Irresponsables y deslenguados

En este pa¨ªs se es muy dado al desparpajo, d¨¢ndole a la lengua sin temor a las responsabilidades. As¨ª sucede desde el ciudadano m¨¢s simple, opinando de cualquier cosa, sin preocuparse antes de estar bien informado, hasta el pol¨ªtico m¨¢s encumbrado que, consciente de esa falta de informaci¨®n, acusa a quien considera sus adversarios de delitos que luego resultan infundados.

Y luego, lejos de asumir sus responsabilidades y reponer la dignidad y el honor de las personas injuriadas, se refugian en que los electores -a quienes se les escamotea toda informaci¨®n- les enjuiciar¨¢n con el voto en su d¨ªa. Si los primeros apenas utilizan las hojas de reclamaciones despu¨¦s de tanta protesta verbal, los segundos, comport¨¢ndose de la misma forma, nunca rectifican, incluso cuando se equivocan involuntariamente, situaci¨®n harto improbable en la lucha partidista.

Si estuvi¨¦ramos mejor informados, el prestigio y el buen nombre del doctor Montes y sus compa?eros del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s se mantendr¨ªan inc¨®lumes, y la verg¨¹enza, con su carga de responsabilidad, la asumir¨ªan los lamelas, aguirres y dem¨¢s deslenguados intencionados.