El cord¨®n de la vida

Jennifer es una ni?a con car¨¢cter. Hace unas semanas, los m¨¦dicos del hospital Vall d'Hebron le preguntaron si le importar¨ªa aparecer en el tr¨ªptico de la exposici¨®n El cord¨® umbilical: font de vida, que se inaugur¨® ayer en el Palau Robert, de Barcelona. Los doctores primero se dirigieron a su madre y ella les invit¨® a hablar con la peque?a. "Tiene 11 a?os y, a estas edades, nunca se sabe", dice Carina. Y Jennifer, que se someter¨¢ en meses a un trasplante de m¨¦dula, accedi¨® a fotografiarse con Irene, un beb¨¦ reci¨¦n nacido cuya madre don¨® su cord¨®n. La imagen resume el esp¨ªritu de la muestra: la sangre de ese cord¨®n es una opci¨®n para curar una veintena de enfermedades hematol¨®gicas, entre ellas la leucemia.

Casi nadie piensa en ello en la sala de partos. Y menos la madre que da a luz, que muchas veces ignora que ese cord¨®n roto que acaba en el suelo del quir¨®fano puede salvar vidas. A Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, coordinador de los m¨¦dicos residentes de la planta de ginecolog¨ªa y obstetricia, se le ocurri¨® hace un a?o que adem¨¢s de traer ni?os al mundo pod¨ªan ayudar a los del ¨¢rea de oncolog¨ªa. "Hemos hecho de redactores, fot¨®grafos y hasta de transportistas", explic¨® S¨¢nchez en la exposici¨®n, amenizada por una orquesta de jazz. Marina Geli, la consejera de Salud, agradeci¨® el altruismo de los residentes -"S¨¦ que hac¨¦is muchas guardias y est¨¢is mal pagados"- y ensalz¨® el aumento de donaciones: en 2005 fueron 1.500 y en 2007, 2.600, que se sirvieron para 70 trasplantes. La exposici¨®n consta de grandes plafones y fotograf¨ªas de ni?os donantes y beneficiados, muestra la recogida del conducto y su procesamiento en el banco de sangre. Hay cuatro cunas con cuatro mensajes demoledores: "Es un acto altruista y generoso que no dura m¨¢s de dos minutos"; "Donarlo puede salvar vidas"; "Su sangre es rica en c¨¦lulas madre", y "No supone ning¨²n da?o para la madre ni el beb¨¦".

La exposici¨®n tiene un ¨¢nimo divulgativo porque son pocos los ginec¨®logos que explican la donaci¨®n a las embarazadas y pocas las que tienen la iniciativa. "Hace falta un bombardeo de informaci¨®n", dice Carina. Roser Deulofeu, directora de la Organizaci¨®n Catalana de Trasplantes, cree que al desconocimiento se le a?ade un reparo similar al de la donaci¨®n de ¨®rganos. No todos los cordones sirven: de las 591 donaciones habidas en octubre, s¨®lo 148 fueron ¨®ptimas. Y se necesitan muchas m¨¢s.