Carlos Abella recorre siete d¨¦cadas de tauromaquia

La fiesta de los toros atraviesa por un interesant¨ªsimo momento, tal vez de los m¨¢s importantes de su reciente historia, por motivo, entre otras causas, del regreso a los ruedos del diestro de Galapagar.

De Manolete a Jos¨¦ Tom¨¢s (Alianza Editorial), el nuevo libro del historiador taurino Carlos Abella, puede ser el valioso instrumento que ayude a la necesidad de repensarla y de prestar atenci¨®n a su reciente historia: "El t¨ªtulo del libro", comenta su autor, "es un gui?o period¨ªstico, porque el nombre de Jos¨¦ Tom¨¢s est¨¢ en candelero y es conocida su confesada admiraci¨®n por El Monstruo y la influencia que en ¨¦l ha ejercido su personalidad; puede parecer un t¨ªtulo oportunista, pero est¨¢ escrito antes de que anunciara su vuelta".

El autor del ensayo considera que "Tom¨¢s es el torero m¨¢s importante desde la retirada de Paco Camino en 1982 y el que m¨¢s ha entusiasmado a los mejores aficionados". A partir de la gran figura de la posguerra que fue Manolete, Abella comienza a hilvanar un detallado recuento de toreros, tanto de las grandes figuras, como de otros muchos cuya peripecia profesional y humana resulta a veces tan interesante como la de aqu¨¦llos.

Dimensi¨®n singular

La manera en que el historiador muestra su trayectoria incide siempre en esa dimensi¨®n heroica y singular que aflora en la personalidad de todos los toreros, independientemente de su relevancia. Ya sean espa?oles o mexicanos: "Ha habido toreros mexicanos muy importantes, aunque el negocio taurino en M¨¦xico tiene su propio funcionamiento y est¨¢ mucho m¨¢s intervenido por los poderes f¨¢cticos que en Espa?a".

En el estudio cobran su importancia real matadores de toros como Armillita, Lorenzo Garza o el cicl¨®n Carlos Arruza, quien logr¨® encandilar a los p¨²blicos espa?oles tanto como lo hizo el propio Manolete. Tras la muerte tr¨¢gica de ¨¦ste, fue Luis Miguel Domingu¨ªn quien recogi¨® el cetro que dejara en el ruedo de Linares para mandar durante la d¨¦cada de los cincuenta, en que tiene lugar la aparici¨®n de otro de los grandes faros que alumbran la tauromaquia contempor¨¢nea: Antonio Ord¨®?ez.

Aunque la figura de Jos¨¦ Tom¨¢s sea omnipresente en nuestros d¨ªas, no lo puede ser hasta el punto de ensombrecer otro nuevo manojo de figuras como son El Juli, Miguel ?ngel Perera, El Cid, Manzanares hijo, Sebasti¨¢n Castella o Alejandro Talavante.