La resurrecci¨®n de McCain
"Lo primero que haremos despu¨¦s del martes ser¨¢ unir este partido", insisti¨® e insisti¨® John McCain en los d¨ªas anteriores al supermartes. Hablaba el senador de Arizona como si las primarias y caucuses en 24 Estados fueran un puro formalismo, un ¨²ltimo paso antes de ser el candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca. Para alguien llegado de un planeta lejano y ajeno a la megacobertura medi¨¢tica de las elecciones presidenciales norteamericanas, McCain habla ya como El Candidato.
Cierto es que Mitt Romney iba ayer por detr¨¢s en las encuestas. Y mucho m¨¢s rezagado a¨²n el otro gran creyente, Mike Huckabee. De batallar con sus adversarios republicanos cuando los consider¨® peligrosos pas¨® McCain a atacar a los dos dem¨®cratas. Despreocupado de la competencia en sus mismas filas, el veterano pol¨ªtico de 71 a?os litigaba contra Hillary Clinton y Barack Obama, m¨¢s como si se tratara ya del elegido para el 4 de noviembre que de un aspirante m¨¢s del viejo Partido Republicano del elefante.
Aunque McCain sigue teniendo al enemigo en casa. Todav¨ªa tiene que convencer a los republicanos de que es uno de ellos. Tras 25 a?os de carrera en el Congreso, primero en la C¨¢mara y luego en el Senado, con un expediente intachable en cuanto a su posici¨®n en contra del aborto; un duro entre los duros en pol¨ªtica exterior; defensor de la contenci¨®n del gasto p¨²blico y en general a favor de la reducci¨®n de impuestos, aun as¨ª hay republicanos que le consideran un liberal, incluso el mismo perfil de pol¨ªtico y los mismos ideales que representa y defiende Hillary Clinton. As¨ª lo considera el ultraconservador presentador de radio Rush Limbaugh, que desconf¨ªa de McCain y ha asegurado que no le votar¨¢. C¨®mo ser¨¢ el sentir de Limbaugh que otro personaje nada sospechoso de ser liberal, el hombre que ejerce una cruzada casi personal contra la inmigraci¨®n ilegal, Lou Dobbs, ha solicitado a Limbaugh que escriba una carta y pida perd¨®n a McCain.
Lo cierto es que el Ave F¨¦nix, el hombre que resucit¨® de sus cenizas tras d¨¢rsele casi por muerto pol¨ªticamente el pasado verano, cuando los fondos para su campa?a escaseaban, pod¨ªa haber estado ensayando los ¨²ltimos d¨ªas el que ser¨¢ su papel de ahora en adelante. El h¨¦roe de guerra torturado en Vietnam que ha unido su voz con el senador Ted Kennedy para lograr una reforma de la ley de inmigraci¨®n y que se uni¨® a otro dem¨®crata, Russ Feingold, para reformar la financiaci¨®n de las campa?as, considera a los teleevangelistas que le atacan como "agentes de la intolerancia". Los analistas ya especulaban, antes de concluido el supermartes, contra qui¨¦n concurrir¨¢ McCain: ?Obama o Clinton?
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