Andr¨¦s de Inglaterra ataca EE UU por Irak

El pr¨ªncipe Andr¨¦s, el m¨¢s discreto y afable de los hijos de la reina Isabel, corre el riesgo de ponerse a la altura de su pol¨¦mico hermano Carlos por criticar el papel de las tropas de EE UU en Irak. En v¨ªsperas de un viaje de 10 d¨ªas para promover las empresas brit¨¢nicas en Florida, California, Georgia y Nueva York, ha concedido una entrevista al International Herald Tribune en la que reprocha al primer aliado brit¨¢nico que no hiciera m¨¢s caso de los consejos del Reino Unido sobre Irak. No hay nada chocante en lo que dice, que coincide con la opini¨®n generalizada en el Reino Unido. Pero sorprende que lo haya dicho ¨¦l. "La gente del Reino Unido quisiera que los responsables de las posiciones de EE UU les escucharan y aprendieran de sus experiencias", dice Andr¨¦s. "Si nos fijamos en el colonialismo, en el que ha habido operaciones a gran escala, y si nos fijamos en el entendimiento de las otras culturas, el entendimiento sobre c¨®mo operar en una campa?a de insurgencia militar, hemos pasado por experiencias de todo tipo. Hemos ganado unas, perdido otras, empatado otras. El caso es que hay ah¨ª una enorme experiencia v¨¢lida que deber¨ªa ser escuchada", a?ade.

Andr¨¦s sigui¨® la carrera militar y estuvo al frente de un escuadr¨®n de helic¨®pteros durante la guerra de las Malvinas. Es habitual de los tabloides. En el pasado, por su divorcio de Sarah Ferguson y en ¨¦pocas recientes por sus gastos. Por ejemplo, cuando se supo que el a?o pasado se hizo llevar en helic¨®ptero desde su casa a una exhibici¨®n aeron¨¢utica a tan s¨®lo 17 kil¨®metros, o cuando en 2006 gast¨® casi 9.000 euros de dinero p¨²blico para viajar en jet privado a un torneo de golf en Escocia. Ahora se ha sabido que la casa que comparti¨® con su entonces mujer en Sunninghill Park, regalo de bodas de la reina en 1986, ha sido vendida por 20 millones y no por los ocho o nueve que se cre¨ªa. Tambi¨¦n se ha sabido que en la gira por Florida, California, Georgia y Nueva York utilizar¨¢ un jet privado que costar¨¢ 130.000 euros, mientras el secretario de Estado de Comercio, Digby Jones, se desplazar¨¢ en vuelos regulares.