Carlos IV, estrella del carnaval
Ven¨ªa Don Carnal precedido de su fama de pr¨®digo, siempre dispuesto a jalear todo tipo de desenfreno. Especialmente el gastron¨®mico. Pero esa figura oronda que ayer encabezaba el gran desfile del Carnaval de Madrid ¨²nicamente destinaba los manjares a su propio gaznate. S¨ª, mucho arengar "?Aprovechad para beber y comer durante estas fiestas!", pero el que se pon¨ªa tibio a vino y chorizo ("?De Guijuelo!") era ¨¦l solito.
La carroza avanzaba poco a poco ante la multitud por la calle de Alcal¨¢, junto al Retiro. Pasadas las siete, a m¨¢s de uno le sonaban las tripas. "?Dame un poco!", imploraba un joven. Don Carnal, sin embargo, encaramado en lo alto de la Tarasca, esa serpiente alada que simboliza el pecado, s¨®lo atend¨ªa a su botella: "?Vaya pedo m¨¢s tonto llevo! Yo creo que no llego a la Cibeles".
La carroza de La Elipa puso la nota cr¨ªtica con su 'circo electoral'
Al monarca absoluto del Carnaval no parec¨ªa importarle que otro rey, Carlos IV, le disputara este a?o el protagonismo de la fiesta. Como reci¨¦n salido de un cuadro de Goya, el soberano bailaba dando saltitos junto a Godoy y la familia real. Todos re¨ªan. ?Qui¨¦n iba a imaginar que unos meses despu¨¦s de aquel febrero de 1808 Madrid se alzar¨ªa contra Napole¨®n y estallar¨ªa la Guerra de la Independencia? Ajeno a todo, el rey re¨ªa y re¨ªa. Con la peluca decimon¨®nica y la cara embadurnada de blanco. El conjunto le daba un aire inquietante al abuelo de la familia Monster.
Las carrozas prosegu¨ªan, con mayor o menor fortuna, por un paseo de Recoletos abarrotado, hacia la plaza de Col¨®n. Divertidas eran las marionetas de cinco metros de Le Caramantran y la animada carroza dominicana. La nota cr¨ªtica la pusieron los vecinos de La Elipa con su Circo Electoral, una s¨¢tira de las promesas electorales. Como banda sonora: un cl¨¢sico de Los Fabulosos Cadillacs cuyo t¨ªtulo alude a todo pol¨ªtico manipulador, Mal bicho.
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