El 'blog' que mi abuelo no pudo escribir en el frente

Hace ya una semana que no hay noticias de Harry Lamin. En su ¨²ltima carta, del pasado viernes, el soldado agradec¨ªa a su hermano Jack el env¨ªo de cigarrillos y describ¨ªa animado la llegada del buen tiempo a las trincheras del frente italiano. "Espero que todo termine antes del verano. Me encantar¨ªa que me enviaras un peri¨®dico de Londres [...] Espero que esta carta os encuentre bien a los dos. Con todo mi amor. Harry", escribe el soldado. Nada nuevo desde entonces. Puede que le haya ocurrido algo o quiz¨¢ sea s¨®lo que la pr¨®xima misiva tarda en llegar.

Miles de internautas siguen a diario las experiencias de este soldado ingl¨¦s que sirvi¨® en la Primera Guerra Mundial. Las cartas son colgadas en la web por su nieto Bill Lamin, de 59 a?os, que las encontr¨® cuando era ni?o, y ahora ha decidido volcarlas en un blog como si todo estuviera pasando otra vez. El disciplinado nieto respeta las fechas y, como si fuera un brujo que controla el tiempo, va colgando las vivencias de su abuelo sin dar pistas de lo que ocurrir¨¢ en la pr¨®xima carta, manteniendo el suspense en los lectores, algunos de los cuales temen que la pr¨®xima entrada sea el telegrama oficial de las autoridades notificando la muerte del soldado.

La original idea de Bill Lamin ha arrasado. Su ¨¦xito, rebotado en cada esquina de la Red, puede haber iniciado un nuevo g¨¦nero de blogs que reviven el pasado en tiempo real y que traen al presente personajes que vivieron hace cientos de a?os.

Algunos de ellos son hist¨®ricos. La web permite, por ejemplo, seguir con detalle las andanzas de Samuel Pepys, administrador naval, parlamentario en el palacio de Westminster y secretario principal del Almirantazgo durante el reinado de Jacobo II de Inglaterra. Su diario permite conocer adem¨¢s las intrigas palaciegas en la ¨¦poca de la Gran Peste de 1665 y los sucesos de la guerra con los holandeses, donde Samuel Pepys se halla estos d¨ªas, aquejado de un resfriado. "Lo cog¨ª el pasado domingo, por estar sentado demasiado tiempo con la cabeza descubierta, esperando a que me peinaran el pelo y me lavaran las orejas", cuenta en su post del pasado martes 24 de enero de 1665.

Por esas mismas fechas, pero en el a?o 1784, el naturalista y ornit¨®logo Gilbert White dejaba constancia de los ¨²ltimos acontecimientos que alteraban su flema brit¨¢nica: "Los nabos que no estaban apilados se han congelado y estropeado". Vaya.

Las experiencias de la guerra crean algo de m¨¢s emoci¨®n que los nabos de White. Un lector de las cartas de Harry Lamin escribe en un comentario del blog: "Hola [...] Estoy haciendo lo mismo con la correspondencia de mi padre durante la Segunda Guerra Mundial. No es un n¨²mero tan redondo como hace 90 a?os. El m¨ªo empieza en 1944. Puede que alguno de sus lectores quiera echarle un vistazo en www.captainrussell.blogspot.com". En la bit¨¢cora, el capit¨¢n Wallace Russell publica las cartas que envi¨® a su novia Marjorie durante la guerra. Las cartas finalizar¨¢n, seg¨²n el autor del blog, en la sangrienta lucha que se libra en Francia. Como en el caso de Harry, tampoco hay pista alguna de qu¨¦ le ocurrir¨¢ al capit¨¢n Russell. "Maldita sea. ?sta es una guerra larga, ?no? Me canso tanto de ella que me parece que no puede durar mucho m¨¢s; pero cuando pienso en lo bonito que ser¨¢ cuando termine, me parece irreal y muy lejano. Supongo que tendremos que relajarnos y esperar ese momento. Adi¨®s, por ahora. Te quiero. Wallace".

La Red proporciona varios ejemplos m¨¢s de este tipo de bit¨¢coras del pasado, ya sean de personajes hist¨®ricos conocidos o de otros hasta ahora an¨®nimos, como Harry Lamin o Wallace Russell. Si el fen¨®meno se extiende en Internet, miles de historias an¨®nimas podr¨ªan salir de los ba¨²les y dejar el papel para volver a ser revividas diariamente. Y miles de personas colgar¨ªan los testimonios a trav¨¦s de cartas y diarios, jugando como peque?os dioses a controlar el tiempo de la narraci¨®n y la intriga en las vidas de sus antepasados.