"Un pol¨ªtico no puede ser un charlat¨¢n"
Aqu¨ª, a La Ancha, detr¨¢s de las Cortes, vienen muchos congresistas. Si son adversarios, para estrecharse la misma mano con la que se amenazan desde el esca?o; si son compa?eros de partido -lo m¨¢s peligroso en el escalaf¨®n pol¨ªtico, seg¨²n Konrad Adenauer- para limpiar en los manteles la sangre de los cuchillos.
Es un escenario c¨®modo, entre merluzas y solomillos: los pol¨ªticos se expresan con claridad, a veces con gracia. Pero "la cosa cambia fuera del restaurante", afirma Antonio N¨²?ez, economista, director de estrategia de S,C,P,F, la agencia de BMW -be water, my friend- y de la rep¨²blica independiente de Ikea, consultor internacional y asesor de empresarios y pol¨ªticos. "Cuando comen con gente conocida, est¨¢n en su salsa, se sienten seguros; cuando se dirigen a desconocidos, cambian el registro y se olvidan de las leyes b¨¢sicas de la comunicaci¨®n".
Este asesor de comunicaci¨®n cree en relatos hechos de mitos y met¨¢foras
Hacer que llegue un mensaje -pol¨ªtico, publicitario- es hoy m¨¢s complicado. "Somos m¨¢s esc¨¦pticos. Y antes hab¨ªa cuatro relatos; ahora hay cuatro millones". ?Soluci¨®n? "Hay que aprender a contar cosas; si no, nadie nos prestar¨¢ tiempo de atenci¨®n, que es la moneda social de hoy", dice N¨²?ez (Jerez, 1970), que vive entre Barcelona, Madrid y Miami y que vuelca casi 20 a?os de experiencia en el libro ?Ser¨¢ mejor que lo cuentes!, un an¨¢lisis del relato como herramienta de comunicaci¨®n.
?Que cuentes qu¨¦? "Tus conflictos, tus emociones, tus sensaciones... El pol¨ªtico que comunica bien no es el arquetipo del charlat¨¢n, no puede ser un charlat¨¢n". Y lo que le pasa al pol¨ªtico le ocurre -"igual o peor"- al empresario, al cargo p¨²blico. "Hay pa¨ªses en los que se empieza a considerar una falta de respeto no contar bien las cosas", asegura N¨²?ez, que cita a Miguel de Cervantes entre rosquillas de la casa y chocolatinas servidas por Mar¨ªa Jos¨¦, que ha atendido con esmero la mesa 31: "Si desa manera cuentas tu cuento, Sancho -dijo Don Quijote-, repitiendo dos veces lo que vas diciendo, no acabar¨¢s en dos d¨ªas: dilo seguidamente y cu¨¦ntalo como hombre de entendimiento, y si no, no digas nada".
El pol¨ªtico que seduce es "el que no teme contar conflictos personales, debilidades, el que no niega las emociones. No hay nada como un relato personal, que tenga carga emocional, carga sensorial y conflicto. Un pol¨ªtico engancha por sus conflictos".
Magdalena ?lvarez, ministra de Fomento, deber¨ªa entonces enganchar mucho. "Podr¨ªa, pero al querer ocultar problemas se topa con el rechazo. Si hubiera admitido errores, habr¨ªa encontrado mucha m¨¢s comprensi¨®n y perd¨®n". Y manejar un relato es dif¨ªcil, "porque no est¨¢ en manos del que lo emite, est¨¢ en manos de la gente, que lo edita, lo corta, lo pone en su blog, lo deforma...".
N¨²?ez, que trabaj¨® con chilaba y guardaespaldas en Argelia para una bebida competencia de la Coca Cola y asesor¨® en las elecciones que dieron el Gobierno de Portugal a Ant¨®nio Guterres, elige, cuando puede, la pol¨ªtica: "Me atrae el reto de comunicar un programa m¨¢s que las virtudes de un refresco... Es la dificultad de transmitir lo intangible". Por eso ama las met¨¢foras y se desvela para elegir el mito correcto.
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