Madonna y amigos por Malaui
La cantante recauda dinero para su fundaci¨®n en una fiesta celebrada en la ONU
"Creo que nunca he estado tan nerviosa. Me sentir¨ªa m¨¢s tranquila actuando ante 80.000 personas que aqu¨ª, de pie, ante vosotros", dec¨ªa Madonna, de 49 a?os, al dirigirse a los m¨¢s de 700 comensales de la cena ben¨¦fica que organiz¨® el mi¨¦rcoles en Manhattan. Y, en efecto, la mano, escondida tras la espalda, tiraba compulsivamente de un pliegue trasero de su vestido. Pero eso no lo vieron ni Alicia Keys ni Gwen Stefani, desde una de las mesas de la primera fila, ni la plana mayor del Grupo Gucci, Tom Cruise, o la hija de 11 a?os de la anfitriona, Lourdes, desde las de la segunda.
La noche ten¨ªa casi tantos objetivos como famosos invitados. Gucci, que costeaba la totalidad de la fiesta, quer¨ªa celebrar la apertura en Nueva York de su mayor tienda en el mundo. Madonna, legitimar la fundaci¨®n Raising Malawi creada en 2006 para asistir al mill¨®n de hu¨¦rfanos que se calcula hay en ese pa¨ªs africano. "No quiero que me extend¨¢is un cheque, sino que me entregu¨¦is vuestro coraz¨®n", afirmaba. Naciones Unidas cedi¨® sus jardines porque la mitad de la recaudaci¨®n iba para que Unicef ayudara a los ni?os afectados por el sida en ?frica. Y siempre es posible que alguien de verdad anhelara pagar 350.000 d¨®lares (240.000 euros) por un paquete de experiencias deportivas que inclu¨ªa jugar una hora al f¨²tbol con Beckham. Anna Wintour y Tom Cruise pujaron por ¨¦l.
Eso sucedi¨®, tras la cena servida por Oliver Cheng, en una subasta moderada por el c¨®mico Chris Rock en la que la protagonista sigui¨® siendo Madonna. Una de las compa?eras de mesa de Dita von Teese us¨® el n¨ªveo brazo de ¨¦sta para pujar, indefinidamente, por el paquete "De gira con Madonna", que adem¨¢s de entradas (VIP, claro) para un concierto, ofrec¨ªa una sesi¨®n de aer¨®bic con la cantante y Gwyneth Palthrow y una de fotos con Steven Klein. Se lo llev¨®, s¨ª. Por 600.000 d¨®lares.
Tal vez por eso, cuando Madonna volvi¨® a subir al escenario para presentar la actuaci¨®n de la cantante Rhianna, la diva hab¨ªa vuelto a su sitio. "?Guau! ?Estoy tan contenta de haber pasado de los 400 grandes!". Fue la mayor suma de una noche de cifras notables. Antes de que nadie pusiera un pie en la alfombra negra, la recaudaci¨®n por las entradas era de 3,7 millones de d¨®lares, seg¨²n Gucci. Con la subasta se alcanzaron 1,2 millones m¨¢s y luego hubo pedreas y donaciones variadas, en p¨²blico y privado. La suma final se dividir¨¢ entre Unicef y Raising Malawi. Antes del evento algunos blogs hab¨ªan denunciado que se usara territorio de las Naciones Unidas para un evento, en parte, comercial. "No presto atenci¨®n a esas cosas", respondi¨® Madonna a Reuters. "Estoy agradecida a Gucci por su generosidad. Siempre hay controversia alrededor de lo que supone un cambio".
En todo caso, el baile m¨¢s impresionante no fue el de cifras y letras, sino el de caras. Jennifer L¨®pez haciendo equilibrios con su embarazo y sus tacones; Demi Moore abrazando a Lucy Liu como si el mundo se acabara, y sin soltar la mano de Ashton Kutchner; Salma Hayek y Fran?ois-Henri Pinault absortos el uno en el otro; Drew Barrymore apretujando a su novio Justin Long; Madonna presentando a su hija a viejos y nuevos amigos... y Cruise y Katie Holmes saludando a todo el mundo, con la entrega de un candidato en campa?a.
Cuando acab¨® la cena, Timbaland, Nelly Furtado y Alicia Keys les obligaron a un ¨²ltimo esfuerzo: ponerse en pie y contonearse. Madonna, que dej¨® a su marido en casa y se entreg¨® en su papel de ciudadana ejemplar, predic¨® con el ejemplo donde mejor sabe hacerlo, cerca de la pista de baile.
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