"Si te maquillas, morir¨¢s"
Mujeres iraqu¨ªes son asesinadas y mutiladas por su vestimenta
![?ngeles Espinosa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F32bb7ff4-537e-43ea-9dab-0cb3f83ba60b.png?auth=fe7906998c48e4418837148be26d16b394f20655dd6a58f57c74c79fe3150bd9&width=100&height=100&smart=true)
No se conforman con asesinarlas. Tambi¨¦n las mutilan horriblemente. Su delito: no vestirse de acuerdo con las normas supuestamente isl¨¢micas que unos intransigentes han decidido para las mujeres. S¨®lo en la ciudad de Basora van al menos 40 v¨ªctimas este a?o. Lo ha anunciado el jefe de la polic¨ªa de esa ciudad del sur de Irak, que reconoce que pueden ser bastantes m¨¢s. La mejora de la seguridad en el pa¨ªs que las estad¨ªsticas anuncian desde hace un par de meses a¨²n no ha alcanzado a las iraqu¨ªes, cuya situaci¨®n se ha deteriorado significativamente desde la invasi¨®n estadounidense de 2003.
"Las mujeres de Basora est¨¢n siendo asesinadas de forma espantosa y tiradas a la basura con notas que dicen que las han matado por su comportamiento anti-isl¨¢mico", ha declarado esta semana el jefe de la polic¨ªa de esa ciudad, el general Yalil Jalaf, a la agencia Associated Press. Jalaf, que tiene registradas 40 v¨ªctimas este a?o, atribuy¨® los cr¨ªmenes a grupos sectarios que intentan imponer su particular interpretaci¨®n del islam.
En la ciudad de Basora se cuentan al menos 40 v¨ªctimas este a?o
Llama la atenci¨®n la anormal tasa de suicidios entre las mujeres kurdas
El objetivo de los somatenes son las que no llevan larga t¨²nica y pa?uelo
El objetivo prioritario de esos somatenes son las mujeres que no llevan la tradicional t¨²nica larga y el pa?uelo. Sus cuerpos aparecen en los basureros, con agujeros de bala, decapitados o salvajemente mutilados. A su lado suele haber una nota que las acusa de vestirse a su modo o relacionarse con quien quieren, algo que esas bandas de justicieros no est¨¢n dispuestos a tolerar.
"Creemos que el n¨²mero de mujeres asesinadas es mucho mayor, ya que muchos casos no se denuncian por sus familias, que temen las represalias de los extremistas", manifest¨® el general Jalaf.
Sus palabras pasaron desapercibidas en medio de la visita del primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, antes de que las tropas de su pa¨ªs terminen de transferir el control de Basora a las fuerzas iraqu¨ªes en los pr¨®ximos d¨ªas. Lo parad¨®jico del caso es que la polic¨ªa est¨¢ completamente infiltrada por las milicias sectarias a las que el general Jalaf atribuye los asesinatos de mujeres. Tampoco es una sorpresa.
Esas milicias han crecido bajo las barbas brit¨¢nicas desde que llegaron a la regi¨®n sur en 2003. Su aparente mejor relaci¨®n con la poblaci¨®n de estadounidenses fue fruto de un pacto t¨¢cito con los distintos grupos islamistas que surgieron como champi?ones tras el derrocamiento de Saddam Husein. Durante una visita a Basora en marzo de 2004, esta corresponsal pudo observar c¨®mo los radicales impon¨ªan su ley en los barrios a cambio de no meterse con las tropas de Londres.
"Las reglas del juego son que no exhiban sus armas", admit¨ªa entonces un oficial brit¨¢nico. Para aterrorizar a las mujeres no las necesitaban. Primero fueron las pintadas de advertencia. "Si te maquillas y no te cubres, encontrar¨¢s la muerte", advert¨ªan unas letras rojas que no han dejado de multiplicarse por las calles de la segunda ciudad de Irak. Luego, llegaron los cad¨¢veres que denuncia el general Jalaf.
Los cl¨¦rigos aseguran que ellos no condonan los asesinatos, pero su insistencia en que maquillarse o mostrar el cabello van contra el islam y constituyen un pecado, da munici¨®n a los extremistas que desean imponer su control. Aunque la situaci¨®n de la mujer en Irak ya hab¨ªa dado un paso atr¨¢s con el oportunista barniz islamizador que Saddam Husein emple¨® durante la d¨¦cada de las sanciones, la ocupaci¨®n ha contribuido a empeorar las cosas.
