El 'obispo verde' desaf¨ªa a Lula con sus huelgas de hambre
El prelado de Barra, en Brasil, combate un fara¨®nico proyecto de trasvase
Casi un mes en huelga de hambre contra un proyecto del Gobierno brasile?o de desviar el cauce de un r¨ªo. Y no es la primera vez. Luiz Flavio Cappio, de 61 a?os, obispo de Barra, una localidad del estado brasile?o de Bah¨ªa, desaf¨ªa al presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva al protagonizar una huelga de hambre de 24 d¨ªas, hasta que perdi¨® la consciencia y cay¨® desmayado. Cappio, un religioso franciscano, nombrado obispo por Juan Pablo II, se opone a que se desv¨ªen las aguas del legendario r¨ªo San Francisco, que en sus 2.800 kil¨®metros recorre cuatro estados.
Flavio Cappio est¨¢ convencido de que el proyecto perjudica a los m¨¢s pobres
Del proyecto se lleva hablando desde los tiempos del imperio como posibilidad de llevar agua al noreste pobre y semi¨¢rido, y nadie se hab¨ªa atrevido a meterle el diente, temiendo un desastre ecol¨®gico, la muerte misma del r¨ªo y los problemas que sufrir¨¢n los 12 millones de personas que viven de sus aguas. Lula, desafiando todas las dificultades, decidi¨® emprender las obras, sobre las que pesan 14 sentencias, recurridas ante el Tribunal Supremo.
Contra el proyecto, sobre el que han corrido r¨ªos de tinta de informes de especialistas a favor y en contra, se levant¨® el obispo Cappio, considerado un quijote de la ecolog¨ªa, que en 2005 hizo una huelga de hambre de 11 d¨ªas y que interrumpi¨® ante la promesa de Lula, que lo recibi¨® personalmente, de abrir un debate nacional antes de iniciar las obras. El obispo le crey¨®, interrumpi¨® la huelga y Lula no cumpli¨® su palabra. Y comenzaron las obras.
El prelado, que es tambi¨¦n economista, volvi¨® a la huelga, que esta vez se prolong¨® 24 d¨ªas. De nuevo Lula, que no quer¨ªa un m¨¢rtir sobre sus espaldas, volvi¨® a prometerle dos meses de interrupci¨®n de las obras para discutir mejor el proyecto. Otra vez el presidente brasile?o incumpli¨® su promesa y el obispo, tras haber perdido el conocimiento y ser internado, interrumpi¨® la huelga aconsejado por sus familiares y amigos. Cappio seguir¨¢ liderando un movimiento que ya es nacional, contra lo que ¨¦l llama "proyecto de la muerte" del r¨ªo. En una carta hecha p¨²blica, el obispo cita al profeta Isa¨ªas cuando dice que Dios "fortalece las manos enflaquecidas y las rodillas debilitadas", y que "la venganza es la recompensa de Dios", el cual "abrir¨¢ los ojos de los ciegos y destapar¨¢ los o¨ªdos de los sordos". Y concluye afirmando que "cuando falla la raz¨®n no queda m¨¢s que la locura de la fe".
Para ¨¦l falla la raz¨®n cuando se quiere confundir a la poblaci¨®n con unas obras fara¨®nicas de 6.000 millones de euros, que, en su opini¨®n, favorecer¨¢n s¨®lo a los grandes empresarios agr¨ªcolas, y sin embargo, sus impulsores lo presentan como la causa de los pobres, verdaderos desfavorecidos por el proyecto.
Cappio no es un ingenuo ni un fundamentalista. Todos lo consideran un hombre de fe, que lleva 40 a?os dedicado a los m¨¢s pobres y a estudiar el r¨ªo San Francisco, s¨ªmbolo para ¨¦l de la vida que ofrece sus aguas a los campesinos ribere?os, y cuyos 2.800 kil¨®metros se pate¨® durante un a?o junto con un soci¨®logo y un agricultor para escribir despu¨¦s un libro.
El obispo ecologista, ya recuperado, ha vuelto a su di¨®cesis. No para descansar. Abanderado de las causas desesperadas, seguir¨¢ dando dolores de cabeza al poder.
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