Un problema de espacio en una estructura envejecida

La ciudad sanitaria de Vall d'Hebron es el mayor complejo sanitario de Catalu?a. Formado por tres grandes hospitales (el general, el infantil y el de traumatolog¨ªa), con una plantilla de 6.367 trabajadores sanitarios y 1.290 camas de hospitalizaci¨®n, realiza cada a?o m¨¢s de 50.000 intervenciones quir¨²rgicas, 62.000 ingresos, 700.000 consultas externas y 250.000 urgencias. La mayor parte de esta actividad recae sobre el viejo edificio de color rojo situado sobre la Ronda de Dalt.

En el Departamento de Salud existe preocupaci¨®n por el rosario de incidentes ocurridos en unos centros sanitarios que ahora acusan la vejez de sus estructuras y una sobrecarga asistencial enorme. En el hospital general, pr¨¢cticamente todo el espacio se destina a las consultas. Los facultativos no disponen de despachos ni espacios donde trabajar y las salas de espera aparecen cada vez m¨¢s saturadas. En el servicio de extracci¨®n de sangre se han producido en ocasiones desmayos a causa de las aglomeraciones de pacientes. Todo ello en un contexto de creciente necesidad de espacio para actividades no directamente asistenciales, como la investigaci¨®n, que resultan imprescindibles para mantener el nivel de excelencia.

Segundo en investigaci¨®n

Vall d'Hebron es, despu¨¦s del Hospital Cl¨ªnico, el segundo mayor centro espa?ol de investigaci¨®n biom¨¦dica por el n¨²mero de publicaciones en revistas cient¨ªficas de proyecci¨®n internacional.

Entre los proyectos ya aprobados que podr¨ªan verse afectados por un cambio de planes figura el nuevo Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica. Se trata de un edificio de 17.000 metros cuadrados con capacidad para 370 investigadores, que se construir¨¢ en una parcela adquirida para este prop¨®sito, la antigua escuela de formaci¨®n Mar¨ªa Auxiliadora, situada por encima del actual recinto, al otro lado de la calle de Sant Gen¨ªs.

El lugar m¨¢s id¨®neo, en principio, para ubicar el nuevo hospital ser¨ªa la parte norte del recinto, donde ahora hay un gran aparcamiento, el edificio del Pabell¨®n de Gobierno y la escuela de Enfermer¨ªa, que deber¨ªan ser derribados. Esta ubicaci¨®n permitir¨ªa acometer las obras sin interrumpir la actividad asistencial, como se ha hecho en el caso del nuevo hospital de Sant Pau. Aparte del coste econ¨®mico, que puede ser considerable, entre los eventuales inconvenientes figura el de los accesos. El actual hospital general se encuentra a pie de metro, pero el recinto tiene un importante desnivel. Situarlo en su parte m¨¢s alta plantea un problema de acceso que deber¨ªa ser resuelto mediante alg¨²n sistema de tracci¨®n.