Sol¨¦ Tura
En la peque?a sala 5 del cine Alexandra cuando termin¨® la proyecci¨®n de Bucarest, la memoria perdida, el p¨²blico aplaudi¨®. Aplaudimos. Hac¨ªa a?os que no o¨ªa aplausos en una sesi¨®n corriente de cine. Era un homenaje a la pel¨ªcula y a los Sol¨¦. El tema ya lo saben. Albert Sol¨¦ recrea la peripecia personal y pol¨ªtica de su padre, Jordi Sol¨¦ Tura, a quien el alzh¨¦imer lo est¨¢ borrando. No es un documental al uso, arqueolog¨ªa del pasado reciente. Es un diario personal.
Una obra poli¨¦drica en la que est¨¢ el relato de una vida clandestina, sus errores y peajes (Sergi P¨¤mies cuenta que tener a unos padres comunistas te colocaba a favor de Gagarin cuando todos tus colegas iban a favor del Apollo), pero tambi¨¦n la necesidad de aquel combate y su dureza. Es lo que deber¨ªa definir la cultura de izquierdas, honestidad en el discurso, sin ahorrarse ninguna duda.
Pujol, en el filme, habla educadamente de Sol¨¦ Tura a pesar de sus conocidas diferencias, pero resulta muy triste leer algunos blogs de soberanistas que, sin ver la pel¨ªcula y perdon¨¢ndole la vida, insultan a Sol¨¦ Tura. Hablan de la "vileza de su pensamiento espa?olista" (Les intencions mec¨¤niques). Instalados en dogmas y enso?aciones, son incapaces de ver la grandeza de una reflexi¨®n siempre en marcha, repens¨¢ndose. La de los Sol¨¦ es una Catalu?a mucho m¨¢s habitable.
Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla, en su blog Metiendo bulla, explica muy bien uno de los aspectos del filme: "Desde la cercan¨ªa de Jordi Sol¨¦ y su enfermedad vemos una patolog¨ªa social que responde al mismo objetivo: la desaparici¨®n de lo que somos. La desaparici¨®n de lo que hemos hecho. La lucha personal o familiar contra la enfermedad tiene pocas o ninguna esperanza hoy, pero hay que darla. La lucha contra la patolog¨ªa social si las tiene: recobrarnos a nosotros mismos". L¨®pez Bulla le dice a Albert que el combate de su padre vali¨® la pena. "Qu¨¦ habr¨ªa pensado si no se hubiera comprometido".
En El diario de Aexto recogen unas palabras de Albert sobre su trabajo: "Es una b¨²squeda dif¨ªcil y a veces dolorosa, pero un viaje necesario para recomponer el puzle de la memoria". Gracias, Albert. Y, sobre todo, gracias, Jordi.
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