El Valladolid respira

El Valladolid encontr¨® en Getafe alivio para casi todos sus males, falta de gol incluida. El equipo de Mendilibar, igual que el de Laudrup, se ha acostumbrado a sacar menos de lo que su f¨²tbol merece, a llevarse grandes disgustos cuando a su actitud corresponde otro premio, pero ayer se llev¨® un partido que domin¨® de principio a fin con una goleada que le eleva a la zona media y deja a un rival directo muy tocado. El Getafe, que llevaba una vida paralela a la del Valladolid, fue un simulacro de equipo.

Mendilibar tir¨® de su manual m¨¢s habitual para encontrarse con el partido que le apetec¨ªa, el de controlarlo todo, el de abusar de la posesi¨®n, el de la presi¨®n casi extenuante. Cuanto m¨¢s cerca de Abbondanzieri, mejor. Al Getafe la propuesta le interesaba, porque Laudrup no ten¨ªa ni a Casquero ni a De la Red, con lo que las opciones de mover el bal¨®n estaban cerradas. En cinco minutos uno ten¨ªa el control y el otro decidi¨® que se dejaba controlar, pero el Valladolid llevaba unas semanas obstruido en ataque, casi cinco horas sin hacer gol. Por eso le cost¨® m¨¢s de media hora hacer una ocasi¨®n clara con un disparo de V¨ªctor. El Getafe, visto que el rival amagaba pero no golpeaba, se centr¨® en las jugadas a bal¨®n parado y las carreras de Uche.

Laudrup decidi¨® tomar riesgos en el descanso, coloc¨® a Gavil¨¢n en la banda, movi¨® a Granero a la media punta y el partido pareci¨® cambiar, pero en medio de los mejores minutos a Abbondanzieri le temblaron las manos y entreg¨® un despeje facil¨®n a Vivar Dorado. El tanto coloc¨® al Getafe en estado de excepci¨®n, Laudrup se aprest¨® a colocar un delantero m¨¢s y el equipo se desboc¨® en busca del empate. Aparecieron los espacios y el Valladolid sentenci¨® al contragolpe.