"A los 14 d¨ªas, el embri¨®n no tiene ni el inicio de un sistema nervioso"
El cerebro humano parece contener distintos cerebros. Tenemos un cerebro social, "que nos permite relacionarnos con el entorno", pero tambi¨¦n un cerebro ¨¦tico, "asociado con el libre albedr¨ªo, la responsabilidad personal y el derecho". Michael Gazzaniga es director del Centro para el Estudio de la Mente en Estados Unidos y catedr¨¢tico de la Universidad de California. Durante un viaje a Madrid, invitado por la Fundaci¨®n La Caixa, se adentra en cuestiones tan pol¨¦micas como si el embri¨®n es un ser humano o cu¨¢ndo se puede afirmar que se ha producido una "muerte cerebral".
Pregunta. Primero ha investigado el cerebro social y ahora el ¨¦tico. ?Qu¨¦ relaci¨®n hay entre ellos?
Respuesta. Hasta hace tres o cuatro a?os no se hab¨ªa estudiado el cerebro social desde el punto de vista de la neurociencia. La psicolog¨ªa social ha avanzado mucho, pero no as¨ª el estudio de los mecanismos biol¨®gicos implicados en la socializaci¨®n. Ahora, gracias a los avances en las tecnolog¨ªas de imagen cerebral, s¨ª se est¨¢ avanzando; yo tengo inter¨¦s en el cerebro social, que es diferente del cerebro individual, y comprende lo que hacemos todo el d¨ªa, la toma de decisiones desde un punto de vista social: d¨®nde estamos, qu¨¦ est¨¢ haciendo nuestra pareja, qu¨¦ piensan los que nos rodean, qu¨¦ hacen los hijos, qu¨¦ estamos pensando sobre nosotros mismos... Toda esta informaci¨®n se puede estudiar ahora.
"Si aceptamos la muerte cerebral para poder extraer los ¨®rganos, ?por qu¨¦ no utilizar unos organismos que no tienen cerebro?"
"Hay quienes rechazan declarar la muerte mientras late el coraz¨®n y pretenden revisar la muerte cerebral. Ser¨ªa un error"
"La responsabilidad no est¨¢ en el cerebro, sino que forma parte de las normas sociales; est¨¢ en la cultura"
P. ?Se puede decir que con el crecimiento, desarrollamos un cerebro social?
R. Nacemos con un ¨²nico cerebro, y las interacciones sociales se producen precisamente por las caracter¨ªsticas espec¨ªficas del cerebro humano. Pero tambi¨¦n hay mucho que aprender social y culturalmente. Sabemos que es dif¨ªcil cambiar el temperamento definido por la biolog¨ªa b¨¢sica, pero hay muchas y diferentes maneras de mitigar nuestro temperamento.
P. ?A partir de qu¨¦ momento se puede establecer que el ser humano tiene un cerebro funcional?
R. En este tema, cada una de las partes implicadas defiende su postura de forma muy agresiva. Un embri¨®n de 14 d¨ªas no tiene cerebro, ni siquiera el principio de un sistema nervioso, que empieza a desarrollarse a los 26 d¨ªas. A las 26 semanas, el cerebro ya est¨¢ empezando a desarrollarse y puede sentir dolor psicol¨®gico. Lo ¨²nico que se puede decir con certeza es que a los 14 d¨ªas no hay cerebro, y ¨¦ste es un dato muy importante, porque los cient¨ªficos que investigan con c¨¦lulas madre en medicina regenerativa utilizan c¨¦lulas embrionarias de menos de 14 d¨ªas. Por otra parte, admitimos la muerte cerebral cuando no hay actividad en el cerebro. Si aceptamos la muerte cerebral para poder extraer los ¨®rganos de un cuerpo humano, ?por qu¨¦ no podemos utilizar o donar a la medicina unos organismos que no tienen cerebro? Pero en esta cuesti¨®n, caben posiciones diferentes, y algunos apelan a la potencialidad, es decir, a que ese embri¨®n podr¨ªa llegar a tener un cerebro.
P. ?Cu¨¢ndo podemos hablar de muerte cerebral?
R. Muchas personas sostienen que la muerte cerebral es la muerte, y es un error tratar de distinguir entre muerte y muerte cerebral. Porque todo lo que nos preocupa de la muerte humana est¨¢ relacionado con el cerebro. Una vez que se muere, no se puede volver a otro estado. La muerte cerebral se inicia con un evento que influye en la corteza, que r¨¢pidamente afecta a todo el cerebro y que termina siendo una muerte de todo el cuerpo. Los neur¨®logos determinan el momento en el que el cerebro ya no funciona y es un estado irreversible. Es el final. En un estado vegetativo, en cambio, los neur¨®logos no saben si dicho proceso es irreversible y de hecho, se han dado casos de enfermos que despiertan. Hay quienes rechazan declarar la muerte mientras siga latiendo el coraz¨®n y pretenden revisar el concepto de muerte cerebral. Desde mi punto de vista, ser¨ªa un grave error.
P. ?Se puede de alguna forma cultivar el cerebro ¨¦tico?
R. La verdad es que no tengo ni idea. Nunca he tenido muy clara la utilidad de ense?ar ¨¦tica, porque creo que basta con el hecho de crecer. Mi padre era italiano y mi madre inglesa, y ambos me ense?aron muy bien lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo. Para m¨ª no hac¨ªa falta aprender ¨¦tica en el colegio, me lo ense?aban en casa. Sin embargo, ahora estoy cambiado de opini¨®n, porque hay familias disfuncionales. Hay muchas familias en las que los ni?os no reciben ning¨²n tipo de formaci¨®n en casa y lo aprenden casi todo de la televisi¨®n o de Internet.
P. Pero dos hijos de una misma familia pueden tener, a pesar de haber recibido la misma educaci¨®n, un cerebro ¨¦tico y social distinto. ?Por qu¨¦?
R. El cerebro humano est¨¢ aparentemente preparado para responder a los est¨ªmulos sociales y juicios morales. Siempre me ha fascinado el hecho de que con frecuencia nos olvidamos de que la mayor¨ªa de las personas se comportan bien. S¨®lo el 1% de la poblaci¨®n se comporta mal, de manera que son muchas m¨¢s las personas buenas que las malas. Pero las malas tambi¨¦n existen.
P. ?El sentimiento de responsabilidad y culpa es igual en todas las personas?
R. Yo tengo una postura muy dura en este punto. La responsabilidad es una regla, una norma y existe en un grupo social. Independientemente de qui¨¦n seas, puedes seguir una norma. Existe una l¨ªnea. La responsabilidad no est¨¢ en el cerebro, sino que forma parte de las normas sociales, est¨¢ en la cultura. Si una persona viviera sola, no tendr¨ªa que ser responsable, pero s¨ª tiene que serlo si vive en sociedad. Con la interacci¨®n debe haber un acuerdo social. Por eso, todos podemos seguir las normas.
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