Incierto bisiesto
Los principales bancos centrales del mundo despidieron 2007 habiendo inundado de miles de millones de d¨®lares y euros los mercados. La crisis de confianza que opera en el mercado interbancario se manifiesta en el retraimiento de las entidades a la hora de poner a disposici¨®n de otras su liquidez excedentaria, con la consiguiente ruptura de los mecanismos al uso de transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria, la reducci¨®n de los niveles de apalancamiento y un potencial estrangulamiento de los mercados de cr¨¦dito que los bancos centrales se ven impelidos a evitar, facilitando a corto plazo toda la liquidez que se le solicita, so pena de poner en riesgo la estabilidad del conjunto del sistema financiero internacional. Algunos (la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra) anticiparon adem¨¢s efectos a?adidos sobre la econom¨ªa real y ya promovieron reducciones de sus tipos de inter¨¦s de referencia.
Se ha ido tan lejos y es tan grande la contaminaci¨®n que, como en otras grandes crisis, podr¨ªa escapar al control de los bancos centrales
Aunque se ha producido una relajaci¨®n parcial tras las masivas y concertadas intervenciones, lejos se est¨¢ de haber logrado una cierta normalizaci¨®n en los mercados... Sobre las dos visiones alternativas, crisis pasajera que se depurar¨¢ sin demasiados trastornos con un "ajuste del precio del cr¨¦dito" o bien, en el otro extremo, crisis m¨¢s permanente que socavar¨¢ la propia estructura de los mercados de cr¨¦dito internacionales, modificar¨¢ la regulaci¨®n y supervisi¨®n de las entidades y tendr¨¢ efectos significativos sobre el crecimiento econ¨®mico mundial, parece imponerse la segunda.
En efecto, pocas dudas caben ya de que en la crisis de liquidez actual subyace en realidad la falta de confianza motivada por la propagaci¨®n de un enorme volumen de instrumentos de cr¨¦dito complejos, originariamente en el mercado estadounidense, que tiene su ra¨ªz en el boom inmobiliario de aquel pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os, en (el abuso de) la capacidad de innovaci¨®n financiera y en la falta de una supervisi¨®n adecuada. Se ha ido tan lejos y ha sido ya tan grande el grado de contaminaci¨®n que, como en otras grandes crisis financieras, pudiera no estar ya en la mano de los bancos centrales su neutralizaci¨®n, aunque quiz¨¢ s¨ª cierta capacidad todav¨ªa para influir en las expectativas de los agentes y contribuir a moderar su impacto sobre el crecimiento y la renta. No es f¨¢cil, en todo caso, dada su fatal coincidencia en el tiempo con la inflaci¨®n de los principales pa¨ªses en m¨¢ximos de los ¨²ltimos a?os. Incierto bisiesto 2008 se nos avecina.
Daniel Manzano y Daniel Su¨¢rez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (AFI).
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