El bofet¨®n queda fuera de la ley

Para unos marca un cambio de mentalidad, introduce ante todo una sanci¨®n cultural m¨¢s que legal, para otros es una exageraci¨®n que no cambiar¨¢ la aplicaci¨®n de la ley. El debate sobre si se debe prohibir por ley una bofetada a un hijo sigue incluso despu¨¦s de modificarse ayer la ley.

Y seguir¨¢. El Consejo de Ministros aprob¨® con los votos del PSOE, IU, ERC y el Grupo Mixto (184, a favor; 162, en contra y ninguna abstenci¨®n) la eliminaci¨®n del ¨²ltimo resquicio que amparaba el castigo f¨ªsico a los ni?os en la legislaci¨®n espa?ola. El art¨ªculo 154 del C¨®digo Civil permit¨ªa que los padres o tutores "corrigieran" moderadamente a los hijos. A partir de ahora dir¨¢, en cambio, que ¨¦stos deben "respetar su integridad f¨ªsica y psicol¨®gica". El cambio se ha introducido aprovechando que se aprobaba la Ley de Adopci¨®n Internacional.

No es casualidad que los grupos conservadores de la c¨¢mara baja (PP, PNV, CiU y Coalici¨®n Canaria) est¨¦n a favor de dar un cachete en casa o, como argumentan algunos, de no entrar a juzgar este tipo de cuestiones, si se trata de castigo moderado, porque son "del ¨¢mbito familiar". ?ste tema ha estado en el debate p¨²blico en numerosas ocasiones. De hecho, el C¨®digo Civil de 1889 recog¨ªa la "facultad de corregir y castigar moderadamente", una f¨®rmula muy similar a la que se ha mantenido en los ¨²ltimos a?os. Y esta redacci¨®n no se cambi¨® hasta casi 100 a?os despu¨¦s, en 1981, como record¨® en el debate parlamentario el ponente socialista Mario Bedera, para defender la nueva modificaci¨®n. "El derecho es un producto hist¨®rico y es obligatorio adaptar la legislaci¨®n a lo que demanda en cada momento la mayor¨ªa de la sociedad", explica Bedera.

La Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o de Naciones Unidas, ratificada por Espa?a en 1990, insta, en el art¨ªculo 19, a los pa¨ªses a "adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al ni?o contra toda forma de perjuicio o abuso f¨ªsico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotaci¨®n, incluido el abuso sexual, mientras el ni?o se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo".

"Naciones Unidas ha manifestado ya dos veces su malestar -la primera en 1994 y la segunda en 2002- porque Espa?a no hubiera modificado este art¨ªculo del C¨®digo Civil", recuerda Mario Bedera. El PSOE dice que pretend¨ªa adem¨¢s con esta medida "impulsar un cambio cultural, generalizar la idea de que a los ni?os no se les puede pegar de ninguna manera", a?ade el diputado socialista.

El catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Universidad de Sevilla, experto en temas de infancia, Jes¨²s Palacios, insiste en esa idea. "Lo m¨¢s importante de esta reforma legal es que marca un cambio de mentalidad, un cambio de ¨¦poca, y esto es muy positivo. Desde que se marca hasta que se traduce a la vida cotidiana pasa tiempo, pero a¨²n as¨ª representa una sanci¨®n cultural sobre el significado de utilizar la violencia con los ni?os". Palacios extiende su reflexi¨®n al problema de la violencia familiar: "Es incongruente que la sociedad considere que se debe condenar a una mujer a cuatro meses de c¨¢rcel por abofetear a su marido, como ha ocurrido recientemente, transmitiendo el mensaje correcto de que no se puede usar la violencia en la relaci¨®n de pareja ni por parte de uno ni del otro, y que luego sea tolerante a la hora de usarla con los hijos".

La pregunta m¨¢s repetida ahora es si se podr¨¢ denunciar a un padre por pegar un cachete a un hijo en su casa o, por ejemplo, en un parque. Uno de los principales expertos en derecho de familia, el abogado Luis Zarraluqui, la responde con claridad: "El incumplimiento de un deber civil no implica necesariamente una sanci¨®n penal, es decir, un delito". Y menciona como ejemplo el caso de la fidelidad a la que se comprometen las parejas cuando se casan por lo civil. Zarraluqui cree que con esta modificaci¨®n no cambia nada en realidad a la hora de aplicar la ley, puesto que antes ya se pod¨ªa sancionar a una persona que diera una paliza a un hijo, pero ve un lado positivo. Opina que es una reforma "m¨¢s bien educativa, que es la ¨²nica arma que sirve de verdad para cambiar las conductas violentas, m¨¢s que cualquier sanci¨®n o multa".

"Se debe aplicar todo dentro de la l¨®gica, el sentido com¨²n", insiste el juez de familia de Sevilla Francisco Serrano. "Lo que tiene que haber en moderaci¨®n, si un ni?o peque?o va a electrocutarse con un enchufe y se le da un cachete en el culo, eso es aceptable. Otra cosa es causarle un da?o f¨ªsico o psicol¨®gico". Y a?ade convencido: "La sociedad es m¨¢s inteligente que el legislador, es decir, la l¨®gica del ciudadano medio. Nadie en su sano juicio va a denunciar a un padre por dar un cachete suave a un ni?o". Serrano ve¨ªa innecesario este cambio legislativo. "Es pura demagogia. No va a modificar las pautas educativas de los padres. Y en los casos de los que dan una paliza a sus hijos, ahora y antes, debe intervenir el sistema de protecci¨®n de menores".

No opinan lo mismo organizaciones como Save the Children o Unicef. Llevan d¨¦cadas peleando con campa?as para que se eliminara este ¨²ltimo resquicio. Consideran el cambio un triunfo y un ejemplo para otros pa¨ªses. Liliana Orjuela, la coordinadora de los Programas de Violencia e Infancia de Save the Children, recuerda a los padres, a modo de consejo, el lema de su ¨²ltima campa?a: "Corregir no es pegar".