Asesinado en L¨ªbano otro militar que investigaba el crimen de Hariri

La pauta de asesinatos pol¨ªticos iniciada en L¨ªbano en febrero de 2005 con el magnicidio del ex primer ministro Rafik Hariri se acelera y sum¨® ayer un nuevo episodio sangriento. Wisam Eid, un oficial del servicio secreto empleado en la investigaci¨®n del asesinato de Hariri, muri¨® ayer en un atentado con coche bomba en un barrio cristiano de Beirut junto a un guardaespaldas y dos personas m¨¢s. Decenas resultaron heridas tras el estallido provocado por control remoto.

Hace 11 d¨ªas, en otro atentado contra un veh¨ªculo oficial estadounidense, perecieron tres hombres. Y el 12 de diciembre, el general Fran?oise Hajj -a quien se apuntaba como sucesor del jefe del Ej¨¦rcito, Michel Suleiman, quien a su vez son¨® como candidato a la presidencia- falleci¨® en un ataque terrorista similar.

No cabe duda de que implicarse en las indagaciones por el crimen de Hariri acarrea riesgos evidentes. Dos militares de la misma unidad a la que pertenec¨ªa Eid sufrieron atentados. Uno de ellos muri¨® y el segundo result¨® herido de gravedad. Eid, de 31 a?os e ingeniero de Telecomunicaciones, era uno de los encargados de rastrear las conversaciones telef¨®nicas de los sospechosos de participar en la cadena de asesinatos de pol¨ªticos y personalidades antisirias perpetrados desde hace tres a?os.

L¨ªbano, siempre al borde del abismo, se tambalea. Sin presidente desde la medianoche del 23 de noviembre, cuando el mandatario prosirio ?mile Lahoud abandon¨® el palacio de Baabda, las sectas religiosas que dominan la vida pol¨ªtica del pa¨ªs son incapaces de acordar el relevo de Lahoud, cuya elecci¨®n en el Parlamento, para la que se exige el consenso, se ha pospuesto una docena de veces. Desde que la ONU impuls¨® en septiembre de 2004 las resoluciones que exigieron la retirada de las tropas sirias de L¨ªbano, el peque?o Estado sufre la convulsi¨®n pol¨ªtica m¨¢s grave desde el fin de la devastadora guerra civil (1975-1990).