Fiasco en la selva
Ch¨¢vez debe recapacitar tras la negativa de las FARC a liberar los rehenes que hab¨ªa prometido
No hubo regalo de Navidad para las familias de los secuestrados que deb¨ªa liberar la guerrilla terrorista de las FARC. Clara Rojas, ayudante de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, su hijo Emmanuel, nacido en un cautiverio que ya va para seis a?os, de padre insurgente, y la ex congresista Consuelo Gonz¨¢lez, no aparecieron en un claro de la espesura para que los helic¨®pteros del presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez los llevaran a Caracas. Y todos han hecho un p¨¦simo negocio con lo que ya cabe calificar de enga?ifa guerrillera. Pero unos m¨¢s que otros.
El que sale mejor parado es el presidente colombiano ?lvaro Uribe, que sufre el desenga?o de quedarse sin liberaci¨®n, pero hizo todo lo posible para facilitarla. Es inveros¨ªmil, como pretenden las FARC, que el patrullaje del Ej¨¦rcito impidiera la operaci¨®n, porque la opini¨®n colombiana exig¨ªa que tuviera efecto, y Uribe entiende un rato de opini¨®n p¨²blica.
Para Ch¨¢vez ha sido un gran desenga?o, porque prueba que no tiene tanta mano con la insurgencia colombiana. El venezolano hab¨ªa hecho que Uribe se resignara a una mediaci¨®n que ¨¦ste hab¨ªa pedido y luego desautorizado porque ignoraba ol¨ªmpicamente las directrices de Bogot¨¢; el bolivariano hab¨ªa montado una caravana de aviones y helic¨®pteros que ¨¦l mismo encabezaba, y pas¨® varios d¨ªas en la jungla esperando a los rehenes; y, significativamente, hab¨ªa invitado al cineasta estadounidense Oliver Stone para convertir la liberaci¨®n en la feria medi¨¢tica del momento. El director de Platoon dio asimismo muestras de imprudencia, ignorancia e intemperancia, al corear las posiciones de las FARC y Ch¨¢vez, ech¨¢ndole toda la culpa a Uribe; Stone no entiende ni habla espa?ol.
Pero peor que nadie queda la guerrilla, que crey¨® que pod¨ªa resolver un problema de propia creaci¨®n. Seg¨²n Bogot¨¢, el ni?o, de tres a?os y medio, fue entregado en junio de 2005 a una instituci¨®n del Estado, y, una vez all¨ª, las FARC no han podido recuperarlo. Las pruebas de ADN, bajo control internacional, dir¨¢n la ¨²ltima palabra, pero la posici¨®n oficial colombiana suena much¨ªsimo a verdad.
Ch¨¢vez est¨¢ dispuesto a seguir mediando, y todo lo que obtenga sea bienvenido. Pero convendr¨ªa que tratara de reconciliarse con Uribe y le cediera la direcci¨®n intelectual de sus futuros esfuerzos.
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