Totti, el delantero solitario
Spalletti, t¨¦cnico del Roma, ha construido un equipo con un solo punta
Cuando todos pensaban que el Roma volver¨ªa a hundirse en la miseria con la salida de Fabio Capello, lleg¨® Luciano Spalletti, un se?or de 48 a?os nacido en Florencia, calvo y extremadamente educado para lo que acostumbra el calcio.
Spalletti: "Me hubiera gustado ver la cara de los dirigentes del Madrid en el sorteo"
Nunca una palabra fuera de tono. Nunca una bronca p¨²blica. Y, m¨¢s extra?o a¨²n en el f¨²tbol italiano, ninguna queja sobre los ¨¢rbitros. ?l y Francesco Totti son los s¨ªmbolos del Roma. Cada uno a su manera. Spalletti huye de los focos p¨²blicos y el capit¨¢n los atrae con su carisma y su f¨²tbol brillante. A ambos, sin embargo, les atraen las misiones imposibles. El t¨¦cnico del Roma, ausente ayer en Nyon, la sede del sorteo, asegur¨® que hubiera preferido otro rival. Pero enseguida matiz¨®: "Me hubiera gustado ver la cara de los dirigentes del Madrid cuando ha salido el papel con el nombre del Roma". Totti calific¨® el duelo de "fascinante". El diez sabe que el conjunto blanco nunca ha perdido en el estadio Ol¨ªmpico. Tambi¨¦n sabe que el Roma tiene una pizca de locura en su ADN. Alterna victorias desarmantes con derrotas humillantes como la del a?o pasado en Manchester (7-1).
Spalletti lleva tres temporadas al frente de los giallorossi. En agosto de 2005 cogi¨® las riendas de un equipo que llevaba dos temporadas buscando estabilidad. La salida de Capello (en 2004) hab¨ªa provocado, adem¨¢s de un cabreo monumental por haberse ido ¨¦ste al Juventus, el ac¨¦rrimo enemigo, un profundo desasosiego. Capello hab¨ªa conseguido ganar una Liga -la tercera en su historia- con el Roma. Algo que en la ciudad no se celebraba desde 1983. Las fiestas duraron una semana entera. Era junio de 2001, Roma estaba todav¨ªa pintada de azul -el color del Lazio, que se hab¨ªa llevado el scudetto el a?o anterior- y los hinchas del Roma lo volvieron a pintar todo de rojo y amarillo. Spalletti lo vio por la tele. Estaba al frente del Udinese, al que consigui¨® clasificar para la Copa de la UEFA.
Los que le conocen bien aseguran que lo lleva todo con facilidad porque es una persona tremendamente lista e inteligente. "Ya no quedan caballeros en el f¨²tbol. ?l es uno de los ¨²ltimos", dicen en su entorno. Es un t¨¦cnico muy atento a las relaciones humanas y a los equilibrios en el vestuario. Sabe cu¨¢ndo hay que dar el bast¨®n y cu¨¢ndo la zanahoria. Se encontr¨® con un equipo sin apenas delanteros y tuvo la valent¨ªa y algo de suerte -porque le sali¨® bien la jugada- de inventarse un modelo de juego sin puntas. Lo adapt¨® a la plantilla que ten¨ªa y puso a Totti, un fantasista m¨¢s que un delantero cl¨¢sico, al frente del ataque. Fue el mismo capit¨¢n quien pidi¨® al t¨¦cnico que se dejara de experimentos y confiara en su capacidad goleadora. "Se hab¨ªa dado cuenta de que, con dos puntas, hab¨ªa demasiada confusi¨®n. Totti es Totti: siempre se le escucha y siempre tendr¨¢ un trato especial", explican desde el entorno de Spalletti. El capit¨¢n es especial, s¨ª. Pero no defrauda. Desde que ocup¨® ¨¦l solito la zona de ataque fue como una apisonadora. Nunca antes hab¨ªa marcado tantos goles: 15 en Liga en 2005-2006 y 26 en 2006-2007 que le valieron la Bota de Oro como m¨¢ximo goleador europeo y el t¨ªtulo de pichichi.
El verano pasado dej¨® la selecci¨®n italiana y eso parece haberle ayudado a encontrar la continuidad que nunca tuvo. Se encend¨ªa y se apagaba continuamente como las luces de Navidad. Ahora, es m¨¢s capit¨¢n que nunca y parece haber contagiado a todo el equipo -que marcha segundo en la Liga-. Especialmente a De Rossi, el peso pesado del mediocampo y la cabra loca del vestuario, y a Mancini, un extremo izquierdo sublime.
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