Rescatados 88 inmigrantes, tres de ellos muertos, en aguas de Canarias
En el cayuco viajaban seis mujeres, un beb¨¦ y otros cinco menores
La tripulaci¨®n del buque Luz de Mar de Salvamento Mar¨ªtimo rescat¨® a 88 inmigrantes africanos que navegaban en un cayuco rumbo a las islas Canarias. Un mercante se top¨® con ellos a 90 millas (unos 162 kil¨®metros) de distancia de la isla de Gran Canaria y comunic¨® por radio el hallazgo.
"El beb¨¦ sobrevivi¨® porque le sentaron en medio, a salvo del agua y el fr¨ªo"
El buque 'Luz del Mar' transbord¨® a los inmigrantes en plena noche
La tripulaci¨®n efectu¨® el transbordo de todos los ocupantes, ya en plena oscuridad con vientos de 27 kil¨®metros por hora, y, al filo de la medianoche, enfil¨® al puerto de Los Cristianos (en Tenerife), donde atrac¨® a las siete de la ma?ana de ayer, s¨¢bado. En total, se trataba de un grupo integrado por 88 africanos, entre ellos tres fallecidos, seis mujeres, una beb¨¦ lactante y cinco posibles menores.
"Nos hab¨ªan comunicado que ven¨ªan muy d¨¦biles, pero no esper¨¢bamos los tres cad¨¢veres", reconoci¨® Juan Antonio Corujo, de la oficina auton¨®mica de Cruz Roja. "Cuando aparecen muertos, el impacto entre los efectivos de rescate es tremendo; se hace un enorme silencio y te quedas mucho m¨¢s machacado an¨ªmicamente", reconoce Corujo. "Pueden venir 10 embarcaciones seguidas con 500 inmigrantes que se atienden perfectamente, pero cuando llegan sin vida... eso lo cambia todo", a?ade el representante de Cruz Roja.
Los 85 supervivientes estaban tan d¨¦biles que la mayor¨ªa descendi¨® del buque de Salvamento Mar¨ªtimo en camillas, sillas de ruedas o en brazos de los efectivos de Cruz Roja que hab¨ªan acudido a asistirles.
De ellos, dos fueron evacuados a hospitales de la isla, uno por hipotermia severa y otro con una gran contusi¨®n en la rodilla, posiblemente rota. Aullaba desesperadamente de dolor. Sus compa?eros ven¨ªan llenos de magulladuras, golpes, quemaduras solares y tantas rozaduras y llagas que apenas ten¨ªan un cent¨ªmetro de piel sano.
Adem¨¢s de rehidratarlos, abrigarlos y suministrarles ropa limpia, todos recibieron suero en los ojos. "Si no hubieran tenido tanta comida y agua en la embarcaci¨®n, habr¨ªan fallecido; les salv¨® ser tan previsores", a?adi¨® Corujo. A¨²n mayor fue el impacto de rescatar a una lactante, acompa?ada de su madre, una joven de entre 19 y 21 a?os. "Es la cara y la cruz en el mismo instante", reflexion¨® el portavoz de la ONG.
La criatura descendi¨® como un ¨¢ngel, vestida de blanco, abrigada con una manta roja, serena, erguida, los pies desnudos pero suaves, con unos ojazos abiertos al mundo y dos enormes zarcillos de oro. As¨ª entr¨® en la carpa de Cruz Roja, de la que sali¨® riendo, ense?ando sus primeros dientes de leche, con un mu?eco en las manos y vestida como cualquier chiquillo del Bronx, con vaqueros, sudadera celeste, calcetines y zapatillas deportivas rosadas.
"La peque?a sobrevivi¨® porque la sentaron en medio del cayuco, a salvo del agua y el fr¨ªo; todos la protegieron y se sacrificaron por ella, de forma sensible y solidaria", interpreta Juan Antonio Corujo.
Los inmigrantes ofrecieron distintas versiones sobre el n¨²mero de d¨ªas de navegaci¨®n, lo que aumenta las sospechas de que el cayuco hizo escalas en distintos puntos de la costa africana.
"Por el estado tan d¨¦bil en que han llegado, como m¨ªnimo han estado siete d¨ªas en alta mar", afirm¨® Corujo. Otros apuntan que pudieron estar 12 d¨ªas navegando.
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