"Ofrec¨ª cuatro o cinco 'kilos' por la licencia del R¨²ber", declara un intermediario preso

El ex funcionario del Ayuntamiento de Madrid Carmelo Garc¨ªa, encarcelado por la trama del caso Guateque, declar¨® voluntariamente ante el juez Torres la v¨ªspera de Navidad. En la ¨²ltima admite haber ofrecido "cuatro o cinco kilos" a un funcionario del Ayuntamiento, Fernando Ruiz, para que agilizase una licencia para la cl¨ªnica R¨²ber de Madrid. El PA?S ha tenido acceso a las dos declaraciones, ¨ªntegras, prestadas por Garc¨ªa. La R¨²ber niega en un comunicado haber pagado nada nunca al margen de la ley.

En su primera declaraci¨®n, Garc¨ªa neg¨® todas las imputaciones que le hizo el juez. Hace a?os, Garc¨ªa ya tuvo problemas con la justicia por tr¨¢fico de influencias en relaci¨®n con licencias municipales, pero fue absuelto. En concreto, el juez Torres le pregunt¨® por su intervenci¨®n a favor de una licencia para obras en la R¨²ber, en la calle Juan Bravo de Madrid. El juez cree que, en connivencia con amigos suyos del Ayuntamiento, Garc¨ªa intent¨® endurecer los requisitos municipales con vistas a que la R¨²ber -o alguien que dec¨ªa actuar en nombre de esta cl¨ªnica- tuviera que pagar una comisi¨®n fuerte si quer¨ªa resolver los problemas que planteaba su licencia. La respuesta de Garc¨ªa al juez en esa primera declaraci¨®n fue: "No conozco a nadie de la cl¨ªnica R¨²ber".

En realidad, en su primera declaraci¨®n Garc¨ªa lo niega todo. El juez le pregunt¨®, adem¨¢s, por su intervenci¨®n en la tramitaci¨®n de otras licencias para la aseguradora Ocaso y para cafeter¨ªas y restaurantes situados en las calles de Manuela Malasa?a, Servator, Piamonte, Curtidores o Flor Baja, 1, entre otros locales. Fue enviado a prisi¨®n. Aparentemente, porque Garc¨ªa se limit¨® a negar evidencias, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas. Para borrar esa imagen, es por lo que pidi¨® al juez ampliar su declaraci¨®n inicial.

Lo hizo el pasado 20 de diciembre. Es cuando reconoce que hace trabajos para la firma AC 93, un despacho del que es directivo Santiago Castillo, otro de los encarcelados en la Operaci¨®n Guateque. Castillo era una especie de conseguidor desde su designaci¨®n como apoderado de AC 93 en 1995. Los dos m¨¢ximos directivos de esta firma, Juli¨¢n Ruben L¨®pez y Eduardo Agustino Carrasco, se hallan en paradero desconocido. El juez les tiene en b¨²squeda y captura. Muchos due?os de locales de Madrid acud¨ªan a AC 93, calle de Atocha, 25, cuando el Ayuntamiento les pon¨ªa pegas a sus licencias.

En su declaraci¨®n voluntaria, Garc¨ªa se?ala que el ofrecimiento de los "cuatro o cinco kilos" a su amigo y funcionario municipal Fernando Ruiz es por encargo de Castillo. Garc¨ªa se?ala al juez: "Que lo de la calle Juan Bravo [se refiere a la licencia de la R¨²ber] no conozco a nadie. Lo que pasa es que el despacho de Santiago llevaba ese tema y me dijo que como yo ten¨ªa amistad con Fernando, [pues] que ten¨ªan que hacerle [a la R¨²ber] un requerimiento importante (...) Y que si era necesario pagarle cuatro o cinco kilos [por ello a Fernando], se le pagaba". Fernando Ruiz, funcionario de la gerencia de Urbanismo, tambi¨¦n est¨¢ preso. Ruiz, en su declaraci¨®n, admite que habl¨® de dinero con Garc¨ªa, pero se?al¨® que son amigos y se trataba "de una broma". Garc¨ªa avala el testimonio de Ruiz en su segunda declaraci¨®n, en la que niega haber cobrado de comisiones. Admite, eso s¨ª, que se interes¨® ante un amigo suyo del Ayuntamiento, donde ¨¦l trabaj¨® y tiene un hermano, por un bar de Malasa?a. Pero explica que fue su jefe Santiago Castillo quien trat¨® este tema con el due?o del bar. "Hablaron ellos solos, yo no o¨ª nada ni pill¨¦ ninguna cantidad".

En la casa de una amiga de Garc¨ªa se han hallado fotocopias de falsas licencias que el propio imputado elaboraba. Tambi¨¦n hab¨ªa un tap¨®n o sello del Ayuntamiento, real, para estamparlo sobre esas licencias falsas y aparentar que eran v¨¢lidas. Pero no hay pruebas de que tales falsificaciones hayan sido utilizadas.