Los pol¨ªticos se modernizan
Dado que la pol¨ªtica tiene m¨¢s de marketing que de otra cosa, y como quiera que hemos entrado en campa?a, nuestros pol¨ªticos han decidido acercarse al pueblo. Crean sus blogs y p¨¢ginas webs, se apuntan a otros portales internacionales y hasta hablan con su propio gui?ol. Persiguen el voto all¨ª donde piensan que es m¨¢s dif¨ªcil de arrancar -entre los j¨®venes- e intentan comunicar que no son tan poco atractivos como intuimos, que son de carne y hueso.
Rajoy se nos desnuda en la Red y nos ense?a al verdadero Mariano. "Lo primero que pens¨¦ al ver a Viri fue c¨®mo me voy a ligar a esa chica". El l¨ªder del PP llega casi a la desenvoltura del presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, quien cogido de la mano de Carla Bruni nos revela en Egipto que el amor no est¨¢ re?ido con la pol¨ªtica.
?Se sienten solos nuestros pol¨ªticos? ?Incomprendidos? Pues un poco s¨ª, a juzgar por lo que confiesa el n¨²mero dos del PSOE en su blog: "Me llamo Pepe, me apellido Blanco. Muchos me reconocen y me conocen muy pocos". No se le puede reprochar al infatigable dirigente socialista que no trabaje para el partido. Pero m¨¢s de una vez da la sensaci¨®n de no ser de este planeta por mucho que se quite la corbata y se ponga unas gafas de ¨²ltima moda. Pepi?o aprovecha tambi¨¦n sus escritos para ensalzar la "mirada limpia" de su jefe, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, quien tampoco quiere quedarse quieto y ha decidido explotar todas las t¨¦cnicas modernas de acercamiento al votante.
El presidente del Gobierno sabe que tener sentido del humor en un desierto de seriedad como es la pol¨ªtica es un tanto a su favor. Los pol¨ªticos americanos han sido siempre unos avanzados al respecto. Bill Clinton se ri¨® de s¨ª mismo en un v¨ªdeo al final de su presidencia. Zapatero no ha llegado a tanto, pero nos hace ver su lado humano al hablar con su propio gui?ol en el v¨ªdeo de campa?a. "M¨¢s dialoguidaz y menos crispacidaz", explica para pedir luego "lealtaz y humildaz".
El v¨ªdeo le ha costado un tir¨®n de orejas de la Real Academia Espa?ola. Cu¨¢nto de aut¨¦ntico hay en todo esto es dif¨ªcil de saber, pero lo que s¨ª trasluce en el fondo es que tambi¨¦n ellos sufren de incomunicaci¨®n.
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