Apasionado baile, insolente zapateado

Guapo y con unos kilos de m¨¢s, Joaqu¨ªn Cort¨¦s vuelve a Barcelona para presentar Mi soledad, un espect¨¢culo que ya ofreci¨® en julio de 2006 en el Palau Sant Jordi, y que ahora en la calidez de un espacio esc¨¦nico cerrado como es el teatro T¨ªvoli gana en intensidad y belleza. En Mi soledad, Cort¨¦s es el ¨²nico bailar¨ªn, pero est¨¢ acompa?ado por 17 magn¨ªficos artistas entre m¨²sicos y cantaores.

En el teatro se pudo apreciar al detalle el vibrante, pendenciero e insolente zapateado, el apasionado baile y la fuerte personalidad esc¨¦nica que posee este int¨¦rprete, que con el pelo corto tiene un aire a Tom Cruise. Mi soledad es un trabajo visceral, en el que Cort¨¦s explota al m¨¢ximo su atractivo f¨ªsico y la riqueza de registro de su zapateado. Su primera aparici¨®n en p¨²blico con tejanos y camisa blanca enamor¨® al instante a sus numerosas admiradoras. Bail¨® flamenco, pero tambi¨¦n coquete¨® con la danza contempor¨¢nea.

Mi soledad tiene un desarrollo irregular, los fragmentos intensos de baile de raza se mezclan con otros tediosos; sin embargo, vale la pena aunque sea s¨®lo por los momentos en que Cort¨¦s baila entregado en cuerpo y alma. Hay que destacar, en esta ocasi¨®n, la intuici¨®n del bailar¨ªn para fusionar el flamenco con el color, la danza y la m¨²sica de los gitanos z¨ªngaros y con los de las tribus bereberes del norte de ?frica. En los casi 120 minutos que dura el espect¨¢culo hay momentos m¨¢gicos e ¨ªntimos que emocionan al espectador, especialmente en los que Cort¨¦s se concentra y baila los diferentes palos del flamenco de las bulerias a los jaleos pasando por los tangos. Y como siempre, donde deslumbr¨® fue interpretando la sole¨¢.