive escondido bajo el programa de protecci¨®n oficial de testigos y sobre ¨¦l pesa un contrato de un mill¨®n de d¨®lares. Lucas, en cambio, postrado en silla de ruedas, vive sin miedo, colabor¨® en el gui¨®n de American gangster y asisti¨® al rodaje cada d¨ªa. Su testimonio fue clave para arrestar a cerca de 100 polic¨ªas corruptos, los espec¨ªmenes m¨¢s corrientes entre los detectives neoyorquinos de entonces. Eso le dio la libertad, tras nueve a?os entre rejas.
Las dos pel¨ªculas muestran los estragos causados por la hero¨ªna entre la poblaci¨®n negra con una lluvia de im¨¢genes de jeringuillas y muertos por sobredosis sobre una banda sonora muy rapera en American gangster y muy setentera en Mr. Untouchable. Quiz¨¢ lo m¨¢s curioso sea c¨®mo ambos filmes glorifican a los traficantes. Y c¨®mo esa fascinaci¨®n tambi¨¦n pasa por su raza. RZA, miembro del grupo de rap Wu-Tang Clan y uno de los protagonistas de American gangster lo resum¨ªa as¨ª: "C¨®mo no admirarle. Era negro y acumul¨® 500 millones ¨¦l solo. Para cualquier negro de aquella ¨¦poca eso era un heroicismo. Y se merece mi respeto".


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