El a?o en el que sacaron la 'tarjeta azul'
2007 se cierra con el fin de la tendencia a la baja del paro, menos temporalidad y nuevas leyes de igualdad
El a?o 2007 ha sido el ejercicio en el que Espa?a so?¨® con rozar el pleno empleo t¨¦cnico, pero se cruz¨® la crisis hipotecaria de las subprime, y la posibilidad de acercarse a una tasa de paro pr¨®xima al 5% se evapor¨® con el fin del verano. En junio, el optimismo se hab¨ªa instalado con fuerza, pese a que el ritmo de crecimiento del empleo estaba ya ralentiz¨¢ndose. Los directivos proyectaban altos porcentajes de nuevas contrataciones para el tercer trimestre.
Europa tambi¨¦n se mov¨ªa inquieta, ante la incapacidad de cubrir la oferta de puestos de trabajo vacantes. Franco Frattini, comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, obtuvo en septiembre el visto bueno del Parlamento Europeo a su propuesta de crear una tarjeta azul, similar a la green card norteamericana, con la que atraer a dos millones de inmigrantes muy cualificados a la Uni¨®n Europea y hacer frente as¨ª al d¨¦ficit de profesionales con talento. Qu¨¦ sobrados ¨ªbamos a¨²n. Tanto que hasta la posibilidad de despojar de sus mejores cerebros a los pa¨ªses en desarrollo parec¨ªa contar con un amplio consenso pol¨ªtico.
Los j¨®venes priorizan la existencia de medidas de conciliaci¨®n entre vida laboral y personal a los salarios elevados a la hora de trabajar
Un jarro de agua
Pero con el oto?o cambiaron las tornas, hasta tal punto que incluso a la tarjeta azul le han acabado saliendo potentes detractores (Alemania, Austria, Rep¨²blica Checa y Holanda), lo que no le augura demasiado porvenir. Y no parece un constipado pasajero, como algunos quisieron ver. Todo indica que se ha cerrado un ciclo bonancible, marcado por la tendencia a la baja en la tasa de paro.
Seg¨²n los datos dados a conocer antes de Navidad por Ceprede (Centro de Predicci¨®n Econ¨®mica, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid), a finales de 2008 el n¨²mero de parados alcanzar¨¢ la cifra de 1.942.563, lo que representa 136.100 m¨¢s que los previstos al cierre de 2007. Esas cifras significan que del 8,1% de tasa de paro previsto para el final de este a?o se pasar¨¢, cuando acabe 2008, al 8,5%. Adem¨¢s, seg¨²n Ceprede, en el pr¨®ximo a?o la creaci¨®n de empleo se desacelerar¨¢ hasta una cifra de 414.000 nuevos ocupados, por 630.000 de 2007.
?ste es, grosso modo, el nuevo e incipiente escenario. Sombras sobre un a?o que en Espa?a se cierra globalmente con cifras positivas, con m¨¢s de 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social y una tasa de temporalidad en m¨ªnimos hist¨®ricos, aunque todav¨ªa lejos de unos niveles propios de una econom¨ªa de la zona euro. Del 34,6% de contratos temporales en 2006 se pas¨® al 31,9% en el tercer trimestre de 2007.
Tambi¨¦n ha sido un a?o en el que se han dado pasos efectivos para lograr la progresiva equiparaci¨®n de hombres y mujeres en la empresa. La Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, aprobada en marzo, obliga a que las compa?¨ªas de m¨¢s de 250 trabajadores pongan en marcha planes de equiparaci¨®n que eviten cualquier atisbo de discriminaci¨®n en funci¨®n del sexo.
Sus efectos -que, seg¨²n UGT, implican a m¨¢s de 600.000 mujeres empleadas en dichas compa?¨ªas de mediano y gran tama?o- se ver¨¢n en el medio plazo, aunque hay un terreno en el que las nuevas medidas se van a encontrar con un campo de minas para llevarse a efecto: los consejos de administraci¨®n.
En octubre, cuando se cumpl¨ªa medio a?o de vigencia de la ley, las mujeres que se sentaban en dichos consejos en las firmas cotizadas espa?olas representaban el 6,04% del total de consejeros, un ligero avance respecto a 2006, pero al mismo tiempo un porcentaje tan escaso que revela la magnitud de la tarea pendiente.
Otro hito en materia de igualdad laboral fue la aprobaci¨®n del Estatuto del Trabajador Aut¨®nomo. Aunque, como toda ley, buena parte de su ¨¦xito va a depender de su desarrollo reglamentario, lo cierto es que los m¨¢s de tres millones de trabajadores por cuenta propia que hay en Espa?a disponen desde este pasado oto?o de un nuevo marco legal que ampl¨ªa sus derechos, mejora coberturas y les acerca al r¨¦gimen general de la seguridad social.
