Regresa A¨ªda
Regres¨® A¨ªda, media hora m¨¢s tarde de lo que dec¨ªan las parrillas, no s¨¦ si por causas ajenas a la voluntad de la cadena o, precisamente, por maniobras de la misma para atar al espectador con algo que espera sin ofrecerle lo que espera y as¨ª, de paso, no emigra a la competencia. Bueno, la cuesti¨®n es que volvi¨®. Se trata de una de las series con m¨¢s ¨¦xito de audiencia.
No es un producto del mont¨®n en la caba?a espa?ola de teleseries. No es una comedia ca?¨ª porque en ¨¦sas no entra que alguien atropelle a otro para probar si era verdad que pod¨ªa moverse. Tampoco es costumbrismo porque nadie en este g¨¦nero se pasa d¨ªas intentando matar al due?o del bar sin otro resultado que dejar coja y frita a la pobre v¨ªctima de sus intentos, el empleado inmigrante. Tampoco es surrealismo, o lo que se entiende en las vulgatas al uso sobre este t¨¦rmino, porque detr¨¢s de tanto esperpento hay el retrato extremo pero veros¨ªmil de unas almas desastrosas. Tampoco es una serie de altos vuelos filos¨®ficos porque no hay ning¨²n personaje capaz de hablar como un libro, y cuando A¨ªda se pone serie e intenta definir su vida s¨®lo le sale que es "como mis tetas, cada vez m¨¢s para abajo".
Pero da igual que no encaje en las taxonom¨ªas de g¨¦neros. Precisamente en sus viajes fren¨¦ticos por distintos registros est¨¢ lo mejor y peor. A¨ªda puede rondar la chabacaner¨ªa m¨¢s facilona, el chiste m¨¢s t¨®pico y, al mismo tiempo, proponer escenas impredecibles, demoledoras.
El d¨ªa de su regreso hubo de todo, m¨¢s de lo segundo que de lo primero. Ah¨ª est¨¢ A¨ªda, borracha, vomitando en la sala de juntas en lugar de barrerla, e intentando sin ¨¦xito resbalar por la mesa del consejo como hac¨ªan en un anuncio de limpiatodo.
Y todo ello sustentado con un buen reparto, en casi todos los personajes, y el excelente trabajo de Carmen Machi.
A¨ªda.
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