Los m¨¦dicos no se reconocen en las series de m¨¦dicos

Un estudio de grabaci¨®n no es un hospital. Pero quiz¨¢ haya quien los confunda, y eso preocupa a los profesionales de la salud. La Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC) ha analizado las series de televisi¨®n que tratan sobre hospitales y lo que ha visto no le gusta.

"Los seriales no pueden crear falsas expectativas en los pacientes", afirma en un estudio. "Deber¨ªan ser realistas (m¨¢s ancianos y menos ni?os, adolescentes y j¨®venes en hospitales, menos exploraciones sofisticadas, menos recuperaciones milagrosas, menos tratamientos experimentales...). La promoci¨®n de exploraciones y tratamientos innecesarios aumenta el gasto sanitario y el despilfarro de recursos", a?ade.

Pero "si las series reflejaran exactamente lo que pasa en un hospital ser¨ªan muy aburridas. No ser¨ªa ficci¨®n, sino un documental", dice Juan Algarra, quien ve las dos caras de la moneda: es m¨¦dico de Urgencias en el Hospital Cl¨ªnico de Madrid y guionista de Hospital Central, la serie de Tele 5.

Algarra reconoce que hay muchas diferencias entre lo que ocurre en un hospital y lo que reflejan los guiones. "La mayor¨ªa de los pacientes que van a urgencias son enfermos cr¨®nicos, pacientes mayores con m¨²ltiples patolog¨ªas, y sus historias no tienen el menor inter¨¦s. Las series tienen que atraer al p¨²blico, y si sac¨¢ramos eso nadie las ver¨ªa", afirma. "Buscamos enfermedades excepcionales y que evolucionen en ocho horas, que es el tiempo que se supone que transcurre en un cap¨ªtulo. Y en ocho horas en urgencias no pasa pr¨¢cticamente nada", dice.

Algarra no cree que los telespectadores esperen encontrarse a m¨¦dicos como los de la televisi¨®n cuando van al hospital. "Nadie me ha dicho que en Hospital Central le tratar¨ªan mejor", dice. Pero ha habido casos de confusi¨®n. Le pas¨® al actor Jordi Rebell¨®n (el doctor Vilches en la serie), seg¨²n cont¨® en el congreso de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Urgencias y Emergencias en junio. Un hombre se desmay¨® en el metro y hubo quien esperaba que le atendiera.

A la OMC tampoco le gusta la imagen que se da del personal sanitario, con sus amor¨ªos y otros enredos. "Con la saturaci¨®n de trabajo, desde luego que en un hospital no pasa nada de eso", dice Algarra. "Pero es fundamental que ocurra en la ficci¨®n", insiste.