Los venezolanos dicen no a Ch¨¢vez
La reforma constitucional perdi¨® por un punto, con un 44,11% de abstenci¨®n - El presidente promete batalla: "No se pudo por ahora, pero lo mantengo"
Despu¨¦s de m¨¢s de nueve horas tras el cierre de las urnas, cuando ya se hab¨ªan o¨ªdo caceroladas en Caracas, cuando la impaciencia entre los dirigentes opositores para que se hicieran p¨²blicos los resultados era manifiesta, el Centro Nacional Electoral de Venezuela oficializ¨® lo que la mayor¨ªa de los venezolanos sab¨ªa a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles: por primera vez en nueve a?os de Gobierno y tras 11 victorias electorales, el presidente Hugo Ch¨¢vez sufr¨ªa una derrota en las urnas con el rechazo a la reforma constitucional por la cual tendr¨ªa acceso a la reelecci¨®n indefinida.
Tres millones de sus votantes en 2006 se decantaron por la abstenci¨®n
Fue s¨®lo un punto de diferencia (menos de 200.000 votos) el que inclin¨® la balanza. Los partidarios del s¨ª se quedaron en un 48,94% (4.335.136 votos), frente al 50,70% del no (4.504.354).
Ch¨¢vez reconoci¨® la derrota alrededor de la una y media de la madrugada (6.30 en la Espa?a peninsular) pero utiliz¨® en su anuncio la expresi¨®n "por ahora", la misma que usara cuando encabez¨® el fallido golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. "Ni una sola coma de esta propuesta yo retiro", declar¨®. "Contin¨²o haciendo la propuesta al pueblo venezolano. Esta propuesta est¨¢ viva, no est¨¢ muerta. No se pudo por ahora, pero lo mantengo".
Record¨® que en las elecciones presidenciales de 2006 obtuvo el voto de 7.300.000 venezolanos, de los cuales tres millones se abstuvieron el domingo. "Estoy seguro de que la inmensa mayor¨ªa sigue con nosotros, no votaron por el no. Se abstuvieron por dudas, temores. Falt¨® tiempo y capacidad para explicar, a lo mejor, pero all¨ª hay bastantes elementos pol¨ªticos y estad¨ªsticos que debemos tomar en cuenta para continuar en esta batalla".
El profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad Central de Venezuela, Javier Biardeau, es uno de los tres millones de abstencionistas afectos al oficialismo. "La reforma no ha calado en los sectores populares y medios. Hubo tambi¨¦n resistencia en los gobernadores y alcaldes oficialistas para movilizar a la gente. Y el Partido Socialista Unido de Venezuela [en el que Ch¨¢vez logr¨® concentrar este a?o a casi todas las fuerzas que lo hab¨ªan apoyado desde 1998] no tuvo capacidad de acci¨®n. Hay disputas internas que han sido solapadas por el refer¨¦ndum, pero los problemas siguen ah¨ª", a?ade.
"La responsabilidad de la derrota es de aquellos que convencieron a Ch¨¢vez de que la revoluci¨®n depende de su figura", dice Biardeau. "Es un error. Probablemente sin ¨¦l no haya revoluci¨®n, pero s¨®lo con ¨¦l tampoco".
Otros sostienen que la derrota se ha debido a que la sociedad venezolana no est¨¢ dispuesta a entregarle un cheque en blanco.
Luis Vicente Le¨®n, director de la empresa de encuestas Datan¨¢lisis, asegura que la campa?a de Ch¨¢vez fue muy buena, que los ataques al rey Juan Carlos y a los Gobiernos de Colombia y Espa?a surtieron un efecto favorable. "Pero al presidente le falt¨® tiempo", indica Le¨®n. "Una semana antes el no estaba nueve puntos por encima. Consigui¨® remontar la diferencia hasta dejarlo en casi un empate", a?ade.
La p¨¢gina de Internet Aporrea.org, "para la construcci¨®n del socialismo del siglo XXI", ha incorporado colaboraciones como la de Aldo Bianchi que invitan a reflexionar sobre las causas de la derrota: "La campa?a fue muy corta", asume Bianchi, "el presidente no pudo impulsar sus ideas a todos". Bianchi critica la gesti¨®n en cuestiones que fueron grandes logros del Gobierno al principio de su mandato. "Fall¨® Mercal [la red de tiendas a bajo precio para la poblaci¨®n m¨¢s desfavorecida] que decay¨® sustancialmente. Uno iba a los Mercales y no consegu¨ªa casi nada. Se descuid¨® Barrio Adentro [programa que destin¨® a miles de m¨¦dicos cubanos a los barrios donde no sub¨ªan los doctores venezolanos] y las Boticas Populares. Se descuid¨® la cuesti¨®n de las escuelas bolivarianas. Muchos liceos, entre ellos el de mi hija, carecen hasta de pupitres".
Noche de sospecha y suspense
Nunca se hab¨ªa tardado tanto en la historia reciente de Venezuela en ofrecer unos resultados electorales. Desde las cuatro de la tarde en que se cerraron las urnas hasta pasada la una de la madrugada (seis de la ma?ana en la Espa?a peninsular), no se ofreci¨® un solo dato. Todo lo que hab¨ªa eran especulaciones. Los tel¨¦fonos echaban chispas. Y los datos iban confluyendo en la misma direcci¨®n: tras el cierre de las urnas, los primeros sondeos auguraban una victoria muy estrecha del Gobierno. Las caras de algunos informadores del canal opositor Globovisi¨®n reflejaban tristeza. A las cuatro horas se hablaba de "empate t¨¦cnico". Y los periodistas de este canal no pod¨ªan disimular la alegr¨ªa. Oficialmente nada se supo hasta que pasada las siete horas sal¨ªa el vicepresidente, Jorge Rodr¨ªguez ante los medios reconociendo que los resultados estaban "re?idos".
Pero entonces corri¨® el rumor de que la ventaja del 'no' era superior a seis puntos. Como el Centro Nacional Electoral segu¨ªa sin ofrecer datos, varios dirigentes opositores comparecieron ante los medios denunciando de forma muy acalorada la retenci¨®n de los datos. En decenas de barrios del pa¨ªs empezaron a sonar las cacerolas. Y cuando, pasada la media noche, la una de la ma?ana en Venezuela, el CNE aclar¨® que el 'no' hab¨ªa vencido por un punto, en medio de la celebraci¨®n muchos opositores segu¨ªan pensando que la diferencia era mayor y que hab¨ªa fraude por parte del Gobierno.
"Esa creencia no tiene fundamento", se?ala Luis Vicente Le¨®n, director de Datan¨¢lisis. "Pero se debe a que en un conteo r¨¢pido que hac¨ªamos en mi empresa con el 60% de los votos, nos daba una ventaja del "no" por encima del 8%. Esa cifra no era muy representativa porque proced¨ªa de las grandes ciudades, cuyos centros electorales cierran primero. Pero faltaba el 40% de las zonas rurales, donde supuestamente el chavismo tiene mucho m¨¢s fuerza. No se pod¨ªan sacar conclusiones estad¨ªsticas. Por eso, el CNE ten¨ªa que esperar hasta el 90% para ofrecer datos fiables. El CNE ten¨ªa que haber informado sobre cu¨¢l era la situaci¨®n, pero eso significaba decirle al pa¨ªs que los n¨²meros estaban empatados, cosa que por ley no pod¨ªan hacer hasta que los resultados fuesen irreversibles. Por tanto, su actuaci¨®n fue correcta", concluye Le¨®n.
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