Una falsa novela mitol¨®gica
Narrativa. En realidad, si algo marc¨® para siempre la vida y obra de Raymond Queneau (1903-1976) fue su inicial adscripci¨®n al surrealismo, reci¨¦n llegado a Par¨ªs a los 25 a?os y tras su servicio militar en Argelia y Marruecos, base que no abandonar¨ªa jam¨¢s a lo largo de toda su vida y polifac¨¦tica obra. Pues Queneau fue un aut¨¦ntico pol¨ªgrafo, enamorado de casi todas las ciencias y de literaturas diversas, poeta multiforme, narrador incansable y ensayista disperso que no ces¨® nunca de trabajar, desde su infancia normanda hasta su muerte en Par¨ªs mucho despu¨¦s, ya encarrilada su vida en la editorial Gallimard, que se lo est¨¢ devolviendo a trav¨¦s de sus obras completas en La Pl¨¦iade (cuya serie dedicada a la Historia inici¨® y dirigi¨® despu¨¦s), de la que ya se han publicado tres vol¨²menes, uno recogiendo todos sus poemas -10 libros, entre ellos una falsa novela en verso (Roble y perro) y la c¨¦lebre serie combinatoria Cien mil millones de poemas (compuesta de 14 sonetos elevados a 14 combinaciones y variaciones diferentes), o una canci¨®n, Si t¨² imaginas, que hizo c¨¦lebre Juliette Greco-. Mientras, los dos tomos siguientes han recogido sus 17 novelas, de las que la ¨²ltima es la que ahora aparece por vez primera entre nosotros, El vuelo de ?caro, que es sin duda una de las mejores. Y que, al mismo tiempo, permite descubrir el sentido del juego y la iron¨ªa del pol¨ªgrafo universal que fue Queneau enamorado de todas las literaturas y todas las ciencias a la vez, investigador de los "locos literarios", y creador de una larga y falsa novela repetitiva, los Ejercicios de estilo, un alarde de combinaciones sin fin, ya incluidos p¨®stumos en estos vol¨²menes, por el momento finales de esta serie.
El vuelo de ?caro
Raymond Queneau
Traducci¨®n de Elisenda Julibert y Lucas Vermal
Marbot. Barcelona, 2007
304 p¨¢ginas. 17,50 euros
Mas ?por qu¨¦ he llamado falsa a esta novela? Pues porque casi todas las que escribi¨® Queneau lo son, de una u otra manera, y ello desde la primera, Roble y perro, porque lo hizo en verso por a?adidura. Y hasta la segunda misma, Basura, para la que utiliz¨® los recuerdos de su servicio militar en Argelia y Marruecos, como en Cara de perro, que no son anticolonialistas, como cabr¨ªa esperar. De la misma manera, Odile es una falsa novela sobre sus relaciones con el surrealismo -donde se apart¨® de la dictadura de Breton gracias a sus relaciones con Bataille-, y su d¨ªptico "irland¨¦s" sobre Sally Mara (nacido de su admiraci¨®n por Joyce) no son dos falsas novelas, er¨®tica la primera, o independentista la segunda, sino sendas parodias, como tambi¨¦n lo es su famosa novela picaresca Zazie en el metro, que le otorg¨® su popularidad final. Pues tambi¨¦n la aprovech¨® para, mientras entraba en la Academia Goncourt, crear el Colegio de Pataf¨ªsica (herencia del presurrealista Jarry) y el Oulipo -Taller de Literatura Potencial-, y lanzar Flores azules, que es una falsa novela sobre la historia, de la que ya me ocup¨¦ en estas mismas p¨¢ginas. Aunque le quedaba el broche final, esta obra maestra que es El vuelo de ?caro, una falsa novela mitol¨®gica que define y redondea su sentido del humor y de la parodia y su enciclopedismo global hasta el final.
Y si digo de esta su ¨²ltima novela que es falsa es porque se trata de una parodia moderna y disparatada de la leyenda griega o mito del vuelo de ?caro propiamente dicho. Si este mito cl¨¢sico cuenta la historia de un joven griego enamorado de volar y del Sol, que intent¨® acercarse al astro fabric¨¢ndose unas falsas alas, con plumas pegadas con cera, que se derriti¨® por el calor conforme se acercaba, precipit¨¢ndose al final en las aguas, la novela de Queneau se resume dentro de este ca?amazo evidente. Y ?acaso la pel¨ªcula de Kubrick 2001, una odisea del espacio -que es posterior a esta novela- no resulta ser una nueva versi¨®n, aunque catastrofista, de este mito cl¨¢sico?
Bien, un personaje reci¨¦n nacido en un manuscrito de un escritor -Hubert o Lubert (que es Flaubert) y bautizado como ?caro- es absorbido por una corriente de viento y lanzado al aire y a su aire, por lo que el escritor encarga a un detective privado, Morcol, que le siga, descubra y se lo devuelva, como as¨ª lo hace infructuosamente, aunque roz¨¢ndole los talones. ?caro va de bar en bar, fumando puros y bebiendo absenta, mientras se enamora -o casi- de una falsa Helena de Troya, despreciando a una sobrina del due?o de todo, Mallarm¨¦, y escapando por los pelos a su servicio militar, arroj¨¢ndose en brazos de la mec¨¢nica, los autom¨®viles y la velocidad, hasta que descubre el vuelo y se lanza al espacio en busca del Sol, que al final le quemar¨¢ el globo y se hundir¨¢ en las aguas (quiz¨¢ del Sena) en compa?¨ªa de su falsa amada, en un perfecto final repleto de amor y de alegr¨ªa. La traducci¨®n conserva los nombres originales, y lo explica muy bien. ?Cabe mayor humor dentro de esta globalizaci¨®n surrealista de un pol¨ªgrafo enciclopedista genial? -
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