Entre las grandes tendencias resalta el afianzamiento de lo que ya se ven¨ªa apuntando en a?os previos: en la sociedad del ocio, los j¨®venes quieren trabajos que les dejen tiempo libre. O dicho de otro modo, prefieren entrar en empresas en las que haya medidas de conciliaci¨®n entre vida laboral y personal antes que en las que les aportan altos sueldos a cambio de horarios interminables. Es el llamado "salario emocional".
Esta circunstancia, estimulada tambi¨¦n por la amplia oferta laboral propia de tiempos de bonanza, ha ocasionado que sectores con gran atractivo en a?os previos, como la consultor¨ªa, hayan tenido que recurrir a empleados cualificados extranjeros para cubrir los puestos vacantes.
Y todo ello ha ocurrido con un sordo rumor de fondo que se configura como una batalla de gran calado para los pr¨®ximos a?os. En 2007, el t¨¦rmino flexiseguridad se hizo un hueco en la documentaci¨®n oficial de la Uni¨®n Europea. El objetivo de sus defensores es ir hacia un modelo laboral en el que, en lugar de garantizar el empleo, se asegure la empleabilidad de las personas, es decir, se propicie la movilidad a base de grandes desembolsos en formaci¨®n a lo largo de toda la vida, de tal modo que sea sencillo cambiar de trabajo sin traumas.
Los pa¨ªses miembros de la UE tienen potestad para decidir si aplican o no estas medidas de flexiseguridad. Espa?a, de momento, ya ha dicho que no piensa tocar la legislaci¨®n en este sentido, s¨ªntoma de que, si llegan los tiempos de escasez relativa que empiezan a husmearse, la seguridad del puesto de trabajo volver¨¢ a ser prioritaria.
Nuevos m¨¦todos de selecci¨®n, de YouTube a Second Life
En el terreno de las nuevas tecnolog¨ªas, 2007 ha sido el a?o de la gran eclosi¨®n de la Web 2.0, las redes sociales e interactivas que se generan a trav¨¦s de Internet. Como no pod¨ªa ser de otro modo, la selecci¨®n de personal se ha empezado a mover con los nuevos tiempos, generando iniciativas innovadoras. En YouTube, el portal de v¨ªdeos de Internet, comenzamos a ver c¨®mo los aspirantes a un puesto de trabajo colgaban sus videocurr¨ªculos, en los que venden sus habilidades en im¨¢genes y palabras. Con este m¨¦todo, al responsable de selecci¨®n de una empresa ya no le llega un curr¨ªculo farragoso, sino un link a YouTube v¨ªa e-mail. Al entrar, puede ver y o¨ªr al aspirante y hacer una primera criba entre candidatos, con mucho menor coste de tiempo y dinero que un proceso tradicional cara a cara. La iniciativa ha empezado a calar. La universidad Jaume I de Castell¨®n decidi¨® abrir un canal de videocurr¨ªculos en su sitio web, en el que sus titulados pueden mostrarse tal como son a las empresas que buscan empleados.
Otro de los territorios que comenz¨® a abrirse a la selecci¨®n de personal fue el de los denominados Mundos Virtuales Permanentes (MVP), del que Second Life es el exponente m¨¢s conocido. Algunas empresas detectaron que ah¨ª hab¨ªa una tendencia de futuro y empezaron a crear avatares (r¨¦plicas) de responsables de recursos humanos, de los que se sirven para reclutar profesionales para la vida real.
Firmas de servicios de empleo, como la multinacional Randstad, se unieron al movimiento y empezaron a contratar personal a trav¨¦s de pruebas en Second Life, donde tambi¨¦n en junio se desarroll¨® la primera feria virtual de empleo, con participaci¨®n de cinco compa?¨ªas.
En Espa?a, en octubre surgi¨® la primera feria de empleo permanente virtual de una universidad. Fue la de Granada la que se adelant¨® al futuro, con un pabell¨®n y unos entornos que imitan la vida real y permiten a empresas y candidatos establecer un primer contacto en cualquier momento del a?o.
Con vistas a tiempos venideros tambi¨¦n se produjeron los primeros movimientos, t¨ªmidos a¨²n, en lo que ser¨¢n las universidades corporativas virtuales, grandes centros de formaci¨®n de empleados instalados en sus respectivos ordenadores. Telef¨®nica anunci¨® un gran campus virtual corporativo para 2008, el ejercicio que ahora se inicia, y firmas como la mutua Asepeyo entraron ya de lleno en la formaci¨®n de su plantilla al estilo 2.0.
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