La tecnolog¨ªa abre la brecha entre sexos
Los hombres usan Internet m¨¢s horas que las mujeres - La mayor parte de los contenidos est¨¢n pensados para ellos y se incide m¨¢s en su formaci¨®n tecnol¨®gica
El acceso y el uso de las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢ abriendo brechas digitales, pero no s¨®lo entre el mundo occidental y los pa¨ªses pobres, tambi¨¦n entre hombres y mujeres y en esto ¨²ltimo no hay distinciones por zonas geogr¨¢ficas. Los datos que llegan de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados indican que las mujeres se est¨¢n quedando atr¨¢s, que no tienen tanto tiempo como quisieran para navegar sin rumbo determinado en Internet, que no encuentran en la Red lo que andan buscando y que su formaci¨®n acad¨¦mica, menos tecnol¨®gica que la de los hombres, no propicia un acercamiento fluido al ordenador.
?C¨®mo se explica, si no, que entre las tituladas y titulados universitarios, haya de 15 a 20 puntos de diferencia a la hora de conectar un m¨®dem o una impresora? "En este caso, puesto que ambos tienen los mismos estudios, la brecha se debe a su especialidad acad¨¦mica. Los hombres se matriculan m¨¢s en carreras tecnol¨®gicas y ellas en otras ramas m¨¢s sociales, de humanidades o sanitarias, y esa es otra brecha que se abre cada vez m¨¢s en toda Europa", explica la catedr¨¢tica de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Complutense Cecilia Casta?o.
Los hombres ven el mundo digital m¨¢s enfocado al ocio; ellas, a lo pr¨¢ctico
Algo parecido ocurre cuando los estudios son inferiores: ellos siempre sacan ventaja en esas tareas m¨¢s complejas al manejar programas inform¨¢ticos. "Es una cuesti¨®n educacional, a los ni?os se les transmite m¨¢s confianza en las m¨¢quinas", afirma Casta?o.
Tampoco pasan el mismo tiempo en Internet los hombres y mujeres con estudios universitarios, ni mucho menos; entre ambos hay una diferencia de 20 puntos. Ellas alegan falta de tiempo, contenidos que no les gustan y el uso que hacen del ordenador se circunscribe al trabajo y algunas consultas de car¨¢cter pr¨¢ctico. "Consultan posibles empleos, asuntos relacionados con la educaci¨®n o la sanidad para la familia...". Sin embargo, los hombres s¨ª parecen tener tiempo porque parte de su navegaci¨®n es por ocio y consumo: deporte, la bolsa, pornograf¨ªa...
El equipo de Cecilia Casta?o ha pasado un a?o entero interpretando los datos de la encuesta sobre uso de las Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n (TIC) del INE para entresacar las diferencias entre hombres y mujeres y buscar los porqu¨¦s. Para ello han reunido a grupos de mujeres (estudiantes universitarias, profesoras de secundaria, ingenieras e inform¨¢ticas, emprendedoras con sus propios negocios, teletrabajadoras) y un grupo de hombres que reun¨ªa las mismas caracter¨ªsticas.
A partir de ah¨ª han podido saber que ellos pasan m¨¢s tiempo en Internet, lo utilizan m¨¢s para tramitar cuestiones administrativas, comprar y hacer transacciones bancarias; ellas, sin embargo, lo usan menos y de una forma m¨¢s pr¨¢ctica, para resolver cuestiones sanitarias o buscar formaci¨®n laboral o acad¨¦mica. Tambi¨¦n compran menos por Internet y sobre todo productos para el hogar, mientras que entre los hombres las adquisiciones m¨¢s habituales son de material inform¨¢tico.
"La impresi¨®n m¨¢s clara es que han trasladado los roles habituales al campo de las nuevas tecnolog¨ªas", afirma Casta?o. Tanto es as¨ª que las mujeres usan m¨¢s el m¨®vil y el correo electr¨®nico para hablar y relacionarse, mientras que los hombres dan un uso m¨¢s pr¨¢ctico a estos dos sistemas de comunicaci¨®n.
Consultados hombres y mujeres por estas diferencias, ellos se atribuyen mayor inter¨¦s y destrezas respecto a las nuevas tecnolog¨ªas, aunque afirman que las mujeres j¨®venes ya presentan estas mismas caracter¨ªsticas. Tambi¨¦n creen que las mujeres son m¨¢s pr¨¢cticas y eso se aprecia en el uso de las tecnolog¨ªas. Y opinan que los roles de g¨¦nero marcan esta diferencia.
Las mujeres, por su parte, se?alan factores socioeducativos hist¨®ricos y una incorporaci¨®n tard¨ªa de la mujer al trabajo como una de las causas de su acercamiento m¨¢s dificultoso a las nuevas tecnolog¨ªas. Tambi¨¦n piensan que la mujer tiene mayor habilidad verbal frente a la tecnol¨®gica, que, a su juicio, favorece a los hombres. Pero se quejan de que los contenidos que se encuentran est¨¢n muy pensados para los varones y que tambi¨¦n influyen los factores econ¨®micos.
"Cuando en una familia hay jovencitos estudiantes es m¨¢s probable que haya ordenador y que los padres quieran navegar con ellos, pero eso siempre beneficia al padre y afecta negativamente a la madre. Ella no saca tiempo, precisamente por atender otras tareas relacionadas con los hijos mientras que para el padre acompa?arlos aumenta su contacto con el ordenador", afirma Casta?o.
Los estudios y la menor relaci¨®n de la madre con el ordenador ejercen una gran influencia en los hijos, pero por esta cuesti¨®n no se pregunta en las encuestas.
?Una cuesti¨®n de talento?
La creatividad y el talento son factores que las empresas dicen tener muy en cuenta en la selecci¨®n y promoci¨®n del personal. Tambi¨¦n en el sector de las nuevas tecnolog¨ªas se aprecian, por lo visto, aunque los hombres siguen copando los puestos de responsabilidad y las mujeres exponiendo quejas tradicionales que les impiden romper el techo de cristal tecnol¨®gico.En las entrevistas mantenidas con directivas y mujeres miembros de los consejos de Administraci¨®n del sector de las nuevas tecnolog¨ªas (siete mujeres y dos hombres) se percibe que entre los hombres que han llegado hay una experiencia prolongada en la empresa jalonada de ascensos. Mientras, las directivas han pasado por otros sectores y han demostrado capacidad de adaptabilidad y una gran pasi¨®n por su trabajo. "La mayor¨ªa de ellas hace malabarismos para conciliar su vida laboral y personal y ha tenido que hacer sacrificios. Ellos tambi¨¦n reconocen obst¨¢culos para avanzar, pero pagan m¨¢s gustosamente el precio", se lee en el estudio de Cecilia Casta?o, catedr¨¢tica de Econom¨ªa Aplicada de la Complutense."Se habla de talento, pero ?qui¨¦n lo mide?", dice Casta?o. "A la hora de la verdad en los puestos de responsabilidad de las empresas entran personas mediante cuotas pol¨ªticas, no siempre por talento. Y las mujeres suelen ser invisibles en eso", explica. Casta?o pone el ejemplo de la Orquesta Sinf¨®nica de Boston. "Nunca entraban mujeres, hasta que hicieron una audici¨®n a ciegas, no se ve¨ªa al aspirante, y la cosa cambi¨®".
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