Los parias del calentamiento
Las islas se hunden y los corales se mueren en los mares del Pac¨ªfico
Las jaulas de pescado vivo proliferan en la bah¨ªa de Separang. Los pescadores reman 500 metros desde la orilla en sus canoas y all¨ª vigilan que crezcan bien los peces que llevar¨¢n vivos al lucrativo mercado de Hong Kong. Todo est¨¢ tranquilo en la superficie, pero a tres metros de profundidad, Neil, un pescador, muestra algo raro. En unas celdas de un metro y medio de largo y otro tanto de ancho crecen corales de todo tipo. Neil se sumerge y toma uno granate. Otros parecen plumas y los hay verdes, marrones, azules. El espect¨¢culo es ¨²nico.
Neil nada entre una de las primeras granjas de corales del mundo, una iniciativa pionera de la ONG Indonesia Tepanak con ayuda de la ONU para salvar una de las especies m¨¢s amenazadas por la pesca ilegal y el calentamiento global: los corales.
Un informe del Banco Mundial afirma que una subida de dos grados de temperatura pondr¨ªa en peligro el 30% de los corales del Pac¨ªfico. "Los arrecifes de coral son muy sensibles a cambios en la acidez, y eso ocurre porque el mar absorbe CO2", explica el bi¨®logo Rod Salm, experto en el tema. El mar ha absorbido el 25% de toda la emisi¨®n de CO
2 del mundo en el ¨²ltimo siglo. Ese CO2 aumenta la acidez del oc¨¦ano y reduce la disponibilidad del carbonato que sirve a los corales para crecer, seg¨²n un estudio publicado en la revista Science. El resultado es que los corales se blanquean y mueren. Eso afecta a muchas especies de peces.
Alarmados por la p¨¦rdida de sus arrecifes de coral, que son fuente de turismo y de pesca, las islas del Pac¨ªfico buscan soluciones contrarreloj, como la granja de Separang. "El problema es el blanqueamiento y la miner¨ªa del coral ilegal", explica Cruz Ferdinand, de la ONG Telapak. "Durante d¨¦cadas, los mineros del coral sal¨ªan con un martillo y a pulm¨®n fueron arrasando todo el fondo marino", a?ade.
Esos corales acababan en los acuarios de medio mundo para simular el h¨¢bitat de los peces. A cambio dejaban el fondo de la bah¨ªa marr¨®n, duro, sin vida. Y todo por un sueldo de unos 100 d¨®lares (69 euros) al mes. "El beneficio no se quedaba aqu¨ª, se lo aseguro", dice Cruz, un tipo gigante de cabeza rapada.
Hace dos a?os la organizaci¨®n ide¨® unas granjas de coral. Los mineros como Neil ahora cultivan en unas tablas transparentes en el fondo del mar y cuando crece toman una parte del coral y dejan el resto all¨ª, para repoblar el fondo. Han eliminado a los intermediarios y los martillos. Ya hay proyectos para extenderlo a otras partes de Bali.
El problema con los corales ya se nota pero las previsiones son peores. El estudio de Science prev¨¦ que el aumento de la concentraci¨®n de CO2 en la atm¨®sfera abocar¨¢ a la mayor¨ªa de los corales a su desaparici¨®n antes de 2050.
Este es s¨®lo uno de los muchos problemas que amenazan las miles de peque?as islas del Pac¨ªfico. El director general de Medio Ambiente de Vanuatu y delegado en la Cumbre del Clima de Bali, Russell Nairi, clama: "La comunidad internacional nos ha olvidado, s¨®lo est¨¢n preocupados por su estilo de vida. Ya hemos tenido que mover un pueblo tierra adentro porque el mar anegaba sus casas. Hasta ahora nos abastec¨ªamos de agua subterr¨¢nea, pero la intrusi¨®n marina es cada vez mayor, as¨ª que tenemos que pasar a agua de lluvia, pero cada vez llueve menos".
Dos veces al d¨ªa se reun¨ªan en Bali los delegados de los 43 estados m¨¢s amenazados por el calentamiento para clamar contra su destino. Se quejan de que incluso en el m¨¢s ambicioso de los acuerdos -el que pretende limitar la subida de la temperatura a 2,4 grados- el mar seguir¨ªa subiendo durante siglos entre 40 cent¨ªmetros y 1,4 metros. En el descomunal archipi¨¦lago de Indonesia podr¨ªan desaparecer 2.000 islas.
El secretario de la cumbre del Clima, Yvo de boer, detall¨® en Bali por qu¨¦ Naciones Unidas apuesta por una ambiciosa de reducci¨®n de emisiones: "En agosto nos reunimos las naciones desarrolladas para ver cu¨¢l era el calentamiento aceptable y se acord¨® un rango de emisiones. Entonces el presidente de Palau nos dijo: 'Eso est¨¢ muy bien, pero con sus previsiones yo me quedar¨¦ sin un estado que representar". El ¨²ltimo d¨ªa de cumbre, los miembros de los estados insulares brindaban con unas aparatosas copas. Un cartel resum¨ªa: "Ahogamos nuestras penas antes de ahogarnos nosotros".
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