Los problemas de las iraqu¨ªes no se limitan al sur chi¨ª del pa¨ªs. En la regi¨®n del Kurdist¨¢n, donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es sun¨ª y se jacta de estar alejada del islamismo extremo, el patriarcalismo m¨¢s ancestral est¨¢ poniendo a las mujeres al l¨ªmite. Lo han recordado esta semana las cinco mujeres que se han suicidado en la ciudad de Erbil (www.awene.com). La anormal tasa de suicidios entre las mujeres kurdas ha llamado la atenci¨®n de las organizaciones de derechos humanos que subrayan que ese fen¨®meno es muy inusual en las sociedades musulmanas.
Seg¨²n un informe del Ministerio de Derechos Humanos del Gobierno kurdo hecho p¨²blico a finales de noviembre, el n¨²mero de mujeres que se quitaron la vida en esa regi¨®n ha aumentado de 36 en 2005, a 133 en 2006. Sin embargo, otras fuentes elevan hasta 538 el n¨²mero de kurdas iraqu¨ªes que se suicidaron el a?o pasado. Por otro lado, s¨®lo en los ¨²ltimos cuatro meses 97 mujeres han intentado inmolarse (60 en Erbil, 21 en Dohuk y 16 en Suleimaniya).
La mayor¨ªa de los activistas dan a entender que se trata de asesinatos encubiertos por cuestiones de honor. El hecho de que la mayor¨ªa de los casos se lleven a cabo por inmolaci¨®n refuerza esa idea. Resulta sorprendente que tantas mujeres elijan tan dolorosa forma de suicidio. Adem¨¢s, en la mayor¨ªa de las ocasiones a las v¨ªctimas se les atribuyen "problemas sociales", un eufemismo para indicar relaciones con el otro sexo no aprobadas por la familia o embarazos fuera del matrimonio.
Aunque el Gobierno de Kurdist¨¢n ha establecido un comit¨¦, las autoridades iraqu¨ªes y los ocupantes han dado escasas muestras de preocupaci¨®n por estos sucesos. Al contrario, muchas de sus decisiones refuerzan directamente el machismo subyacente en la sociedad, en lugar de potenciar los mecanismos de protecci¨®n a la mujer, a pesar de las declaraciones al respecto.
![Una mujer camina ante un escaparate de una tienda de moda en Bagdad, el pasado marzo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YXYLIRBBWUXL2AE7B2S63WK7NM.jpg?auth=5204db8f13ee430a639ea1883dcd06314dd20ac6d79e2bd88d9caea491250ba5&width=414)
Polic¨ªas sin pistola
El pasado noviembre, el Ministerio del Interior iraqu¨ª dio orden a todas las mujeres polic¨ªa de entregar sus pistolas bajo amenaza de confiscarles el sueldo. El pretexto esgrimido es que las necesitan para redistribuirlas entre sus compa?eros varones. Sin embargo, el general estadounidense David Phillips, que dirigi¨® el reclutamiento de las agentes, ha negado ese extremo al diario Los Angeles Times. "Hay m¨¢s de 8.600 armas cortas en dep¨®sito en los almacenes del ministerio en Bagdad y est¨¢ prevista la llegada de otras 120.000 en los pr¨®ximos meses", asegura el oficial.
La medida m¨¢s parece un intento de expulsar a las mujeres del cuerpo de polic¨ªa, un trabajo que los islamistas chi¨ªes que controlan Interior consideran inadecuado para ellas. "En este pa¨ªs las mujeres est¨¢n protegidas por los hombres; no necesitan ir por ah¨ª haciendo de polic¨ªas", le dijo un funcionario del ministerio al general Phillips. Y esa actitud machista no se queda en una declaraci¨®n.
El Gobierno iraqu¨ª apenas ha formado a ninguna agente desde que asumi¨® esa responsabilidad, en 2006, mientras que las mil formadas por EE UU hasta entonces se quejan de falta de oportunidades de promoci¨®n, del trato que a menudo reciben de sus colegas hombres, y de que est¨¢n siendo progresivamente relegadas a trabajos de oficina.
M¨¢s all¨¢ de la injusticia que eso supone, los responsables pol¨ªticos pasan por alto el grave problema para la seguridad que implica la retirada de agentes femeninos en las calles de Bagdad y otras ciudades iraqu¨ªes. Dado que ellas son las ¨²nicas que pueden cachear a las mujeres en los puestos de control, su ausencia abre una brecha justo cuando est¨¢n aumentando las terroristas suicidas. Este a?o han sido cinco, dos de ellas en el ¨²ltimo mes.
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