Ahmadineyad afirma que Israel no osar¨¢ atacar a Ir¨¢n

A medio camino entre la convicci¨®n y la advertencia, el presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, asegur¨® ayer que Israel "no osar¨¢ atacar a la Rep¨²blica Isl¨¢mica". Sus palabras, en una entrevista a la televisi¨®n qatar¨ª Al Yazira, se produjeron poco despu¨¦s de que Israel probara un misil bal¨ªstico con capacidad nuclear, el ¨²ltimo paso en una guerra de gestos y mensajes que tienen en el punto de mira el programa at¨®mico iran¨ª.

La afirmaci¨®n del presidente iran¨ª tiene parte de advertencia, porque a?adi¨® que cualquier agresi¨®n contra su pa¨ªs "tendr¨¢ una respuesta violenta y contundente". "El pueblo iran¨ª les har¨¢ arrepentirse", subray¨® con su habitual ret¨®rica de firmeza. La cosa no pasar¨ªa de ah¨ª si no estuvi¨¦ramos hablando de Oriente Pr¨®ximo, una regi¨®n que el propio Ahmadineyad hab¨ªa calificado poco antes, durante una alocuci¨®n con motivo de la festividad religiosa de la Achura, de "volc¨¢n a punto de entrar en erupci¨®n".

?l se refer¨ªa al hartazgo e indignaci¨®n de los habitantes de la zona con la pol¨ªtica de Estados Unidos y la situaci¨®n de los palestinos, pero el estado de ¨¢nimo se extiende tambi¨¦n a Irak, L¨ªbano o Afganist¨¢n. Hay una percepci¨®n general de injusticia, de dobles raseros, de cansancio al fin por una violencia que no parece tener fin ni importar m¨¢s que cuando afecta a soldados o ciudadanos occidentales. En ese clima envenenado las palabras de Ahmadineyad encuentran o¨ªdos prestos.

La escalada verbal y los mensajes poco sutiles que env¨ªan las pruebas de misiles ahora de Israel, y antes tambi¨¦n de Ir¨¢n, hacen m¨¢s dif¨ªcil establecer canales de di¨¢logo para reducir la tensi¨®n y buscar salidas a los diferentes conflictos.

Todos tienen ambiciones regionales leg¨ªtimas, pero cuando ¨¦stas excluyen al resto y buscan la hegemon¨ªa, s¨®lo perjudican a sus habitantes y ponen en riesgo la precaria estabilidad a la que les ha llevado esa lucha de poder. Ante las declaraciones grandilocuentes, pocos recuerdan que Ir¨¢n hace casi tres siglos que no ha atacado a ninguno de sus vecinos.