De la hucha del Domund a la ayuda institucional

El pasado 21 de enero, las hermanas Amada S¨¢nchez y Mar¨ªa Fern¨¢ndez, de la congregaci¨®n del Sagrado Coraz¨®n, regresaron a su tierra de origen, Canarias y Galicia, respectivamente, tras m¨¢s de 40 a?os en Kinshasa. Como tantos otros misioneros que les precedieron en su viaje de retorno, nadie ha venido a sustituirlas.

La falta de vocaciones en los seminarios les ha dejado sin relevo y la llegada de los cooperantes, 25 en la actualidad, no basta para compensar, ya que s¨®lo se quedan unos pocos meses. La colonia espa?ola en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo (RDC), integrada en un 70% por religiosos, ha pasado en cinco a?os de 431 a 316 personas.

La inversi¨®n privada no acompa?a el aumento de donaciones p¨²blicas

"Somos los ¨²ltimos de Filipinas", reconoce Nuria S¨¢nchez, de 71 a?os, ¨²nica espa?ola que queda en la congregaci¨®n tras la marcha de sus compa?eras. Cuando lleg¨®, hace tres d¨¦cadas, eran 15. "Me volver¨¦ a Espa?a", explica, "cuando sea una carga". Ahora no lo es. Se ocupa de revisar los expedientes de los 4.300 presos que se hacinan en la prisi¨®n de Kinshasa. "Se olvidan de ellos y, si nadie reclama, siguen all¨ª hasta que se mueren, aunque hayan cumplido condena".

Congo fue, durante d¨¦cadas, tierra de misi¨®n para la Iglesia espa?ola. El Estado se desentendi¨® de este inmenso pa¨ªs de 60 millones de habitantes y 2,5 veces el tama?o de Espa?a. Desde que en 1983 lo visitaron los Reyes no hab¨ªa vuelto ning¨²n miembro del Gobierno.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, cerr¨® ayer ese par¨¦ntesis. Tras reunirse con el primer ministro, Antoine Gizenda, y su hom¨®logo, Antipas Mbusa, ten¨ªa previsto entrevistarse con el presidente del pa¨ªs, Joseph Kabila. Como en las escalas anteriores de su gira africana, Mal¨ª y Guinea-Bissau, el jefe de la diplomacia espa?ola aterriz¨® en Kinshasa con la chequera llena. Aunque el acuerdo de cooperaci¨®n que se firm¨® no incluye ninguna cifra, se comprometi¨® a desembolsar al menos 20 millones de euros anuales en ayuda al desarrollo, frente a los 3,5 millones de 2002. Adem¨¢s, Espa?a canjear¨¢ o cancelar¨¢ 14 millones que le debe Congo, dentro de un plan internacional para aliviar sus 7.000 millones de deuda. La paradoja radica en que Kinshasa acaba de contraer otra deuda de 5.000 millones de d¨®lares con China.

S¨®lo en esta gira, Moratinos ha comprometido unos 150 millones de euros en cooperaci¨®n para los pr¨®ximos tres a?os. En concreto, 30 millones para Mal¨ª, 15 para Guinea-Bissau, 60 para la RDC y 30 para Etiop¨ªa, ¨²ltima etapa de la gira que concluye ma?ana. A ello hay que sumar 10 millones en microcr¨¦ditos para Mal¨ª y una sustanciosa aportaci¨®n, a¨²n por concretar, a la Uni¨®n Africana. Es mucho m¨¢s de lo que los espa?oles aportaban a ?frica en la colecta del Domund, s¨®lo que ahora la caridad se ha estatalizado y ya no son los ciudadanos quienes depositan su aportaci¨®n en la hucha sino que las Administraciones (central y auton¨®micas) la sacan de sus impuestos.

Aunque no se pone como condici¨®n expresa, parte de la cooperaci¨®n espa?ola se dirige a fortalecer la capacidad de estos pa¨ªses para controlar sus fronteras. Congo no es emisor de emigraci¨®n hacia Espa?a, por lo que ese trueque no ha lugar. En cambio, atesora ingentes reservas de minerales estrat¨¦gicos, como el colt¨¢n, usado en la fabricaci¨®n de m¨®viles, o el cobalto.

El c¨¢ncer que impide aprovechar esa riqueza es la corrupci¨®n. El capit¨¢n de corbeta Jos¨¦ Manuel Calvar reconoce que le da tanto trabajo la polic¨ªa como los milicianos irregulares desmovilizados. Calvar es uno de los dos oficiales espa?oles destinados en la Monuc, la misi¨®n de la ONU para Congo. Su misi¨®n consiste en patrullar sin armas en torno a la ciudad e informar diariamente de la situaci¨®n. Las empresas espa?olas son muy remisas a invertir en ?frica. Los productos espa?oles s¨®lo suponen el 0,46% de las importaciones congole?as. Mariano Muela, agregado comercial, reconoce que carecen de apoyo del Estado: no hay seguros a la exportaci¨®n, ni protecci¨®n de inversiones. Las excepciones son escasas: la compa?¨ªa Bravo Air tiene una l¨ªnea interior en Congo que atraviesa serios problemas y Montreal y Elecnor han conseguido proyectos de electrificaci¨®n por valor de 78 millones.

Moratinos se reconoc¨ªa ayer impresionado por la miseria que ha conocido de primera mano. "?frica debe ser la prioridad ¨¦tica de la pol¨ªtica exterior espa?ola", declar¨®. La decisi¨®n del Gobierno de aumentar la ayuda al desarrollo hasta el 0,7% del PIB en la pr¨®xima legislatura ha multiplicado los fondos disponibles. El problema, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, es que este esfuerzo no lo acompa?an las empresas. "Si se limita a ser una pol¨ªtica gubernamental, y no del conjunto de la sociedad, cualquier cambio en el Gobierno puede tirarla por la borda", advierten.